domingo, 4 de mayo de 2014

Las puertitas del ex juez Miret

En la audiencia de este martes, las declaraciones de Miret continuaron por cuatro horas ininterrumpidas, sobreabundando, como en días anteriores, entre elogiarse como defensor, negar las omisiones, victimizarse y contradecirse.

Fernando Peñaloza, representante de la querella por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, continuó con la indagatoria del día anterior, sobre casos puntuales como los de Luis A. Granizo, los hermanos Hugo y Julio Talquenca (desaparecidos), Walter Hoffman, Manuel Oviedo, Virginia Suarez (desaparecida), María E. Castro y Margarita González. Ante las preguntas sobre las omisiones de investigar casos, pedir informes a la comisaría, constituirse en el lugar de la fuerza objeto de la denuncia, averiguar trámites de investigación ante los hechos de secuestros y allanamientos de grupos encapuchados o citar a testigos, el exjuez reiteró que no participaba a familiares para “no armar un drama mayor en las familias, que ya tenían pánico “ y que no tenía motivos para dudar de lo que informaba la policía: “yo no podía oficialmente desconfiar, íntimamente sí“. En el caso de los hermanos Talquenca, se desligó diciendo que “las sustanciaciones las hizo Carrizo” (por su colega, el exjuez) y él sólo rechazó el habeas corpus, “no hay ninguna desprolijidad en su rechazo”, le quedaban diez días para salir del juzgado (ascendido a camarista) y “yo no me iba a hacer el príncipe Valiente o Patoruzú”. Sin embargo admitió que en el único caso en que se “movió” fue el de Hoffman, porque tenía al Dr. Molina (en representación de la familia de Hoffman) presionándolo, quien además, era el Presidente del Colegio de Abogados y de muy mal carácter: “Le puse especial atención y lo actué con toda celeridad”.

Durante el interrogatorio explicó que veían cosas raras, pero no entendían, eran incompetentes. En ese sentido agregó que los habeas corpus eran rechazados pero que los que lo sucedieron en el puesto tampoco investigaron, comprometiendo e inculpando a sus colegas.

El exfiscal fue interrogado también por los casos comunes, específicamente si se llamaba a los policías o a los familiares a testificar. Miret eludió la pregunta reiterando la narración de las amenazas de bomba, de grupos de derecha o paramilitares y la falta de diálogo con la policía.

Había Habeas Corpus porque desaparecían o los detuvieron

Dante Vega, por la Fiscalía, intentó buscar respuestas de parte del imputado, en distintos temas, inquiriendo sobre su concepto acerca de Santuccione, alguna opinión sobre lo que acontecía en el país en esos años, las omisiones de los jueces, el plan sistemático de la dictadura, la existencia de detenidos-desaparecidos, los apremios ilegales, el terrorismo de estado. Miret declaró que al principio suMiret y la defensa cuchichea concepto sobre Santuccione fue bueno, pero que a medida que lo fue conociendo fue viendo que era un “facho”. En relación al “estado de guerra”, aclaró que a fines de 1975, cuando se decretó la militarización de la lucha antisubversiva y se ordenó la aniquilación, entendió que se había declarado la guerra a los grupos subversivos. Finalmente, en relación a las omisiones, el exjuez insistió en que él no omitió nada, sino que dejó de hacer, pero lo que él no hizo, tampoco lo hicieron los demás, los que le siguieron en el puesto: “Yo fui subrogante y la omisión del subrogante es infinitamente más perdonable, admisible, no digo justificable”. Miret subrayó una vez más que desconocía la existencia de un plan sistemático y que recién lo supo en 1985. Aclaró que partir de noviembre 1975 se habló de aniquilamiento, pero en ningún lado estaba explicado cómo se llevaría a cabo. Sin embargo, más adelante en la declaración, dijo que en 1978, en ocasión del mundial de fútbol, se enteró de que había desaparecidos, ya que había denuncias ante organismos internacionales: “ahí me enteré”. Sobre este mismo tema afirmó que con anterioridad a esa fecha “por ahí había desaparecidos y por ahí se escondían”, “los que integraban grupos de izquierda sabían que estaban en peligro”. “Todo era inquietante”, dijo, “pero yo no tenía pruebas, indicios”, y contradictoriamente agregó que “había denuncias, habeas corpus”. En este marco, se enteró de la desaparición de Mauricio López, “supe que lo habían chupado”, no obstante confesó no haber iniciado ninguna actuación sobre el caso. Durante la indagatoria Miret admitió lo que hasta ahora venía negando, es decir la existencia misma de desaparecidos: “cuando salía el decreto, decíamos menos mal. Lo importante era que estaba. Podía estar desaparecido. Había Habeas Corpus porque desaparecían o los detuvieron”.

El Juicio continúa el lunes 5 de Mayo a las 9.30 hs.

Fuente: http://juiciosmendoza.wordpress.com/

La Quinta Pata

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