El intendente Miranda, de Las Heras, criticó duramente la vinculación del justicialismo, por intermedio del gobernador Jaque, con el Partido Demócrata, que se demuestra ostentosamente con la designación del ministro de Seguridad, el abogado Juan Carlos Aguinaga, de vieja prosapia conservadora. A la vez, la designación de jefes policiales sospechados de haber realizado tareas que los compromete seriamente con el accionar represivo durante la dictadura militar, es otro elemento que lo tiene a mal traer el gobernador, a la vez que le significa una profunda contradicción con las políticas de derechos humanos del kirchnerismo.
Leer todo el artículo - CerrarNo sale mejor parado de la pulseada que tiene con el gremio docente, que no dio inicio a las clases, siendo así una de las pocas provincias que tuvo ese record. Lo peor fue que el diferendo devino fundamentalmente por volver atrás con una propuesta salarial que el gremio había aceptado, con lo que el ciclo de clases se iba a desarrollar normalmente desde el primer día. Ocurrió lo contrario, con heridas que no serán fáciles de restañar y un encontronazo que se proyectará al futuro.
La crítica de Miranda, un ortodoxo del peronismo vernáculo, tiene su importancia en cuanto trasluce lo que se venía percibiendo al interior del justicialismo, tanto por los lazos que lo atan a un problema tan sensible como el de la seguridad, como los personajes que eligió para encontrar una resolución acorde con su promesa electoral, que, además, ya es un tema que engrosa el folklore de la política nativa. Otros sectores partidarios, celosos de la identidad y recelosos por lugares a dirimir en el Estado con los supuestos aliados, ya le empiezan a tirar con municiones de grueso calibre.
En este plano al interior partidario, no deja de llamar la atención la información de que el malargüino no va a jugar un rol de cierta significación en el esquema de la nueva conducción que está diagramando el ex presidente, menos cuando sí lo va a tener el sanjuanino Gioja. Mirando bajo el agua, se podría presumir que en niveles de disputar favores prebendarios de las alturas, Mendoza va a quedar relegada en el reparto.
En los partes policiales de la fecha, por otro lado, los hechos delictivos mantienen espacios voluminosos en los medios periodísticos que no difieren de épocas no muy pretéritas, las que iban a ser superadas por un toque magistral de esta era “jaquerista”, al estilo Giuliani, el mítico alcalde de Nueva York.
En fin, los movimientos políticos de Jaque se destacan por las sombras y no tanto por las luces de lo que ya le es un camino que nada tiene que ver con las rosas que esperaba cosechar.
Redacción La Quinta Pata
viernes, 7 de marzo de 2008
La Pata Semanal-2008
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