domingo, 22 de septiembre de 2013

Juicios: tiempos sin justicia es impunidad

Ramón Ábalo

Desde el mismo momento en que se instaló en la Argentina el terrorismo de Estado -incluso mucho antes del fatídico marzo del 76-, los tiempos del almanaque y los relojes, que transcurren inexorablemente sobre la humana fragilidad, fueron -esos tiempos- pilares de la impunidad.

Los tiempos son imágenes concretas en circunstancias de dramas o jubileos, lo contrario de lo que afirmaba San Agustín sobre el saber del tiempo "...si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo a quien me lo pide, no lo sé". Pero los organismos rompimos esa duda teológica con el empecinamiento de la Memoria y la exigencia de Verdad y Justicia, y no obstante el poder residual de la dictadura genocida, enquistado como lodo ideológico en las estructuras de la incipiente institucionalidad de los años 80 y subsiguientes, sabemos que el tiempo es real, es materia, según nuestros anhelos.

Empecinadamente prevaleció -y prevalece- en nuestra subjetividad la exigencia de un derecho, que es ética mayor de la condición humana. Memoria, Verdad y Justicia que desde siempre ondearon como banderas de reivindicación y recuperación de identidad. Los genocidas cometieron sus tropelías seguros de que el terror y el miedo impuestos sobe el pueblo argentino les garantizaban impunidad. En la agenda genocida se resaltan antecedentes similares en la historia, precedente de la humanidad, de que los grandes genocidios siempre quedaron impunes. Y claro, no fue así nunca, porque finalmente, los dramas y las tragedias colectivas y universales se revierten por la decisión de las rebeldías de los mismos pueblos.

El tercer juicio contra los genocidas terminó en marzo de este año. Después de 8 meses desde entonces, en la jurisdicción Mendoza de los tribunales federales, según se anunció oficialmente, en noviembre se reanudarán los juicios por las causas pendientes, que involucran a cientos de víctimas, a otro tanto de genocidas implicados, y algo más de un centenar de testigos. Y también oficialmente se dice que la reanudación apenas tendrá efectivización con una sola causa, cuando lo que pedimos los organismos es que sea una megacausa, unificando la mayoría de las que están pendientes para que de una vez por todas se haga justicia. Con el criterio de una parcialidad tan acotada, reiteramos, el tiempo, ese que conocemos y palpamos desde las hojas de los almanaques y las manecillas de los relojes, será una especie de reivindicación de la impunidad.

Este jueves último nos posicionamos ante los tribunales, y lo seguiremos haciendo, para peticionar y exigir la reanudación de los juicios lo antes posible. Y fundamentalmente que sea una megacausa, tal como lo expresamos en el siguiente documento que presentamos ante todas las instancias de decisiones de dicho juzgado federal.

Unificación de las causas y carta abierta a la justicia federal

Los organismos de DDHH continuamos nuestra lucha por Memoria, Verdad y Justicia.

Los años de complicidad, de algunos importantes sectores de la Justicia Federal, con los responsables del Terrorismo de Estado significaron la demora de los juicios, la fuga o muerte de inculpados y la pérdida de pruebas y testimonios.

En nuestra provincia, el camino que hemos transitado estuvo lleno de obstáculos:

- Los juicios se iniciaron en 2010, tres años después que comenzaran a desarrollarse por todo el país.

- Desde la etapa de instrucción, fue necesario emprender una campaña de denuncia contra los jueces y camaristas que colaboraron con la dictadura, enquistados en la Justicia federal, porque entorpecían la tarea.

- Por distintos motivos, son escasos los resultados para dar con los cuerpos de los desaparecidos y desaparecidos en nuestra provincia y nos seguimos preguntando: ¿dónde están?

- Atravesamos varias frustraciones; por un lado la muerte o apartamiento de los jefes de la represión que hicieron caer numerosas causas durante el debate; por otro lado, Cuyo tiene el record nacional de prófugos, solo la provincia cuenta con 20 procesados que se evaporaron. Este y otros indicios nos permiten sospechar que existe una red de complicidades a las que la ley no alcanza.

- Después de la sentencia del tercer juicio, escuchada en marzo de este año, a contrapelo del ritmo acelerado que viene mostrando la justicia federal en otras capitales, no se procuró un nuevo juicio. Solo está propuesto un debate para noviembre con un solo imputado y una causa ya conocida y tratada en el último juicio, la única variante es que, por los mismos hechos, se acusa a un nuevo responsable: Enrique Gómez Saa.

Mientras tanto, nuestros abogados y el ministerio fiscal pidieron la acumulación de más de diez causas que comprenden un centenar de víctimas y alrededor de cuarenta imputados, ya listas para ser tratadas. Urge que la Justicia Federal adopte este criterio. El tratamiento de una causa con un imputado, en juicio oral y público, significaría una nueva dilación no justificada y un desgaste innecesario de justicia.

Por lo expuesto, solicitamos arbitren los medios para que en el curso de este año 2013, se inicie un Juicio con las causas en condiciones de entrar a debate que involucran a civiles, fuerzas armadas y de seguridad.

Esperamos que la Justicia Federal dé una clara señal hacia los sectores cómplices de la Dictadura que alientan el olvido y, a la vez, un mensaje esperanzador hacia quienes venimos luchando a través de los años por Memoria Verdad y Justicia.

Familiares de desaparecidos
H.I.J.O.S.
Madres de Plaza de Mayo
M.E.D.H.
Liga Argentina por los Derechos del Hombre
Casa por la Memoria
Asociación de ex Presas y Presos Políticos

La Quinta Pata

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