Cochabamba. El Gobierno boliviano dudó el jueves que el grupo de cinco presuntos terroristas desbaratado en una acción policial hace una semana en Santa Cruz operara por cuenta propia en sus intentos secesionistas y abrió sospechas de que una de sus tareas era armar a otras células irregulares que están libres.
"Nosotros no creemos que estas cinco personas iban a cumplir su propósito y su objetivo de separar a Santa Cruz del resto del país, son muy pocos. Esta gente estaba armando más células terroristas, hay gente comprometida a quien hay que investigar", señaló el vocero presidencial, Iván Canelas.
El portavoz presidencial dijo que el tema sería más grave si las investigaciones, que están en marcha, comprueban esa posibilidad de vínculos de ese grupo desarticulado con células extremistas en formación en Santa Cruz y otros departamentos de Bolivia, con ex paramilitares extranjeros acusados de delitos de lesa humanidad en sus países.
Canelas aseguró que esos grupos extremistas actúan "a la par del dinero, esa gente vino por eso, no por convicciones políticas como lo hizo el Che Guevara".
"No me van a decir que el señor Eduardo Rózsa (uno de los supuestos terroristas, muerto en el operativo) vino por una intencionalidad política, liberar, hacer una revolución en Bolivia, no. Él vino porque le dijeron tienes que venir, ayúdanos te vamos a pagar, tendrás armas, nuestro fin último sino tomamos el poder es separar a Santa Cruz de Bolivia", argumentó Canelas.
Rózsa Flores, boliviano croata, articulador de grupos de terroristas internacionales y abatido el jueves último por la Policía boliviana, desveló que su misión en Bolivia era promover, por la vía armada, la secesión de Santa Cruz y la conformación de un nuevo Estado, durante una entrevista concedida en octubre último a un periodista croata, Andras Kepes, en la que también confirmó la existencia de organizadores y financiadores locales del movimiento separatista.
ABI, 23 – 04 – 09
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