domingo, 6 de febrero de 2011

Carta pública de Manuel Zelaya al Frente Nacional de Resistencia Popular

Los conflictos surgidos al interior del Frente muestran falta de entendimiento que provoca el surgimiento de la ambición política personal de quienes actuando de buena fe, hacen un gran daño.

Santo Domingo, viernes 4 de febrero del 2011
Compañeros y Compañeras:
Comité Ejecutivo y Comité Político - Frente Nacional de Resistencia Popular:

Reciban mi reconocimiento por el gigantesco esfuerzo que hacen todos los días por consolidar este proyecto de patria, que se llama Frente Nacional de Resistencia Popular. Especial mención merece la exitosa movilización del día 27 enero, en la que quedó demostrada nuevamente la fuerza y voluntad del pueblo; así como el poder de convocatoria, y capacidad de movilización, exigiendo justicia y libertad.

El régimen de turno ha demostrado que no se toca el corazón para castigarnos como el amo a sus esclavos. Que es capaz de todo junto a las derechas internacionales, para humillarnos con su poder y seguir golpeando a las clases populares con sus arbitrariedades, intensificando la represión, la impunidad y, sobre todo continuar con sus planes para desarticular y finalmente destruir al Frente Nacional de Resistencia.

Para cumplir esta conjura la oligarquía asistida por la inteligencia norteamericana invierte los recursos que nosotros ni siquiera podemos imaginarnos, personal a sueldo, mercenarios, infiltrados y especializados en conspiraciones.

Sobre estas malogradas prácticas no debe existir ninguna duda, y no se debe subestimar a quienes se proclaman nuestros enemigos.
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El arma con que cuenta el pueblo es la existencia del Frente Nacional de Resistencia Popular organización que por primera vez en cien años aglutina en resistencia las principales fuerzas sociales y políticas del país, ante el asombro de quienes a diario nos reprimen y explotan. Temen que se consolide el Frente, que plantea un cambio de sistema y que el pueblo nos atienda.

Los vicios y prácticas de los partidos y los políticos tradicionales son parte de los problemas de Honduras.

Ya llegará el tiempo de vencerles, también en el campo de la política vernácula. Por ahora no debemos prestarnos a ese depravado juego.

Me veo en la obligación de expresar mi preocupación en esta forma, informado que se producen algunas circunstancias y hechos actualmente al interior del frente que han trascendido incorrectamente a la opinión pública y necesito llegar con este mensaje a los últimos rincones de la patria.

En julio de 2010, remití a ustedes un proyecto político para formar la organización y auto-convocatoria. Es posible que por los problemas de comunicación en aquel momento, se retrasó la discusión política y el desarrollo del frente como organismo. Ahora ese proyecto y la autoconvocatoria deben ser revisados alrededor de los nuevos acontecimientos.

Los conflictos hoy han surgido al interior del Frente se deben a la falta de entendimiento, sobre la participación de los diferentes grupos y las bases que demandan definir a prisa, un proyecto político que está en construcción. Esta falta de entendimiento ha provocado el surgimiento prematuro de la ambición política personal de quienes actuando de buena fe, hacen un gran daño.

No debemos perjudicar y destruir las posibilidades de convertirnos en una alternativa política congruente con las exigencias históricas de esta coyuntura por no hacer las consultas correctamente con el pueblo.

Este no es un momento para pensar en elecciones. Sería un terrible error pensar que estamos listos para abordar ese camino de inmediato; pero también constituye un colosal error satanizar la discusión sobre los procesos políticos electorales, pues ellos constituyen una herramienta o vía pacífica válida para alcanzar el poder, y deberíamos ser más sensatos, al enfocar estos procesos, adoptando una posición de lucha con miras a intensificar la articulación estructural e integral del Frente.

El pueblo, sabrá en este trance interpretar mis palabras ya que conoce sus propios alcances y entiende que la pretensión de toma del poder son fundamentalmente estériles sin la estructura adecuada.

La asamblea de delegados de febrero 26, debe concluir en una experiencia exitosa y no marcar como eventualmente algunos desean: el inicio de la desarticulación del Frente Nacional de Resistencia Popular. La asamblea es libre y debemos esperar sus decisiones y considerar aprobar mecanismos que nos permitan impulsar una estrategia en común que integre todas las organizaciones los grupos y personas, que hacen causa común con nosotros por la refundación del país.

La asamblea nacional constituyente y la refundación de Honduras siguen siendo el camino de la restauración de derechos y democracia, rotos desde el 28 de junio 2009.

Que nadie de nosotros pretenda ser dueño de la verdad si solo somos representantes provisionales del soberano.

Los debates filosóficos e ideológicos debemos definirlos sin extremismos ideológicos y no pueden ser parte de la discusión pública frente al adversario. En nuestra asamblea se juega el futuro de la lucha que ha librado el pueblo hondureño a sangre y fuego.

Me parece imperativo que al concluir la asamblea se proceda de inmediato y con franqueza y apertura, a hacer los acercamientos de alto nivel con todos los grupos que integran el frente, sociales y políticos, (UD y la resistencia del Partido Liberal) para definir cuando antes nuestra estrategia y preparar las alianzas posibles para divulgar y difundir y promover el espíritu unitario en todos los miembros de la Resistencia.

Esto debe ser acompañado de resultados visibles para el pueblo a nivel nacional. Este es un momento de gran importancia, por lo que debemos estar a la altura de las circunstancias e imponer los intereses del pueblo y del Frente sobre cualquier ambición personal.

El proceso dialéctico nos mostrará después, si el futuro está en la participación política como partido o explorar otras posibles rutas y formas políticas. Por ahora lo esencial es definir con claridad la disposición a crear una estructura sólida para enfrentar el abuso a que estamos sometidos, elaborar un calendario de trabajo, con el tipo de ordenamiento y estructura con la cual contar.

Pero en este momento solo somos parte de un proceso histórico y político que tiene un fin y donde la defensa de los DDHH, el retorno de los exilados, el fin de la impunidad y el seguimiento internacional de los juicios a los golpistas nos dará la legitimidad que ellos no tienen.

Nuestras fuerzas y posibilidades han ido variando desde que comenzó la lucha, hoy necesitamos consolidar el Frente y el movimiento con quienes vamos ir hasta el final.

La sinceridad es un asunto clave en esto, también lo son las intenciones que tengamos.

Por lo que para finalizar deseo expresar mi compromiso con mis principios y mi lucha con el Frente de Resistencia Popular, firme en los principios de derrotar el modelo neoliberal que nos oprime y el capitalismo salvaje que no deja que seamos independientes.

Pido a todos los hondureños en resistencia que cerremos filas alrededor de una estrategia de unidad del Frente Nacional de Resistencia Popular. Y que procedamos a realizar la asamblea con los delegados nombrados por las bases, ideológicamente comprometidos con estos cambios y aprobar una agenda para trabajar de inmediato, en la reconstrucción del orden democrático de Honduras, que seguro será una ardua tarea.

José Manuel Zelaya Rosales - Coordinador General – FNRP

Kaosenlared, 04 – 02 – 06

La Quinta Pata

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