domingo, 17 de junio de 2012

Invitación a la reflexión en el día mundial de la toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez

En el marco del día mundial de la toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, desde la delegación INADI Mendoza queremos invitar a toda la comunidad a reflexionar sobre los derechos de los/as adultos/as mayores.

La Asamblea General de las Naciones Unidas instauró en el año 2006, el 15 de junio como el “Día mundial de toma de conciencia sobre el maltrato en la vejez”. La iniciativa, tomada en el marco de la Segunda asamblea mundial sobre el envejecimiento, promueve la toma de conciencia sobre el abuso hacia las personas mayores a nivel global y significa un importante avance en la lucha por los derechos de las personas mayores.

Argentina tuvo un rol fundamental en el proceso que desembocó en establecer esta fecha como una jornada de reflexión contra el abuso y el maltrato en la vejez, al gestionar esta política ante los organismos internacionales, un trabajo conjunto entre el ministerio de desarrollo social, la cancillería y la misión argentina ante la ONU.

El Interventor del INADI, Pedro Mouratian , al respecto afirmó: “Es la reivindicación de un colectivo sobre el que se naturalizó el estereotipo con determinados roles, apartado de la construcción de la sociedad. En ese sentido, el concepto de ‘clase pasiva’ es absolutamente injusto y discriminatorio, por lo cual teníamos la obligación de abordar como un tema de estado la transformación de estos prejuicios, convirtiendo a quienes han sufrido tantos años en promotores de la lucha contra la discriminación”.

En ese camino, hace un año el INADI puso en marcha la Red de adultos mayores por la no discriminación. Junto a organizaciones de la sociedad civil, centros de jubilados y asociaciones integradas por adultas/os mayores, constituyó este programa que tiene como objetivo capacitar a sus miembros a través de talleres, difundir información, integrar a las instituciones en campañas específicas de sensibilización y promoción de derechos y definir una agenda común para desarrollar acciones de revalorización sociopolítica y cultural y contra la discriminación.
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El maltrato a las/os adultas/os mayores pocas veces se denuncia, ya que en la mayoría de los casos se origina entre los propios familiares o personas cercanas y de confianza y la violación a sus derechos se da también por omisión, falta de acción o indiferencia. Sin embargo, el abuso físico y psicológico, el abandono, la negligencia médica y el abuso sexual y patrimonial, son algunas de las situaciones que padece este grupo etario.

Prácticas no discriminatorias en relación con adultas y adultos mayores
En el año 2009, el INADI editó un cuadernillo titulado “ Prácticas no discriminatorias en relación con adultas y adultos mayores ”. Este documento reflexiona: “Tener en cuenta al ser humano viejo como un ser pensante, deseante y sensible, partícipe del entramado social, y reconocer que la vejez es una continuación natural de toda una trayectoria de vida, redundará en un buen trato del adulto mayor y promoverá la mejor calidad de vida al incremento de los años por vivir”.

Violencia hacia la vejez
Johan Galtung (1995) propone tres formas de violencia que nosotros/as especificaremos en relación a nuestro tema:

• Violencia cultural: Se refiere a los aspectos de la cultura que aportan legitimidad a las diversas formas de violencia. El viejismo o edaísmo dan cuenta de los prejuicios y estereotipos que se manifiestan en relación a la vejez y que de formas diversas dan lugar a la discriminación, malos tratos o abuso.

• Violencia estructural: Consiste en agredir a una agrupación colectiva desde la misma estructura política o económica. Así, podemos considerar casos de violencia estructural que se reflejan en nuestro país en los sistemas previsionales, de salud, políticas sociales para las/os adultas/os mayores, u otras que pueden causar pobreza, enfermedad, situaciones de fragilidad jurídica, falta de participación e inclusión social.

• Violencia directa: Llamamos violencia directa a las agresiones físicas, psicológicas, económicas u otras. El tipo de maltrato puede ser muy evidente, en el caso concreto del maltrato físico, pero hay formas más sutiles y difíciles de identificar como las psicológicas, las económicas, las financieras, la negligencia, el abandono y la privación de la libertad, entre muchas conductas en que se puede ejercer violencia".

Maltrato institucional
“Se entiende por maltrato institucional a cualquier legislación, programa, procedimiento, actuación u omisión procedente de los poderes públicos, o privados, o derivados de la actuación individual del profesional, que conlleve abuso, negligencia o detrimento de la salud, de la seguridad, del estado emocional o del estado de bienestar físico, o que los derechos de las personas mayores no sean representados” (Dabove, 2006).

Es una forma de ejercicio del poder mediante el uso de la fuerza física, verbal o emocional para doblegar la voluntad pudiendo ocurrir en cualquier institución, pública o privada.

Las modalidades frecuentes de maltrato son:
- Infantilización, frecuentemente se los trata como niños/as, descalificando así sus deseos y necesidades, utilizando diminutivos por ejemplo para referirse a ellos.
- Despersonalización, marcada en el borramiento de la individualidad y las necesidades personales.
- Deshumanización, al pasar por alto requerimientos básicos de cuidado de la intimidad.
- Victimización, que se produce con agravios mediante insultos, enojos, ridiculizaciones que los avergüenzan, minando la autoestima.
- Pérdida de la libertad, en la medida que se puede desestimar la opinión del/la adulta/o mayor en beneficio del pariente o directivo, lo cual en principio además de maltrato constituye una ilegalidad.

Los derechos en la perspectiva institucional
La temática de los derechos de las/as adultas/os mayores es bastante nueva y surge como un requerimiento social debido al crecimiento de la población mayor, sus numerosas necesidades y carencias, como también a sus expectativas.

Estos derechos están incluidos en la Declaración universal de los derechos humanos y específicamente en la resolución 46/91 donde se promueven los principios de las Naciones Unidas a favor de las personas de edad, reafirmados en el informe de la Segunda asamblea mundial sobre el envejecimiento en Madrid en el año 2002.

A continuación hacemos referencia a los principios, cuya división está realizada en 5 áreas para reflejar los intereses y necesidades de las personas mayores.

Principio de independencia: reconoce el deseo de las personas mayores de mantener su autonomía el mayor tiempo posible, asegurando su acceso a los derechos materiales básicos como la alimentación, vivienda, agua, ingreso a educación, transporte y seguridad física.
Principio de atención: reafirma el derecho de las personas mayores a ser apoyada, a intervenir en la decisión del tipo de atención que desean y necesitan, y a ser atendidas con consideración.
Principio de autorrealización: reconoce que las personas mayores tienen derecho a buscar oportunidades para fortalecer sus capacidades mediante educación, capacitación, ofertas de empleo, como también a participar de actividades de la comunidad.
Principio de dignidad: reafirma que todas las personas mayores deben ser respaldadas y valoradas reconociéndose su contribución a la sociedad. Las prácticas y conductas ofensivas erosionaban su dignidad.
Principio de participación: es la base de la realización de todos sus otros derechos.

Porque erradicar la discriminación es un deber del estado y un compromiso de todos y todas.


INADI Mendoza, 15 – 06 – 12

La Quinta Pata

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