domingo, 14 de abril de 2013

Feroz oposición: “tenemos que sacar al gobierno”

Ramón Ábalo

La Mesa de Enlace y sus seguidores del “campo” que se reúnen cotidianamente - recientemente lo hicieron en Mendoza y ahora en Santa Fe - arremeten con toda la furia de una bestia herida contra el gobierno, el estado de derecho, la democracia y los intereses de las mayorías de esta Argentina nacional y popular. En sintonía, la oposición patalea contra la democratización de la justicia, que repercute en la suprema corte de justicia de la nación y potencia una decisión de declarar a la ley de servicios audiovisuales anticonstitucional por un juzgado de comercio. La decisión está lista, como lo afirman los medios, con “Clarín” y “La Nación” a la vanguardia, lo que reafirma el cepo que el poder mediático tiene sobre sectores de la justicia.

Estos "campesinos" son los de cuentas corrientes suculentas, cajas de ahorro de depósitos en dólares, cuentas ocultas en paraísos fiscales, descendientes de la oligarquía vacuna como los Martínez de Hoz, represores y asesinos de los ovejeros de la Patagonia, terratenientes de la pampa húmeda y ahora testaferros de los oligopolios sojeros. Se autoproclaman, junto con la curia y el ejército, la cruz y la espada, hacedores de la patria, traspirando odios y venganza contra el freno institucional que les pone un gobierno, espejo de un pueblo que asume los valores libertarios de la revolución de Mayo, de la asamblea del año XIII y de los jacobinos Moreno, Belgrano, Castelli, Monteagudo.

Estos enojados rabiosos, a instancias de la Mesa, se vienen reuniendo en diversos puntos del país, alentando una nueva versión del estropicio destituyente que protagonizaron en el 2010. Están exasperados porque no quieren pagar las retenciones que obligadamente, por ley, tienen que hacer.

Como parte de esos dineros van para la obra pública, para las jubilaciones, para los subsidios a las amas de casa, a los viejos y jóvenes, laburantes y estudiantes, la salud de los que tienen y de los que tienen poco o nada, la escuela, el colegio y la universidad, se agarran de los pelos en la creencia que el kirchnerismo se va a transformar en chavismo, en marxismo.
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Es el delirio, aunque no tanto, porque lo que les aflora no son meros exabruptos verborrágicos, como se defiende el desclasado de Buzzi, el de la Federación Agraria. Subyace la visión depredadora y oligarca "de la campaña del desierto", y el despojo de la identidad del indio, la tierra, y su exterminio.

Ya desbocado, uno de los presentes, el productor Daniel Stecchina, dijo que el gobierno no le va a dar nada y que por eso "lo tenemos que sacar...nos vamos nosotros?, no... son ellos los que se tienen que ir.." Y la remató, con "que hay muchos métodos psicológicos y de acción directa que se pueden implementar para destruir y hacer desaparecer a esta gente".

Otro que no se quedó en menos fue un tal Raúl Zorzón, también de Santa Fe, quien dijo "que el gobierno va por mucho más para destruir al país...lo más peligroso es el tema judicial y la reforma de la Constitución...esta gente no quiere la reelección, sino cambiarle el espíritu para que entre el chavismo, el marxismo y ese maldito progresismo que no se sabe qué es ".

¡Acá hay que frenarlos! porque van por más...Hay en la Argentina alrededor de 13 millones de personas que dependen, directa o indirectamente, de planes sociales. Saquen la cuenta para las próximas elecciones ¡Vamos a frenar a este gobierno, señores!

Es el problema que tenemos en el país. Después pongámonos de acuerdo para distribuir la riqueza del campo (solo) entre nosotros...No hay que pagar ningún impuesto hasta junio para que no pueda pagar (el gobierno) los aguinaldos y se vaya de una ve.


Varios dirigentes se refirieron a la cuestión de la democratización de la justicia afirmando que "se corre el peligro del avasallamiento de la justicia", pero no alertaron, según los periodistas presentes, del grave tono que tuvo el debate. Y no lo hicieron porque son ellos los que bajan esas líneas rabiosas y golpistas. Son los mismos que alentaron a los genocidas y terroristas de estado, lo que les permitió el saqueo y la destrucción del país

Los intereses de esta oposición derechosa, fascistoide, oligárquica y proimperialista son enemigos de los intereses de la mayoría del pueblo argentino. Enemigos que impiden la construcción de una sociedad en armonía, paz y trabajo. Y esta contradicción insoluble nos exige a estar alertas, en vigilia permanente y enfrentar con decisión y fortaleza al enemigo principal de la Argentina popular y nacional.

La Quinta Pata

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