Ramón Ábalo
Las lealtades son relativas en la acción política actual de la Argentina, tanto de un lado como del otro, pero se acentúan en esta atmósfera preelectoral del 28 de junio. El cobismo en Buenos Aires, con su líder a la cabeza, rompe posibilidades de una alianza con otros sectores, porque de lo hablado previamente al momento de concretar – más que nada candidaturas – lo ningunean. Y aquí en Mendoza, en un largo reportaje que aparece hoy en el Diario El Sol, el candidato a diputado nacional, Adolfo Bermejo, por el PJ, habla bien, por ejemplo, del llamado peronismo disidente y en coincidencia afirma que no está muy de acuerdo con algunas posiciones de Kirchner, enancándose en el caballo de la derecha por aquello del discurso en que plantea algo así como "después de mí -o sin mí- el caos".
El candidato, conocidos sus dichos, ha levantado una polvareda en propios y los otros, indignación en unos y el éxtasis en estos. Pero el decir de Bermejo, más que en las propias filas partidarias, está horadando apoyaturas de sectores extra justicialistas, que están exigiendo que el descarriado aclare su posición, ya que las dichas apoyaturas son en función de consolidar las políticas nacionales del kirchnerismo, que se traducirán, electoralmente votando a la boleta de los candidatos nacionales, especialmente a Bermejo. Una paradoja en tiempos electorales que no es patrimonio solamente de los justicialistas, kirchneristas o no. Están los cobistas, la derecha ultra, o de los "progres" (progresistas) al estilo del Pino Solanas, Bonasso, Lozano. Y aquí en Mendoza los socialistas, los "aristas medio truchos" como el Tucho Piedrafita y Alejandra Naman. La lista es larga, incluso los "gansos" del PD que al parecer están, a esta altura, con aquello de la margarita: "...con estos o con aquellos... con éstos o con los otros..."
Pero como decía un kirchnerista extra justicialista: "...lo que dice Bermejo era de esperar, como de cualquier peroncho...sabemos muy bien con los bueyes que aramos...lo que nos interesa y quede bien claro, que lo que votamos es contra el enemigo principal del pueblo argentino: los grupos concentrados de la economía, de las finanzas, las oligarquías sojeras y ganaderas de siempre, los monseñores y los genocidas...al menos por ahora, después no las agarraremos contra el kirchnerismo".
La Quinta Pata
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