Con este título el diario Jornada publica una nota del periodista Rodolfo Braceli, en la edición del viernes 9 pasado. En el primer párrafo dice: "Cuestión de concepto: prefiero la palabra "tributo" a la palabra "homenaje".¿Por? Porque los homenajes dan por cierta a la muerte. En alguno casos, damas y caballeros, ¡al carajo con la muerte! Casos como el de Tejada Gómez, ese compadre porfiado que no le afloja, sigue alumbrando.
"Flor de ocurrencia es que en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el stand de Mendoza tenga el nombre y el rostro de nuestro inmenso poeta. Poeta en castellano, por la gracia de la madre y del padre que lo parieron. En ese tributo provincial hay una ristra de nombres entrañables: Perla Aguirre, Jorge Viñas, Héctor País, Héctor Minutillo, Víctor Cuello, Claudio Bevilacqua. Y los hijos del poeta. Y Mónica Abraham y Fredy Vidal. Y abrochando ese intenso anillo de amor, un par de amigos que lo conocieron allá lejos, Ramón Ábalo y Tonio Contreras. Abalo y Contreras los otros compadres del horizonte.
Y sigue diciendo: "Era imprescindible que a Tejada Gómez se lo alzara con la prepotencia de la justicia poética, en la Feria mayor. Porque viene siendo mirado de reojo y se los desvaloriza con un elogio: "Es un buen poeta popular". Usan popular como sinónimo de menor. De nuestro Tejada, como de Lorca y de Neruda se puede decir que alcanzaron la cima más difícil, la de ser sencillos sin ser simplones. En agosto de 1985, con el auspicio de Jornada, presenté en el Independencia y después en la Biblioteca Nacional mi "Tejada Gómez viene a nacer". Noche inolvidable, con Juan Leyrado dándole respiración al poeta. Entonces y después en un libro dándole respiración al poeta. Entonces y después en un libro me permití resucitar al poeta”.
Como dice Braceli, Abalo participa con un par de textos que pertenecen a su libro que ya está en la imprenta para su publicación y cuyo título será "La Calle Larga y la Media Luna, un Mundo". Son memorias de las vivencias del autor con los amigos del barrio, entre ellos el Armando. Pero no son solamente anécdotas, sino que son tales en el marco de la realidad social y política del momento, del primer peronismo, de la segunda guerra mundial, de las que "los vagos", como dice Ábalo de esa barra de muchachos, eran parte de las tertulias en los boliches de Pedro Molina, muchos de los cuales -esos vagos- •orillaban el Código Penal, y todos los códigos de las buenas costumbres".
Por su cuenta, Tony Contreras estaba convocado para decir su canto que nace de su voz y en que el tango y la canción española, la de la gitanería, embelesa a los oyentes.
El Ministerio de Cultura de Mendoza, con este tributo al gran poeta -en las versiones anteriores lo fueron para Antonio Di Benedetto y Juan Dragui Lucero, coloca en el sitial mayor estos extraordinarios exponentes de la cultura mendocina. Es para aplaudir, como lo hacemos.
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