En 2013, Túnez abrigó a los participantes del Foro Social Mundial. En estas notas, intetamos subrayar los puntos más destacados asumidos por los movimientos sociales, reunidos en asamblea al interior del FSM. ¿Cuáles fueron, entonces, los retos principales identificados por tales sujetos históricos?
Comenzaron por reconocer la significativa contribución ofrecida al proceso civilizatorio de la humanidad por los pueblos del Magrheb y de gran parte del Norte de África hasta el Medio Oriente. Enseguida, también han evaluado como un gran desafío lanzado a los movimientos sociales por el proceso de descolonización de los pueblos oprimidos.
Conscientes de la marcada diversidad característica de los movimientos sociales, se han comprometido a construir una agenda común de luchas en contra del imperio capitalista, así como del patriarcado, el racismo y las distintas formas de discriminación. En su declaración final del 29 de marzo, se destacan las conquistas obtenidas especialmente en Latinoamérica, en donde han logrado detener el avance de la alianza neoliberal, así como alcanzar algunas conquistas relevantes en el campo del desarrollo socialmente justo y en relación amorosa con la naturaleza.
Saludan las conquistas populares alcanzadas por algunos pueblos de África, que se han levantado para bajar dictaduras establecidas desde décadas, en el Norte de África, fenómeno que se expandió por otras partes, bajo la influencia de los pueblos rebeldes, en el cuadro de una intensa movilización de las fuerzas populares en distintas partes del mundo, incluso al interior del corazón del imperio (“Occupy Wall Street”). Un proceso impetuoso y prometedor que las fuerzas reaccionarias ahora intentan retener y revertir...
Han denunciado la creciente degradación de la crisis del capitalismo, protagonizada por las mismas fuerzas del capitalismo: las bancas, las multinacionales, sus organismos multilaterales, sus gobiernos, los medios de comunicación a su servicio, tratándose de una crisis de la que tales fuerzas reaccionarias logran ventajas múltiples, no sin el empleo de guerras, de ocupaciones, de la imposición de “medidas de austeridad”, de la reducción de derechos sociales, de la expansión del desempleo, la precarización de las condiciones de trabajo de las mujeres, la degradación ambiental...Situación que se extiende por distintos países de Europa (Grecia, Chipre, Italia, Irlanda, Portugal, España).
Con la intermediación y la complicidad del estado, tales fuerzas del capital tratan de criminalizar las luchas sociales, la resistencia de los pueblos, los movimientos sociales, además de implementar políticas estatales de agresión ambiental (la “economia verde” y sus estrategias necrófilas).
Sostienen, a justo título, que dentro de este modo de producción, de consumo y de gestión, no hay salida para la crisis, razón por la cual se declaran dispuestos a construir una estrategia de superación de ese sistema, comprometiéndose a luchar en contra de:
* las transnacionales, los organismos multilaterales (FMI, OMC, Banco Mundial, el sistema financiero...), teniendo en cuenta que se trata de los “principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los servicios públicos y los bienes comunes, tales como el agua, el aire, las semillas, los bienes minerales, al tiempo que promueven las guerras y las violaciones de los derechos humanos.”
* el pago de deudas ilegítimas y en contra a los tratados de libre comercio que asfixian a los pueblos, en provecho de las multinacionales del sistema financiero. Para ello pugnan por una organización social y económica alternativa.
* las falsas soluciones ambientales presentadas por las multinacionales y los estados a su servicio, al tiempo que los denuncian por su responsabilidad directa en la producción del calentamiento global, de la emisión de gases de efecto sierra, así como sus políticas de combustíble, su “economía verde”, su geo-ingeniería, transgénicos, y sus medidas ilusorias de carácter privatista.
* en contra de las varias formas de violencia de las que son víctimas las mujeres (explotación sexual, criminalización de sus luchas sociales por derechos, además de las formas de violencia doméstica, etc.;
* en contra del tráfico de mujeres;
* en contra de las guerras, las ocupaciones, el neocolonialismo, la militarización de los territorios;
* en contra de la instalación de bases militares extranjeras sirviendo para provocar conflictos y para controlar iniciativas y movimientos legítimos de otros países;
* en contra de las armas nucleares y contra el impedimiento de aplicación de sanciones contra al Estado de Israel, así como en contra de la OTAN.
Al mismo tiempo, los movimientos sociales se comprometen a luchar en favor de políticas:
* de soberanía alimentaria, como verdadera solución para la superación de la crisis de alimentos y climática, a la que se debe asociar, de manera complementaria, el compromiso de garantizar tierra a los campesinos y condiciones de trabajo en las tierras donde viven y trabajan;
* por la diversidad sexual y la autodeterminación de género;
* lucha por la paz, por la autodeterminación y soberanía de los pueblos (como en el caso de Palestina, del Sahara Occidental, del Kurdistán)
* lucha por la libertad de organización sindical, de asociaciones democráticas y de la acción de los movimientos sociales.
* lucha por la democratización de los medios de comunicación, así como por la creación de medios de comunicación alternativos.
Ahí se sitúan los puntos axiales subrayados de la Declaración resultante de la Asamblea de los movimentos socialies representados en el Foro Social Mundial, realizada en Túnez, el 29 de Marzo de 2013, cf.
http://www.global-square.net/declaration-of-the-social-movements-assembly-wsf-2013-29-march-2013-tunisia/
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