Caballero. Julio González se retira del tribunal federal, ayer, en San Rafael. Comprometió también a Ítalo Lúder.
Julio González, quien fue secretario legal y técnico hasta marzo del ’76, lo acusó ante el juez federal Raúl Acosta de imponerle a Jorge Rafael Videla como jefe del Ejército a la viuda de Perón.
En una declaración como testigo en la causa que instruye el juez federal Raúl Acosta por la desaparición de Aldo Fagetti y el secuestro de Jorge Berón, el ex secretario legal y técnico de Isabel Martínez de Perón, Julio González, afirmó que fue Ítalo Lúder quien firmó el decreto para aniquilar el accionar subversivo y que Antonio Cafiero presionó a Isabelita para que Jorge Rafael Videla quedara al frente del Ejército.La declaración de quien durante el gobierno de 1973 a 1976 fuera uno de los hombres más cercanos a Isabel, se extendió por más de tres horas y según sus propias palabras, “sirvió para poner las cosas en su lugar”.
Ante el magistrado, González se refirió “a las normas jurídicas del gobierno de 1973 a 1976 con respecto a todos los hechos ilícitos que se generaron en el país y que fueron violatorios de las libertades individuales y los derechos humanos. El Estado de derecho del ’73 al ’76 fue coherente con el debido proceso con la excepción repugnante del decreto del senador a cargo del Poder Ejecutivo, Ítalo Argentino Lúder, que firmó un decreto para aniquilar el accionar subversivo”.
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Obra. El libro de Julio González.
En 1975 protagonizó una sublevación para voltear al jefe del Ejército. Isabelita lo puso al frente y luego los militares la derrocaron.
Sobre los famosos decretos 2.770/71/72/73, que ordenaban la aniquilación del “accionar de los elementos subversivos”, aclaró que “esos decretos no pasaron por la secretaría técnica a mi cargo, lo que se redactó en mi secretaría fue la ley de represión del accionar terrorista o subversivo con las garantías del debido proceso; la presidenta no firmó el decreto de aniquilamiento”.
Zamarreó a Isabel
Los dichos de González apuntaron directamente hacia Lúder (quien quedó exento de esta causa por enfermedad) y hacia Cafiero (le otorgaron la excarcelación).
“Cuando se sublevó el general de brigada Jorge Rafael Videla, el que instigó tomándola de los hombros a la presidente a que designara a Videla fue Antonio Francisco Cafiero. Miente Cafiero cuando dice que no me conoce. Sé quién es y lo documento en mi libro”, reafirmó, aludiendo a Isabel Perón, intimidades de un gobierno.
Pese a sus 73 años, el dirigente peronista se mostró memorioso al detalle y contó que a partir de la asunción de Videla “los tres comandantes formaron virtualmente un gobierno paralelo. Éramos un legítimo gobierno prisionero de quienes querían destruirnos y destruir al país”.
Finalmente dijo que pese a todo eso siguió en ese gobierno “porque había que salvar lo que el pensamiento de Perón decía en cuanto a ‘no hacer la guerrilla a la guerrilla, dentro de la ley todo, fuera de la ley nada’; había que evitar que avanzaran en el área económica los sectores anuentes con lo que después fue el proceso”.
“González inventa cosas”
El domingo 23 de marzo el diario Perfil publicó una extensa entrevista con Julio González en la cual contó varias anécdotas y reiteró su acusación de que Cafiero había impuesto a Isabelita que ordenara a Videla como jefe del Ejército.
Éste le respondió a González: “Yo no tenía ninguna facultad para nombrar o renunciar a ningún jefe de las Fuerzas Armadas. González inventa cosas 30 años después, es una ridiculez. La decisión la tomó la presidenta y buscó un general que en ese momento estaba bien catalogado”.
Fuente: Javier Martín Diario Uno, 10-04-08
Sin respuesta a sus cartas
Julio González fue, luego de la partida de José López Rega al exilio, el hombre más cercano a la ex presidenta Isabel Martínez. Vivió junto a ella los minutos previos del golpe militar cuando la ex mujer de Perón fue derrocada.
Ayer a la salida de su larga declaración ante el juez Acosta mostró su notoria educación y una memoria sorprendente que incluso lo llevó a presentar a fin del año pasado un libro sobre aquella época.
Extrañamente, pese a haber sido una “mano derecha” que le firmó decretos y le escribió discursos, González nunca recibió respuestas de las cartas que le envió a Isabelita.
“Estuve cautivo de la Junta Militar desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 18 de abril de 1983”, dijo ya sin micrófonos de por medio ante un grupo de periodistas, ante quienes se encargó de explicar su teoría de que el Proceso se propuso aniquilar “a los que pensábamos para dejar a personas anuentes a ellos”.
Citando datos oficiales comentó sobre el pasado y el presente industrial de Argentina, anteponiéndolo a la Argentina industrial que pregonaba Juan D. Perón.
“La Justicia no tiene tiempos”, dijo al final opinando sobre los juicios a la dictadura. Durante toda la mañana estuvo acompañado por su mujer, con quien se retiró despacio por las veredas del centro sanrafaelino luego de darles la mano uno a uno a los periodistas que lo aguardaron.
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