Mary Ruiz de Zárate
Junto con el grito de tierra de Rodrigo de Triana, el 12 de octubre de 1492, anunciando el descubrimiento de Guanahani(1), una riada de capitanes, seguidos de sus huestes, incorporaría a la corona de Castilla todo un continente, mediante la conquista y la colonización, y produciría, consecuentemente, el más grande proceso de transculturación habido en la historia de la humanidad.
Cuando Alonso de Ojeda arribó a la costa firme de la actual Nicaragua, encontró a unos indios, llamados américos, que moraban un extenso territorio, encerrado entre la cadena montañosa que discurre de noroeste a sudeste del país, desde el Lago Nicaragua al océano Atlántico.
Este territorio era dominado por estos indios amerricúas y Ojeda ordenó a su cartógrafo que lo consignase en el mapa que se levantaba de la comarca. Este cosmógrafo era Amérigo Vespucci; luego, en mapas posteriores puso Américus, firma que muchos consideraron apócrifa, ya que en la XIX edición de sus famosas Cartas Geográficas aparece de nuevo el nombre de Alberigus Vespucci en lengua latina.
Esto dio pie al error de considerar que el nombre de América dado a nuestro continente venía del patronímico del italiano, que tampoco, por cierto, era Américo. En realidad, la idea de dar el nombre de América al Nuevo Mundo se debió a la proposición del cosmógrafo alemán Martín Walzemuller, en su obra Cosmographia Introductio, publicada el 25 de abril de 1507, basándose precisamente en la declaración hecha por los indios américos a Ojeda.
Por otra parte, historiadores contemporáneos de Vespucci consideran a este una figura de segundo orden y Pedro Martyr de Anglería, el mejor cronista del “Descubrimiento”, lo trata de falsario por atribuirse descubrimientos y exploraciones. Antonio Herrera, historiador muy autorizado de su época, señala en 1615, el verdadero lugar que corresponde a Vespucci en los viajes del descubrimiento: simple auxiliar, como dibujante del gran cosmógrafo, piloto y cartógrafo Juan de la Cosa y, luego, de otros navegantes, pero siempre en este papel.
Finalmente el mapa publicado en Lyon en 1523 da como nombre para el nuevo continente el de Amerricúa, cuyo descubrimiento ocurrió hace poco menos de 515 años.
(1)Antigua isla de San Salvador, hoy Watting
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