domingo, 7 de septiembre de 2014

Los días de Malatto en Italia

Miriam Walter

El represor cuya extradición a Argentina fue negada recientemente por la Justicia italiana, está en Génova y trabaja para unos curas.

"Sé que estaba trabajando con unos curas, realmente no sé en qué, le pagan, de algo tiene que vivir", contó el abogado Eduardo San Emeterio a Tiempo de San Juan qué está haciendo en Italia su cliente, Carlos Luis Malatto, uno de los ex militares considerados pilares de la represión en San Juan y cuya extradición a Argentina fue recientemente denegada por la Corte Suprema di Cassazione de Italia.

"Malatto quiere borrar toda esta historia, quiere rehacer su vida, no quiere pensar más en nada. Quiere empezar de nuevo. Tiene 65 años, no sé cuánto nos quedará a todos los que tenemos esa edad, quiere borrar de su vida todo lo que pasó acá", aseguró su abogado defensor.

"Él quedó viudo muy joven, siendo teniente, se dedicó a criar a sus hijos nada más y últimamente estaba en pareja con una señora pero creo que ahora se separó y está solo. Está en Génova, tiene su casita, está acomodado, está trabajando, tiene nacionalidad italiana también", contó San Emeterio. Sobre la situación económica de Malatto, el letrado dijo que "es un tipo que se las sabe rebuscar, cuando estaba en Mendoza había armado un negocio con su mujer".

El represor está en Italia desde 2011. "Él tiene nacionalidad italiana creo que por sus abuelos. Cuando él fue excarcelado se fue a pasear a Chile y desde ahí a Roma y ahí se quedó, cuando le revocaron la excarcelación por supuesto que no volvió. Podía salir del país porque estaba excarcelado, supuestamente tendría que haber tenido una prohibición de salir del país pero el tribunal de San Juan no actúa muy bien", evaluó San Emeterio.

Lo cierto es que Malatto logró irse del país con ayuda de la Cámara Federal de Mendoza, entonces integrada por Otilio Romano y Luis Miret, jueces que hoy son juzgados por delitos de lesa humanidad. Estos camaristas, con jurisdicción en San Juan, excarcelaron a Malatto junto a todos los detenidos por delitos de lesa humanidad que después fueron juzgados con otros represores célebres como Jorge Olivera y Gustavo De Marchi, hoy fugados después de ser condenados en San Juan. La Cámara de Casación revocó luego la excarcelación pero el fallo de Romano y Miret le dio el tiempo suficiente a Malatto para escapar a Roma vía Chile.

En ese entonces, San Emeterio aseguró que su cliente se había ido a Italia a "buscar la justicia que le es negada sistemáticamente en la República Argentina". Al llegar a Italia, Malatto se instaló en la ciudad de D'Aquila y una de sus primeras decisiones fue buscar el patrocinio legal del famoso abogado de ultraderecha italiano Augusto Sinagra, conocido por haber sido defensor de Licio Gelli, el gran maestro de la Logia Masónica P2, que fue disuelta por el Parlamento Italiano y que tenía una filial en Argentina, a la que pertenecían, entre otros, el ex almirante Emilio Massera y el ex general Guillermo Suárez Mason. Además, Sinagra fue abogado de Olivera y este último a su vez fue abogado de Massera y Suárez Mason.

Durante el último juicio por crímenes de lesa humanidad en San Juan se indicó a Malatto como una de las piezas clave de la represión ilegal en la Provincia. Era oficial del RIM 22 y está imputado por torturas, privación ilegítima de la libertad, violación de domicilio y otros delitos, en las investigaciones judiciales que tienen como víctimas a Oscar Alfredo Acosta y su esposa Virginia, José Luis Gioja, Marta Sarof de Leroux, Margarita Camus, Alberto Carvajal, Guillermo Gilbert, Fernando Mot, Adolfo Andino y Vicente Mazzitelli, entre otros. En la investigación, se señala que Malatto era hombre de confianza de Olivera y junto a él, de los torturadores más eficaces en la década del '70. Incluso se los recuerda como un equipo indivisible que recibió el apodo de "Malivera".

Apenas el represor llegó a Italia, se conoció en Internet un blog llamado "Aventuras en Italia del perseguido político Malatto", donde aparecen reflexiones firmadas con su nombre. En sus post, que fueron editados por última vez en 2011, asegura estar por tomarse una birra en Roma y cuenta de lo grato que es estar junto a Sinagra. Relata que de los 10 ó 15 policías que vieron ese día, el 95% fue alumno del abogado y profesor napolitano, al igual que el fiscal y el juez de Apelaciones de L'Aquila.

Mientras la palabra Memoria, junto a Verdad y Justicia es el leit motiv de la investigación de los crímenes de lesa humanidad en Argentina, San Emeterio habló de olvido. "Malatto quiere rehacer su vida. El que termina con eso, corta todo, lo digo por experiencia, a los que pude sacar absueltos, sobreseídos o con falta de mérito, no quieren hablar más del tema. Por ahí es una etapa que han pasado y que no quieren pensar de nuevo ni ellos ni su familia. Porque desgraciadamente, tanto de un lado como del otro, la han pasado mal. Y los que se presentan como víctimas tampoco quieren hablar ni recordar mucho esto, salvo que busquen algún beneficio político o económico, pero el que la sufrió no quiere volver a repetir".

Fuente: www.tiempodesanjuan.com

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