De nuevo está circulando, a través de internet y las redes sociales, una convocatoria para manifestarse contra el gobierno nacional, que ya no se pretende “espontánea” como la del pasado 13 de setiembre. Gentes que dicen representarnos, aunque en verdad con intereses opuestos a los sectores populares, intentan convocarnos una vez más, y es entonces que nos parece necesario interrogarnos acerca de cuáles pueden ser nuestras coincidencias o diferencias, con este nuevo movimiento de protesta pero también con el gobierno. No ponemos en duda que les asiste el derecho a manifestar su descontento, cualesquiera que sean sus razones. Sí descreemos que –de parte de quienes promueven esta movilización– pueda esperarse nada positivo en beneficio de las mayorías populares. La historia enseña, para quien quiera aprender.
- ¿Es legítimo calificar de dictadura a un gobierno elegido con el 54% del voto popular? ¿Es una dictadura un gobierno surgido de unas elecciones a las que nadie le ha encontrado un pretexto válido para tachar de fraudulentas?
- ¿Qué peligro corre la libertad de prensa hoy en Argentina? ¿Cuántas empresas periodísticas han sido clausuradas por el gobierno? ¿Cuántos intelectuales o artistas están impedidos hoy de trabajar en los medios? ¿Cuántos han tenido que marchar al exilio, porque sus vidas peligran a causa de sus posiciones? ¿Cuántos están encarcelados? ¿Cuántos de ellos tienen familiares que los buscan desesperadamente, sin tener noticias ciertas de su paradero?
- ¿Qué peligro corre la libertad de empresa hoy en Argentina? ¿Cuántas empresas periodísticas –o de cualquier otra índole– han sido expropiadas por el gobierno sin indemnización alguna y entregadas a sus trabajadores? ¿Será ese el peligro de que Argentina se transforme en otra Cuba o Venezuela? Ahora resulta ser que “libertad de prensa” es un eufemismo para designar la libertad de monopolio…
- Aquéllos que se enjuagan la boca hablando de autoritarismo, ¿balbucearon aunque más no fuera media palabra de condena cuando los matones de la Unión Ferroviaria (en complicidad con la empresa y al menos con la pasividad manifiesta de las policías federal y bonaerense) asesinaron a Mariano Ferreyra? ¿O cuando los sicarios de los barones del agronegocio sojero asesinan a hermanos de nuestros pueblos originarios? Estos señores, ¿no son los mismos que en 2008 cortaban las rutas, desabasteciendo al pueblo trabajador, en su pelea contra el gobierno por las retenciones?
- Los que hoy se hacen cruces ante la tragicomedia de la fragata Libertad, ¿alzaron sus voces ayer para condenar el endeudamiento de nuestro país? Y estos mismos “patriotas”, ¿dijeron algo cuando los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner pagaron una deuda externa manifiestamente ilegítima y fraudulenta, sin querer abrir una auditoría, como en cambio sí lo hiciera Ecuador en su momento? También a propósito del tema, este gobierno –al que se acusa de presunto chavismo– jamás amagó siquiera retirarse del FMI o del CIADI, como sí lo hizo Bolivia, por ejemplo.
- Los que con justa razón se sienten afectados por la inflación que no cede y el cobro de impuestos a los asalariados, ¿apoyarían que la renta financiera pagase impuestos alguna vez en la vida, o que las multinacionales megamineras vieran eliminados sus privilegios impositivos, por mencionar solo dos de entre múltiples ejemplos posibles?
- Los que con justicia agitaron a lo largo de este año la bandera de la soberanía argentina sobre Malvinas, de uno y otro lado de la trinchera mediática, ¿no tienen nada que decir ante la entrega de nuestros bienes comunes a las corporaciones de la megaminería, que gracias a la legislación vigente –herencia del menemismo– convierte a estas empresas en virtuales estados soberanos dentro de nuestro territorio, donde nadie puede ingresar?
- Los que protestan porque según ellos la asignación universal por hijo fomenta la vagancia, y con ella todos los pecados del infierno, ¿no son los mismos que aprueban satisfechos cuando la policía mata a un pibe por querer robar un poco de carbón en Perdriel (Mauro Morán, Luján de Cuyo, 5/5/2006)?
- Aquel que salió en setiembre a golpear su cacerolita espantado porque La Cámpora está copando hasta los jardines de infantes, ¿dice “esta boca es mía” cuando la iglesia católica pretende imponerle su moral al conjunto de la sociedad, en temas tan cruciales como el aborto, por ejemplo?
- El castigo a los responsables políticos y empresariales de la masacre de Once –consecuencia inexorable del modelo privatista, continuado por este gobierno con su “capitalismo de amigos” y su alianza con la burocracia de la CGT – ¿figura acaso en la convocatoria? Aparentemente no, porque la mayoría de los convocantes a dicha protesta seguro que no se ven obligados a viajar cada día de su vida como si fueran ganado.
- Afirma el gobierno que nadie como ellos ha enfrentado antes a las corporaciones. Pues bien, no dudaríamos en apoyarlo si también decidiera enfrentar a la Barrick, a Monsanto o al Grupo Vila-Manzano, por nombrar algunas otras corporaciones, además de
Clarín. Porque todas estas corporaciones y muchas otras más –nacionales y transnacionales– han esquilmado a nuestro pueblo y nuestro territorio. Seguirán haciéndolo si no se las enfrenta, porque esa es la esencia de su poder y ganancias desmesuradas.
Entonces, nuevamente:
- No queremos ninguna vuelta atrás. No aceptamos ser manipulados por quienes se montan en el malestar de parte de nuestra sociedad –motivado por razones variadas y tal vez contradictorias entre sí– para hacer tabla rasa con políticas de este gobierno que consideramos positivas, orientadas a la ampliación de derechos y la inclusión social. En todo caso, nuestro desacuerdo con el gobierno se funda en el reclamo de profundizar de modo consecuente dichas políticas, como mínimo para desmontar definitivamente la nefasta herencia del neoliberalismo. En suma, nuestro horizonte es la edificación de una democracia con y desde el protagonismo popular. Que no le tema a la construcción autónoma de poder popular. Que sea a la vez independiente de los gobiernos de turno y del poder económico, nítidamente enfocada en un proyecto emancipatorio.
- No aceptamos un modelo de “desarrollo” económico-social edificado sobre la depredación del medio ambiente y nuestros bienes comunes, donde se le asigna a nuestra nación el rol de proveedora de bienes de exportación a bajo precio y escaso valor agregado. Reivindicamos el derecho de nuestros pueblos a decidir su futuro; a discutir democráticamente qué, cómo y para qué producir; rebelándonos ante el destino de ser simples engranajes de un mecanismo que nos domina.
- No aceptamos que se nos quiera imponer esa lógica maniquea que porfiadamente tratan de instalar desde ambos lados (“Ah no, che, si no estás conmigo quiere decir que sos uno de ellos”). Porque sabemos que hay infinitos grises entre el blanco y el negro, y la realidad que nos toca vivir está preñada de contradicciones, es que pensamos cerrar este documento exhortándonos a abrir nuestras mentes en la búsqueda de un pensamiento crítico, propio. No queremos pecar de soberbios predicando desde algún púlpito, aceptamos que puede resultar un tanto excesivo, pero en verdad nos sentimos tocados ante la apelación de una canción de nuestros comprovincianos de Oye Primate: “¡Abre tu mente, cabrón!”
Mendoza, a comienzos de noviembre de 2012.
*Noticia para desprevenidos: la Peña de Reojo es un espacio independiente de reflexión política, integrante del espacio La Casita Colectiva.
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