Uruguay: el gatopardismo frenteamplista

Loreley Nicrosi

Quien resulte candidato del FA puede verse obligado a llevar a cuestas un programa muy distinto al que está aplicando Tabaré Vázquez. De acuerdo a las propuestas elevadas al congreso, el FA está ubicándose más a la izquierda que su propio gobierno. En clara oposición a las decisiones tomadas durante la administración del presidente Tabaré Vázquez, la mayoría de los participantes de las comisiones que elaboran el programa de cara a las elecciones de 2009, echaron por tierra varias de las principales decisiones tomadas por el mandatario. Las cinco comisiones fijaron posición sobre los ejes temáticos del futuro programa de gobierno: Uruguay Integrado, Uruguay Productivo, Uruguay Social, Uruguay Democrático y Uruguay Cultural.

Si bien los debates se realizaron en base al documento madre de Grandes Líneas Programáticas acordado por todos los grupos del FA, la tónica estuvo ayer en la incorporación de aditivos y precisiones, para no dejar flancos que permitan distintas interpretaciones, si la izquierda volviera a ganar las elecciones. El MPP y el Partido Comunista (PCU) elaboraron juntos una "hoja de ruta" a los efectos que cuando el programa se debatiera en cada comité de base, sus delegados incidieran para endurecer los enunciados. En los acuerdos para modificar parte del documento madre, se hizo hincapié en algunos temas puntuales con el Partido Socialista y la Vertiente Artiguista.

El resultado de esos acuerdos se plasmó ayer en el trabajo de la mayoría de las comisiones, donde por abrumadoras mayorías se dispuso realizar cambios a la propuesta programática original. Integración. En ese sentido, la mayoría de los 250 delegados que participó en la comisión de Uruguay Integrado rechazaron toda posibilidad de proseguir en el TIFA con Estados Unidos, en un eventual segundo gobierno del FA. A través de duros cuestionamientos a la política internacional llevada adelante tras la salida del ex canciller Reinaldo Gargano, los delegados de los comités calificaron de "error" el haber aprobado el Tratado de Protección de Inversiones con Estados Unidos. En un encendido discurso realizado por Gargano, el que fue avalado con un cerrado aplauso, el senador socialista remarcó la necesidad de que la integración de Uruguay se realice a través del Mercosur y la Unasur, como así todo bloque que favorezca la relación entre los países latinoamericanos. Por amplísima mayoría se rechazó la participación del Comando Sur en el país y sus maniobras, al tiempo que se cerró el camino a realizar cualquier tipo de acuerdo con Colombia, mientras permanezca el presidente Álvaro Uribe. En la comisión se entendió además que Uruguay debía tender líneas para recomponer el diálogo con Argentina y mejorar el relacionamiento con Brasil, más allá de las diferencias por la instalación de Botnia en Fray Bentos o las asimetrías que existen en el Mercosur. En la comisión se criticó la política de "puertos" llevada adelante por el gobierno, por entender que no va en línea con la defensa de la soberanía. En tanto, la comisión Uruguay Social aprobó una moción que, en los hechos, plantea la eliminación del sistema vigente. El planteo realizado originalmente por el diputado del MPP, Esteban Pérez, proponía volver a un único sistema intergeneracional y universal. Pero, en negociaciones que tuvieron lugar hasta la primera hora de la madrugada de hoy domingo, se acordó excluir el planteo para eliminar las AFAP y solo proponer algunos ajustes para mejorar la seguridad social. El MPP aceptó retirar el planteo, ya que era un obstáculo más a la eventual candidatura de Mujica.
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Extranjerización. El rechazo generalizado a la extranjerización de la tierra, la necesidad de limitar la inversión extranjera si no genera fuentes de trabajo genuinas, las críticas a emprendimientos como el de las plantas de celulosa, fueron el denominador común de la comisión de Uruguay Productivo. La necesidad de que el Estado asuma un papel más protagónico y regulador en un segundo período de gobierno de la izquierda, fue avalado por los casi 400 delegados que asistieron a la comisión. También se reafirmó la necesidad de que las empresas consideradas estratégicas permanezcan a manos del Estado.

Constitución. En la comisión Uruguay Democrático, se dispuso que si el FA ejerce el gobierno en 2010 se convoque a una Asamblea Constituyente, para reformar la Carta Magna. En la misma se incluiría un cambio en la integración de los organismos de contralor.

Otra propuesta apunta a la despenalización del aborto; el Voto consular y el IRPF
El ex canciller Reinaldo Gargano propuso ayer que en la reforma constitucional que se plebiscitará en las elecciones de 2009, se establezca el voto espistolar de los uruguayos en el exterior, en lugar de sufragio consular. El senador socialista dijo que no todos los uruguayos residentes en el exterior pueden trasladarse hasta los consulados y consideró que el voto por carta sería más transparente. La necesidad de modificar la reforma tributaria, fue otro de los planteos que se realizaron en la comisión de Uruguay Productivo. El criterio mayoritario de los delegados de los comités de base es que se grave más el capital que el trabajo. La despenalización del aborto es otro de los temas que aspiran a incorporar al programa de gobierno para 2010 los representantes de los comités de base que participan del congreso.

Crispación por ley de educación
El congreso del Frente Amplio rechazó anoche una moción a favor de la derogación de la ley de educación recientemente aprobada por el Parlamento. Esta moción recibió 648 votos a favor y 702 en contra. La moción surgió de la comisión programática Uruguay Social, cuyos miembros se enfrascaron en uno de los debates más tensos de los registrados ayer. La delegada de base Chispita Pastorino encendió la mecha, al criticar duramente a la bancada oficialista por haber aprobado la ley antes de que se realizara el congreso de la coalición. Por su parte, el dirigente comunista Pedro Balbi, puso en duda la "ética frenteamplista", ante el voto afirmativo de la mayoría de los legisladores oficialistas. Balbi, quien participó de las movilizaciones en contra de la ley y estuvo el miércoles en el Senado cuando se desalojó las barras en medio de una trifulca, reprochó que la izquierda no haya tenido en cuenta la posición de los gremios de la enseñanza. En respuesta, todos los diputados oficialistas que participaron de la comisión salieron a ponerle el cuerpo a las balas, para defender la iniciativa promovida por el Poder Ejecutivo. El diputado Edgardo Ortuño le respondió a Balbi que mantenía la "ética de la responsabilidad, la ética de dejar sin efecto la ley de emergencia vigente". La comisión elevó dos mociones al congreso: una de respaldo a la ley de educación y otra que insiste en derogarla. Incluso se manejó la posibilidad de convocar a consulta popular. Al ponerse anoche a consideración del congreso las dos mociones, ganó la que apoya la ley, aunque por un corto margen. La moción que proponía derogarla, calificaba de "soberbios" a los legisladores del Frente Amplio.

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Opinión: El trabajo de Loreley es excelente, como siempre. Cuando uno lee sus artículos puede visualizar rápidamente dos cosas fundamentales: profesionalismo y mucho trabajo. Eso siempre está garantizado con Loreley. Pero quiero hacer referencia especialmente a los mencionados cambios del FA. Son aparentemente cambios para seguir en lo mismo, la foto de un camaleón pretende demostrar eso, el gatopardismo frenteamplista. Ninguno de estos delegados al Congreso fue capaz de levantar la voz durante 3 largos años. Tres largos años donde se hizo todo eso que ahora se critica. Pero quiero advertir otra cosa. Ya el Programa del FA que hipotéticamente ejecuta este gobierno (era mejor que lo que hizo el gobierno) a pesar de todo, sí, era mejorcito que lo que hicieron. Pero además hicieron cosas que no estaban en el Programa. Por lo tanto, ya el Programa no es garantía de nada. Quedó absolutamente demostrado que ni bien llegan al gobierno; no solo no lo cumplen, sino que pueden llegar a realizar lo opuesto a lo que escribieron en un Congreso.

José Luis Vázquez

En mayo de 1860, tras el desembarco de Garibaldi en Sicilia, Don Fabrizio asiste con distancia y melancolía al final de una época. La aristocracia comprende que el final de su supremacía se acerca: es el momento de que se aprovechen de la situación política los burócratas y mediocres, la nueva clase social emergente. Don Fabrizio, perteneciente a una familia de rancio abolengo, se tranquiliza viendo que su sobrino Tancredi, a pesar de combatir en las filas garibaldinas, intenta aprovecharse de la situación. Cuando, como todos los años, el Príncipe se traslada con toda su familia a la residencia estival de Donnafugata, se encuentra a un nuevo alcalde Don Calogero Sedara, un burgués de origen humilde que se ha enriquecido y ha hecho carrera como político. Tancredi, que antes había manifestado algún interés por Concetta, la primogénita del Príncipe, se enamora de Angelica, la hija de Don Calogero, con la que se casará, fascinado probablemente por su belleza, pero también por su significativo patrimonio. Otro episodio significativo es la llegada a Donnafugata de un funcionario piamontés, Chevalley di Monterzuolo, que ofrece a Don Fabrizio la posibilidad de ser senador del nuevo Reino de Italia. Sin embargo, el Príncipe rechazará esta oferta, alegando que está demasiado ligado al antiguo régimen, dando como respuesta a Chevalley la famosa frase: «Algo debe cambiar para que todo siga igual». Espejo de la realidad siciliana, esta conocidísima frase simboliza la capacidad de los sicilianos para adaptarse a lo largo de la historia a los distintos pueblos que han gobernado esta hermosa isla. La vida del Príncipe a partir de ese momento transcurre con monotonía y desconsuelo, hasta la muerte, que le llega en una anónima habitación de hotel en 1883, cuando regresaba de Nápoles, adonde había acudido para unas visitas médicas. En su casa permanecerán las tres hijas solteras, amargadas por su vida cerrada y solitaria.

loultimenpolitica.blogspot.com, 14 – 12 – 08

La Quinta Pata