domingo, 4 de enero de 2009

Nuevas fábricas recuperadas: ¿2001 o 2009?

Nuevas fábricas recuperadas

Ayelen Stroker y Lucas Vadura

La recuperación de fábricas abandonadas por sus "dueños", y la conservación de los puestos de trabajo en manos de la gestión obrera han tenido gran repercusión tras la crisis de diciembre de 2001. Sin embrago, y contrario al imaginario colectivo, ese movimiento no se detuvo, sino que sigue creciendo al mismo ritmo que muchas patronales deciden abandonar a los trabajadores y las empresas con deudas millonarias.

A continuación dos entrevistas con trabajadores del Frigorífico Buenos Aires (jamones Torgelon) e Indugraf, ambas empresas en vía de recuperación y gestión obrera.

Frigorífico Buenos Aires – Jamones Torgelon
Frigorífico Buenos Aires (Jamones Torgelon) fue durante muchísimos años una de las más importantes empresas en el rubro de los embutidos. Situada en Av. Donato Álvarez y Gaona, frente al policlínico bancario, en el barrio de La Paternal, la fábrica comienza a tener "inconvenientes" a fines de los 90'. Con la crisis de diciembre de 2001 esa situación se agrava, pero se revierte entre 2003 y 2005, año en que, por la acción patronal comienza su "caída" (léase retirada y/o huida) definitiva.

- ¿Cómo es que el Frigorífico, que era muy reconocido en sus productos, empieza a venirse abajo?
Walter (obrero de Torgelon): El conflicto empieza por peleas entre ellos. Son 9 socios, que, por una cosa o por otra… prácticamente se empezaron a robar entre ellos. Y ahí es donde empezó el conflicto.
Después ellos se retiraron y mandaron a un grupo de administradores, pero ya con la intención de no seguir; tirar todo esto atrás, y empezaron a hacer el vaciamiento de la mercadería; empezaron a bajar la calidad del jamón, a ponerle menos sal, a hacer productos de muy mala calidad.

- ¿Y empezaron a producir menor cantidad, a quedarse sin producción, a desabastecer?
W: No, al contrario. Empezaron a producir mucha más cantidad, pero de malísima calidad. Entonces lo que se vendía se vendía, que era cada vez muchísimo menos. Y mucho empezó a venir en devolución.

- ¿Y lo que venía en devolución se podía recolocar o revender, o lo tiraban?
W: Lo que venía en devolución se tiraba. Vos no podías decir nada porque estabas bajo patrón, ellos te pagaban, y…o sea, nosotros veíamos todo el mal funcionamiento, pero nunca pensábamos que iba a llegar a este destino.

- Y ahí, cuando empezaron a notar esto, ¿empezaron a hablar entre ustedes?
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W: Nosotros ya lo notamos porque cuando vino esta segunda gente, el segundo administrador (porque hubo otro primero) empezaron a robarse directamente la plata, los jamones, todo, intentando vaciar la empresa para cerrarla; les salió mal la maniobra y se fue. Después vinieron otros, que son los últimos que terminaron de hacer este vaciamiento. Acá cuando ellos entraron la empresa tenía 17 mil jamones, y con el tiempo fueron mermando y no se reponían. Entonces ahí fue cuando nos dimos cuenta que esto ya no iba a ir más, fue cuando quedaban 600 jamones, de 17 mil que había antes.
Y ellos nunca invertían acá. Siempre nos chamuyaban, nos decían "sí, la semana que viene va entrar jamón, así los reponemos, 500 de acá, 500 el mes que viene", pero eso nunca entraba. Y nosotros veíamos lo que pasaba; le debían plata a todo el mundo, pero no podíamos decir nada porque a nosotros nos tenían los sueldos al día, siempre nos pagaban, todo para no poder protestar.

- ¿Y cuándo empezó la situación de despidos?
W: El conflicto empieza en parte en 2005, donde terminan despidiendo a 45 personas. Después vinieron las suspensiones, y en 2007 fueron los últimos despidos. Ahí terminamos de estallar.
Los despidos de ellos venían a base de que estaban convenciendo a la gente de que este frigorífico podía seguir trabajando con menos personal, y querían reducir, ellos se querían quedar con la gente que realmente sabe cómo trabajar, y sacarse a los demás.

- ¿Ahí acudieron al sindicato, a algún lado?
W: Bueno, fuimos al sindicato pero el sindicato nos jugó en contra. Por ejemplo, en el tercer despido el sindicato nos pedía que nos vayamos a casa y esperemos soluciones, Y ahí fue donde nosotros decidimos encerrarnos acá, no ir a ningún lado y resistir hasta el día de hoy.

- ¿Fueron a pedir ayuda o mediación al ministerio de trabajo, o a la justicia laboral?
W: También fuimos. Dejamos asentadas cosas, pero eso es todo burocrático. Vas, dejás asentado esto, lo otro, vas, vas, vas… pero… nunca pasa nada.

- Ustedes ¿cuándo toman la planta, y a partir de ahí qué pasa?
W: En abril de este año (2008). Porque la excusa de ellos para no producir más fue lo del campo: que no podían comprar carne, no podían comprar cerdo, y era todo mentira. Acá los camiones venían y los hacían rebotar, volvían. O se lo hacían robar entre ellos.

- Y en esa fecha fue que se fueron, se borran definitivamente…W: Fue un 12, un viernes. Que dijeron "chau, hasta el lunes", y no volvieron más. Saludaron como saludarte a vos, "chau, hasta el lunes". Entonces el lunes vinimos, y entramos igual.

- Previo a eso, ¿cómo estaban organizados y cómo se empezaron a organizar posteriormente?
W: No teníamos comisión interna, nada. Solo los delegados del sindicato. Y después… fue una lucha. Fue una lucha por el hecho de que hay mucha división todavía, y en ese momento peor. Hay gente que los sigue a los delegados y gente que no. Para nosotros, los delegados fue la gran lucha, porque ellos estaban con el sindicato, y ellos querían hacer la cooperativa con el sindicato, para el sindicato. Pero el sindicato a nosotros siempre nos jugó en contra. El tema es que al sindicato la empresa le debía plata, entonces el sindicato siempre venía acá a protestar por su plata pero nunca a ayudarnos a protestar por los problemas nuestros. Y de ahí sale la duda, y la sospecha es que el sindicato puede estar… o todavía están los que eran delegados acá que son una contra total. Informaciones que agarramos nosotros se las tenemos que dar sí o sí porque también están en la cooperativa.
Los que eran delegados del sindicato incluso han llegado a traer gente, gente sospechosa que hasta una vez los hemos tenido que sacar de acá, mal, porque vienen a ver qué estamos haciendo, qué estamos discutiendo. Creemos que informaciones nuestras ellos van y se la llevan allá. De algún lado se filtran, ¿porque sino cómo se pueden enterar?

- Cuando decís que al sindicato le debían plata, ¿de cuánto estamos hablando?
W: Me parece que llega a los 15 millones.

- ¿Todo esto se llevó a la justicia?, ¿hay alguna causa abierta?
W: Los dueños, y los que administraron esto, ahora están impedidos de salir del país porque tienen denuncia tras denuncia, penales, todo, en su contra. No pueden salir a ningún lado. No pueden hacer movimientos, ingresos, nada. Igual están todos en sus casas.

- Volviendo al día en que ustedes hicieron ocupación de la fábrica, ese lunes que entraron, ¿estaban todas las maquinarias, los insumos y todo lo que habían dejado el viernes?
W: Las maquinarias no se las pudieron llevar. La semana anterior fue la que más salió la mercadería, la que más se llevaron. Ahí es donde hicieron el vaciamiento total de la fábrica. Pero las maquinarias no las pudieron sacar porque acá había serenos. Los serenos estaban alerta de este tema.

- Entonces ustedes entran, la maquinaría está, ¿cómo deciden empezar a producir?
W: Estuvimos dos o tres semanas sin hacer nada. Era estar de Asamblea, reuniones… todo para decidir que íbamos a hacer, cómo íbamos a empezar. Porque para nosotros es todo nuevo esto. No es lo mismo venir todos los días, vos sabes lo que tenés que hacer, terminas de trabajar y te vas. A partir de ahí había que tomar un camino y un aprendizaje nuevos. Nosotros el trabajo acá lo sabemos hacer, pero después, todo el movimiento… Y aparte, te digo, ¿Cómo convencíamos a los proveedores que vuelvan a confiar de nuevo y traigan mercadería? Eso cuesta mucho. Hasta el día de hoy cuesta volver al cliente. El cliente te pide garantías. Nosotros ahora estamos vendiendo al contado y pagando al contado, porque es la única forma de que los clientes y los proveedores vuelvan a tener confianza en nosotros.

- ¿Cómo es la cadena de venta, a donde están abasteciendo?
W: Por ahora, venta en la calle, en las esquinas del barrio, los vecinos siempre nos dan una mano, y después comercios, menos los supermercados. No queremos trabajar con ellos. Son tránsfugas. Te piden una cantidad de mil kilos, si no lo pudiste entregar a tiempo, te cobran una multa, te devuelven la mercadería, siempre vas a pérdida, siempre ganan ellos. No los podés ni empatar a esa gente. Los que eran dueños de la empresa no trabajaron nunca con supermercados. Pero la última administración sí. Y ahí empezaron a llegar multas, multas, multas… ellos lo hacían a propósito. Estaban vaciando la empresa.

- Antes nos hablabas del apoyo de los vecinos. ¿Cómo fue la reacción de ellos al principio?
W: Muy buena. La relación con los vecinos desde el principio fue muy buena. Qué se yo… a ellos les debemos el alma y el corazón. Se portaron de maravillas con nosotros. Hasta el día de hoy. Desde el principio nos dieron apoyo total. Y lo mismo las cooperativas. Acá vinieron 100 cooperativas en un día. Ese lazo sigue vigente. Vos necesitas mercadería, viene una cooperativa y te lo da, después se lo pagás.

- Ahora que ha pasado un tiempo, que empiezan a manejar más información, que pueden pensar la cosa más tranquilos y desde adentro: ¿Cuál era el objetivo del vaciamiento?
W: Hacer torres. Ellos querían que no quedara nada acá adentro para hacer torres. Era un negocio redondo. No tenés que mantener gente, no dependés de la producción, no te tenés que levantar a las 6 de la mañana, nada. Encima acá, en esta zona, vendés seguro.
El otro que lo quería comprar esto acá era Jumbo (el Hipermercado), querían hacer planta baja Jumbo, y edificios arriba: Le vendés a la misma gente que tenés arriba, al barrio… tenés el policlínico enfrente… un negocio redondo.

- Desde que toman el lugar hasta ahora, ¿Cómo se organizan entre ustedes?
W: Tuvimos que armar una comisión. Una comisión se integra de Tesorero, Presidente, Vicepresidente, Vocal, Vocal suplente, Síndico, Secretario. Se postularon todos, y votamos entre todos. Las decisiones se toman por asamblea, porque todos estamos en el mismo baile, entonces las decisiones son grupales. Nadie decide por sí mismo. La elección de "representantes" es nada más como figura legal, o por si hay reuniones afuera, etc.

- Antes nos contabas que cuando entraron les resultó muy difícil esta idea de que antes tenías un patrón, sabías lo que tenias que hacer, venías, lo hacías, te ibas y a fin de mes tenías la plata, y de pronto se tuvieron que poner a administrar entre todos para seguir laburando y poder comer…
W: Claro. Antes venían y te decían "tenés que hacer esto, esto y aquello" y vos lo hacías. Ahora hay un montón de cosas para hacer y en este momento por ahí le decís a un compañero "che, hay que hacer esto" y te dicen "¿Quién sos?" Algunos cuando hay que hacer el laburo van y lo hacen, otros no. Sigue habiendo el conflicto ese. Pelea tras pelea todos los días. Acá hay gente que quiere venir a sentarse día tras día sin hacer nada y llegar el fin de semana y que les digan: "toma, acá tenés" y llevarse la plata. Sigue siendo conflictivo. Sigue estando la gente que no quiere que esto sea cooperativa. Hay gente que todavía tiene ganas de que venga un patrón y les diga "tomá", pero acá no vuelve nadie.

- Los que están más convencidos de la posibilidad de la gestión propia entre trabajadores, de este modo que vos nos contás, ¿sintieron algún cambio en la vida, amén del cambio concreto de gestión? Digo, no tener los ojos en la nuca todo el tiempo del patrón que, como decís vos, por cualquier cosa te dice de todo, o cuando te tiene que echar lo hace y ya
W: Sí, la verdad, cambió mucho, al 100%. Antes no tomabas decisiones y ahora las tenés que tomar. Sean buenas, sean malas, sean brutas o inocentes. Hay acá gente que se agarró a trompadas. Esto es un conflicto todos los días. No es fácil.

- Pero, pudiendo elegir, en condiciones óptimas, ¿Qué preferís, volver a trabajar bajo patrón o una gestión de este tipo?
W: Y, mirá… ya haber recorrido de haber estado con patrones y de estar de esta manera… y… me gustaría seguir de esta manera. Siempre y cuando tiremos todos para el mismo lado.

- ¿Cómo te cambió la vida personal, cotidiana, la relación con tu familia en el día a día?
W: Los primeros meses hasta cambió la relación en mi casa, cambió bastante. Imaginate que mi señora me llegó a decir… - porque yo nunca llevé los problemas del trabajo a la casa ni los de la casa al trabajo – me dijo un día "¿Qué te pasa que estás distinto?, vos no sos así, los problemas del trabajo nunca los trajiste a casa, ¿y ahora sí?".
Pero los llevás a tu casa porque es una forma de desahogo, de tanto renegar con gente acá… antes no renegabas así. Te decían hacé esto, esto y esto y lo hacías, no interesaba si sabías o no. Pero hoy en día vas a tu casa presionado, nervioso, no es fácil.

- En general, ¿ves en tu caso y en tus compañeros que hay un apoyo familiar a esto también, o están más solos acá?
W: Sí, sí, totalmente. Hay un gran apoyo familiar. En mi caso mi señora siempre me da fuerza, me dice que aguante, espere… ojo, acá también hay gente que vienen solos y te dicen "che, en qué te ayudo", y eso también te impulsa, te da fuerzas. Algunos compañeros siempre hacen lo mínimo y te dicen "no, esto ya lo hice lo demás no lo quiero hacer". Pero hay gente que con las decisiones que toman te dan ganas de seguir adelante, de seguir luchando.

- Cuando llegas a fin de mes y te sentás a comer con tu familia en la mesa… ¿Qué te genera saber que eso lo estás haciendo vos con tus compañeros, lo estás logrando con todo lo que hay que aguantar?… decir "lo hicimos nosotros, no lo regaló nadie"
W: Sí, que se yo. Si vamos al hecho siempre fue así, porque la producción siempre la hacen los trabajadores. La diferencia ahora está en que también administramos, pero producir seguimos produciendo los mismos. Lo único que cambia es el tema del mandato, porque la producción de esto o la producción de lo otro siempre fuimos los trabajadores. El patrón siempre aprendió más de los operarios que de lo que él sabía.

Indugraf
Fedra Spinelli y Luis Zarranz
- ¿A qué se dedica Indugraf?
Obrero Indugraf: El 90% de la producción son libros: escolares, de bolsillo… también se hacen revistas, pero muy poco. Casi toda la producción es de libros.

- ¿Cuándo empieza el conflicto?
OI: El día 24 de noviembre, nos presentamos como siempre a cumplir con nuestras tareas pero nos encontramos con el taller cerrado y todas sus puertas clausuradas. Recibimos los telegramas y quedamos 88 despedidos. Desde hace más de un mes nos encontramos ocupando la fábrica. La idea de nosotros en primer momento era hacer venir a los patrones, que nos dejaron con dos meses de sueldo adentro, sin cobrar… ahora en este momento hemos aprobado por asamblea que vamos a pelear para poner en marcha el taller en manos de los trabajadores.

- ¿Cuál es la situación en que dejaron los antiguos patrones la empresa?
OI: No solamente nos quedaron debiendo sueldos, sino que más de dos años de aportes jubilatorios, obra social y sindicato, sino también a bancos, financieras… o sea que es una deuda millonaria que dejó esta patronal, los señores Martínez.
El día 29/12, como regalo de año nuevo, se dictó una orden de desalojo, con un plazo de 72 horas para que los trabajadores se retiren de la fábrica abandonada. Los trabajadores, junto con distintas organizaciones que brindan su apoyo, se encuentran en Indugraf, en la calle Sánchez de Loria 2251 (Parque Patricios), y piden la solidaridad y el apoyo de todos los que quieran y puedan acercarse en defensa de sus puestos de trabajo.

Paradojas, o chistes de mal gusto
Si se entra en la página de internet de Indugraf, leerá lo siguiente:
INDUGRAF S.A. es una empresa argentina de servicios integrales para la Producción Gráfica Editorial, con más de 32 años de sólida trayectoria y creciente prestigio, avalado por importantes editoriales argentinas e internacionales que integran su cartera de clientes y amigos.
Los clientes de INDUGRAF S.A. valoran no solo precios, sino también servicio y puntualidad. La imagen de la empresa, clara como el agua, es fruto de una relación comercial cordial y confiable que brinda su gente, hasta en los mínimos detalles.
Las metas alcanzadas a través de una permanente actualización tecnológica y de gestión, con una adecuada capacitación de su personal técnico y administrativo, le ha permitido situarse al más alto nivel acorde a la exigencia de la edición actual, asegurándole un presente y un futuro con auténtica proyección.


Agencia Walsh, 04 – 01 – 09

La Quinta Pata

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