Crónica del Carrusel con protestas y rechiflas contra Jaque por mantener a Rico y otros represores en el gobierno.
Hoy Mendoza ofreció una apetecible mañanita típica de marzo, fresca y soleada. Los organismos de derechos humanos y otros movimientos sociales y políticos del campo popular nos dimos cita en la vereda opuesta al hotel Hyatt, lugar en que la organización vendimial había decidido colocar el palco oficial en el que se acomodarían autoridades provinciales y nacionales, entre ellas el gobernador de la provincia, Celso Jaque.
Más o menos madrugar para llegar a las diez de la mañana, aún para los militantes, no es cosa de todos los sábados, pero a penas más duras que blandas fuimos llegando. Algunos estaban desorientados porque el día anterior se corrió la bola de que iban a vallar todo el sector frente al lujoso hotel y por lo tanto habría que cambiar los planes. No fue el caso: no había vallas.
Leer todo el artículo - CerrarPero por nuestra tardanza no nos pudimos ubicar frente al palco. Alguno comentó a los que iban llegando que la seguridad del tradicional desfile nos fue desplazando sutilmente hacia un costado para terminar en la esquina de Chile y Espejo, en la punta noreste de la Plaza Independencia, sitio en el que finalmente confluimos, enfrentados de manera oblicua al palco de las autoridades. Si es cierto que nos desplazaron debe haber sido por las caras públicas de los miembros de nuestras organizaciones ya que en ese momento no portábamos cartel alguno que nos identificara.
A las diez y media solo esgrimíamos unas banderitas argentinas de plástico a la expectativa de que se iniciara el Carrusel matinal de la Fiesta de la Vendimia y se subieran al palco el gobernador y sus invitados. La idea era precisamente no llamar la atención antes de tiempo para evitar provocaciones o represión y además jugar con el factor sorpresa. A Jaque ya lo habían abucheado un par de veces en el último par de días (por ejemplo, los artistas que actúan esta noche en el anfiteatro griego Frank Romero Day, al pie del Cerro de la Gloria) y no era cuestión de avivar giles.
A eso de las once menos cuarto uno de nosotros avistó al gobernador, sonriente y distendido, de traje negro y flanqueado por las caras duras de sus custodias, ya sobre el palco para dar por inicio al popular desfile. Como en aquel lejano primero de mayo del ’74 que recuerdan los veteranos presentes hoy entre nosotros, cuando aquella cuña gigante fondeó un cartel de la gloriosa JP para situarse en la mítica plaza frente al balcón en el que hablaba Perón para reclamarle la salida de los gorilas del gobierno popular, hoy se levantaron de un tirón una rauda silbatina, las consignas y las pancartas de las agrupaciones que deseaban recordarle al mandatario provincial que hay represores en los altos rangos del ministerio de Seguridad. Algunas de ellas decían: “La seguridad no puede estar en manos de represores”, “Fuera genocidas del gobierno” y “Por un 24 de marzo sin Rico”
Las distancias – no solo temporales – entre aquel día del trabajador y este ocho de marzo son abismales en todo sentido. En primer lugar, esta mañana no pasábamos de doscientos cincuenta convencidos (así y todo, cifra nada despreciable en estos días). Tampoco hubo represión ni provocaciones de envergadura; nadie nos insultó, al menos en voz alta. Es más, tratamos de ser justos con el ánimo celebratorio del pueblo mendocino y cuando se cantó el Himno Nacional cesaron nuestras consignas, pitos y redoblantes y lo entonamos a la par de todos. Y cuando los medios gráficos, radiales, virtuales y televisivos tuvieron oportunidad de registrarnos, nos retiramos ordenadamente porque nada más lejos de nuestra intención que aguar la mayor fiesta provincial. Conseguimos lo que nos habíamos propuesto y nos fuimos, unidos y contentos con nuestras acciones y a la espera de que el renuente y sitiado Jaque desplace de una vez al represor Rico y sus secuaces.
Entre otros, participaron de la protesta: Madres, Familiares, H.I.J.O.S., el colectivo de mujeres Las Juanas y Las otras, Libres del Sur-Barrios de Pie, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y el Polo Obrero (PO).
Redacción: H. D., La Quinta Pata, 08-03-08
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