Chicos de la escuela Azopardo seguirán en un precario edificio. Su colegio fue afectado por el sismo de 2005. Cursan en la ex Colonia 9 de Julio.
El sismo de agosto de 2005 grabó una marca más en su precaria infraestructura. Desde entonces, la escuela Juan Bautista Azopardo ha tenido que trasladarse a varios lugares para continuar con sus clases y coleccionar innumerables promesas que seguirán postergadas por lo menos durante dos años más. La Dirección General de Escuelas (DGE) tiene proyectado incluir la construcción del nuevo edificio en el presupuesto del año que viene, un plazo al cual deberán sumarse cerca de 15 meses que tardan las obras de los establecimientos escolares.
De esta manera, la comunidad educativa de Agrelo (Luján de Cuyo) deberá conformarse con ocupar por un tiempo más el inmueble de la ex colonia 9 de julio, en la calle Cobos, a casi un kilómetro del terreno donde está ubicado el viejo edificio de la escuela.
Los más de 320 alumnos de Nivel Inicial, EGB1 y 2 y los docentes llegaron a ese sitio provisorio a mediados de 2006 con la intención de contar con un espacio que tuviera los elementos básicos que necesita un colegio para funcionar. Sin embargo, se encontraron con un pabellón precario, que tuvo que someterse a diferentes refacciones y remodelaciones. La adaptación llegó de la mano de salones divididos con cartones semiprensados, manos de pintura y nuevas conexiones de luz y agua. Además, las autoridades pidieron la colocación de módulos para que allí funcionara el jardincito y parte de los baños.
Leer todo el artículo - CerrarSe hizo una adaptación, pero hay que entender que esto era una colonia y no está pensada para que funcione una escuela, ya que para la disposición de bancos y la capacidad de alumnos se necesita otro tipo de infraestructura, aclaró la directora del colegio Azopardo, Elba Lombardo.
El traslado
Los alumnos y docentes dejaron su antiguo edificio después de que el sismo de 2005 acentuara las falencias de su estructura. Los resultados saltaron a la vista: a paredes agrietadas y mampostería caída, se sumaron al hundimiento de suelo que las autoridades habían detectado con anterioridad. A raíz de esto, según aclaró la DGE, el establecimiento quedó clausurado.
Antes de trasladarse a la colonia, los chicos de jardín y de los dos primeros años tuvieron que cursar de tarde en las aulas libres de una secundaria de Agrelo (4-1723), en tanto que el resto se quedó en la escuela original, tomando clases en casillas y en la parte habilitada del sitio.
Lo cierto es que mientras llega la construcción del colegio propio, los padres se muestran preocupados por el actual lugar donde recurren los chicos para estudiar. Es que la colonia está rodeada de bosque y muchos de los pequeños que llegan a las 7, antes de que la escuela abra sus puertas, deben esperar en un sitio poco iluminado.
Acá (en la colonia) no hay parada de micro, así que el colectivero tiene que cruzar la calle para que los chicos no corran riesgo, en cambio en el otro colegio los dejaba en la puerta, indicó Carina Arriagado, mamá de dos nenas que van a la Azopardo.
Para responder a los pedidos de los vecinos de Agrelo, que buscan una solución a su problema edilicio, el justicialista Manuel Vilte, vicepresidente del Concejo Deliberante de Luján, solicitó a la DGE que en forma urgente proceda a la reparación, inspección técnica y presupuesto de la obra. En caso de que los arreglos no sean factibles, exige que se construya un nuevo establecimiento.
Desde la DGE señalaron que la edificación de la nueva escuela Azopardo está pactada para el año que viene, cuando se elabore el presupuesto 2009.
Posiblemente se realice en el mismo terrenos del viejo edificio, eso hay que verlo cuando se elabore el proyecto a fin de año. Lo que sí está claro es que la escuela original hay que demolerla porque tiene fallas estructurales, aseguró Roberto Pacini, subsecretario de Infraestructura.
Virginia Di Bari, Los Andes y Redacción La Quinta Pata, 06–05–08
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