domingo, 6 de enero de 2013

Agresiones en inspección por trabajo infantil

Ricardo Nasif

Creo oportuno y necesario comentarles que en el día de ayer [4 de enero] hicimos, junto a dos inspectores de la delegación de Tunuyán de la subsecretaría de trabajo y seguridad social, una inspección motivada por una denuncia anónima, que señalaba la presencia de trabajadores en condiciones precarias y trabajo infantil, en la finca "La Posta", ubicada en la Ruta 40 Vieja S/N, distrito de Eugenio Bustos, departamento de San Carlos.

En el lugar pudimos constatar que el establecimiento se dedica a la producción de ajo, frutales y ganado vacuno. Relevamos a siete trabajadores desempeñando tareas agrarias, los que no estarían registrados, por lo que emplazamos al empleador Juan Simón García, quien se presentó en el lugar, a acompañar toda la documentación laboral en una próxima audiencia de compulsa.

En el momento en que estábamos verificando el estado de las viviendas destinadas a algunos de los trabajadores, las cuales presentaban deplorables condiciones de higiene, nos encontramos con un niño de unos 12 años de edad que estaba trabajando en la reparación de un chiquero, próximo a las casas.

Me acerqué a dialogar con el menor y mientras intentaba obtener sus datos personales vino hasta nosotros el señor Juan García a impedir que el niño siguiera hablando. Segundos más tarde estacionó un tractor del cual descendió uno de los hijos del empleador, Diego García, quien se dirigió hasta nosotros y, sin mediar palabra alguna, me golpeó violentamente en la cara, provocándome un traumatismo facial con hematoma en el ojo izquierdo.

Cuando logré incorporarme de la caída que me ocasionó el golpe, el agresor, con un ladrillo en las manos, se dirigió hasta mí con la clara intención de arrojármelo, lo que afortunadamente evitó su padre. Luego tomó una zapa y amenazó golpearme con ella.
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Finalmente, gracias al auxilio de mis compañeros pude subir al auto de la delegación y nos retiramos del lugar.

Radiqué la denuncia penal en la comisaría de San Carlos y me realizaron una revisación médica en el Hospital Scaravelli de Tunuyán, donde me diagnosticaron traumatismos en partes blandas y descartaron, mediante radiografías, lesiones óseas.

Además de la gravedad de la agresión hacia trabajadores del estado, nos resulta sumamente preocupante que persista la violencia a la que son sometidos cotidianamente obreros rurales y sus hijos por parte de delincuentes como estos. Lo cual habla de la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos para erradicar definitivamente la explotación laboral (especialmente la infantil), en cualquiera de sus formas y combatir los discursos que pretenden justificarla.

La Quinta Pata

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