La salida de prisión el 9 de julio pasado, después de aproximadamente 50 días de cautiverio, de los últimos 9 compañeros de nuestra organización y del MTR encarcelados como represalia a su manifestación contra el sionismo, y la presencia en nuestro país de Avigdor Lieberman, ministro de relaciones exteriores del Estado racista de Israel, constituyen dos circunstancias que nos llevan a reflexionar y a hacer un balance de todo lo sucedido en estos últimos dos meses a este respecto.
En primer lugar debemos expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos, de nuestro país y del exterior, que confiaron en nosotros y que, más allá de compartir o no todas nuestras posiciones políticas, no dudaron en repudiar a los sionistas y en luchar por la liberación de los compañeros. Se debe a todos ellos el que los jueces de la Cámara Federal de Apelaciones se vieran obligados a ordenar la liberación de detenidos y a voltear una gran parte del montaje pseudo-jurídico del "juez" Bonadío, que actuó con absoluto prevaricato. A quienes hicieron posible esa majestuosa campaña por la libertad de los presos del imperialismo sionista va nuestra eterna gratitud. A todos ellos nuestros compañeros deben su liberación de la cárcel.
Pero así como expresamos este agradecimiento, deploramos con gran dolor la actitud de algunos referentes y organizaciones que en otras ocasiones han estado en el campo del repudio al sionismo y que, esta vez, dieron crédito a las mentiras sionistas y se solidarizaron con los genocidas. Realmente nos resulta difícil comprender semejante comportamiento que no sabemos cómo calificar sin sentir un gran dolor y una gran tristeza.
Como "hay suficiente luz en el mundo para el que quiera ver", realmente nos invade la impotencia cuando ya las palabras parecen inútiles para hacer reflexionar a quienes han cometido semejantes errores. De todas maneras, como siempre hemos confiado en el debate fraterno y honesto, es que en este balance brindaremos una vez más todas las explicaciones necesarias que demuestran nuestro recto obrar y que evidencian las habituales mentiras del sionismo.
Una de las mentiras más claras y alevosas es aquella donde se acusa a quienes se manifestaron el 17 de mayo de "antisemitas". El eje de esta acusación es la falacia de que todo aquel que se manifiesta contra el Estado racista de Israel es "antisemita". Además de que el judaísmo es una religión y el sionismo es una organización imperialista, cosas muy diferentes que es tramposo igualar, los que hablan hebreo no son los únicos que utilizan una lengua de origen semita. El árabe es otra de ellas. Concretamente, los árabes son la mayoría de los "semitas" que hay en el mundo. Si respetamos esta realidad, el principal estado "antisemita" es el Estado racista de Israel, por cuanto su razón de existencia es, específicamente, la limpieza étnica contra los árabes y, en términos generales, el militarismo, del que la agresión al Líbano y ahora sus intenciones de atacar Irán son dos expresiones recientes. Israel es el estado de la comunidad internacional que más ha violado las resoluciones de la ONU, por citar algo de su prontuario.
Como ejemplo de lo que Bonadío "entendió" como antisemitismo reproducimos, al final de este escrito, el contenido literal del volante que el FAR intentó distribuir el 17 de mayo pasado en aquel funesto evento titulado "Buenos Aires celebra a Israel".
Sobre las formas de lucha y los que le creyeron al sionismoLamentablemente, no fue solo el régimen el que nos sentenció. Hubo, lamentablemente, unos pocos sectores que deberían haber pedido nuestra libertad y que, en cambio, tomaron por verdades las mentiras sionistas y fueron cómplices con ellos, cometiendo un error incalificable.
Nadie tiene la obligación de creernos en términos absolutos, pero de ahí a confiar en la versión de los racistas...
Pero desde el FAR no sólo podemos cuestionar el proceder de quienes eligieron a los sionistas, sino que además podemos demostrar que lo que hemos dicho y la forma en que hemos actuado es recta y honrada.
De lo que ocurrió el 17 de mayo, la fantasiosa versión sionista, que es la que fue reproducida por los monopolios mediáticos, decía que "un grupo de 'antisemitas' salieron del subte a pegarle a la gente". Curiosamente, no hay un sólo registro objetivo, una sola filmación de tv, que confirme semejante dislate. Todo lo contrario, los registros audiovisuales que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y los sionistas poseen los censuraron ellos mismos para que no se viera el momento en que nos agreden (el gobierno de Macri declara, casualmente, que las cámaras de la vía pública se descompusieron "48 horas antes").
Fuimos a volantear y desplegar carteles contra Israel y personal no identificado nos agredió y debimos defendernos. Están también los que no dudan de nosotros pero entienden como inconveniente esta "forma de lucha", si se la puede llamar así. Ante esto, nos preguntamos: ¿si manifestarse pacíficamente les molesta a los racistas, entonces está mal como "forma de lucha"?
Reivindicamos plenamente nuestro derecho de manifestarnos en contra de un acto en la vía pública, convocado públicamente, con dinero público, para celebrar el terrorismo de Estado, porque no otra cosa es celebrar al Estado racista de Israel. Aquel día hasta tuvimos la ilusión de encontrarnos con otros de los tantos que tanto gritan contra Israel, porque nos ilusionamos con que no seríamos los únicos en denunciar semejante celebración antidemocrática (a los que confían en el Estado racista de Israel les informamos que fue el primer estado en reconocer a los golpistas de Honduras). La poca anticipación con la que nos enteramos del acto "Buenos Aires celebra Israel" hizo que fuéramos con un limitado número de compañeros. Decidimos concurrir de todas maneras a enfrentar la impunidad. Algunos podrán difamarnos, pero frente a la dignidad de nuestra presencia allí las palabras injuriosas siempre serán sospechosas de mala fe. ¿Qué alternativa tienen los que critican y nada hicieron ese día para ofrecer como consecuente reverso de sus observaciones? Nada. Su propuesta fue que la impunidad se pasee tranquila por Buenos Aires, impunidad que usa al arte para encubrir la sangre árabe que tiñe todo Israel. Esa es toda su propuesta: aceptar como lógica política los límites antidemocrácticos que pretenden imponernos.
¿Qué otra razón puede haber para impungnar nuestra manifestación más que la reacción airada de los canallas? Si las Madres de Plaza de Mayo hubieran pensado así hoy no existirían.
La solidaridad imponentePero empequeñeciendo aún más a los pocos que nos abandonaron fue surgiendo un gran movimiento de solidaridad que reaccionó no sólo ante la injusticia de la prisión de los compañeros sino fundamentalmente cerrando filas ante el enemigo común y ante lo que significa permitir esta avanzada represiva que fue mucho más allá de la represalia con los compañeros que fueron a la manifestación, al continuarse con allanamientos y más detenciones días después del 17 de mayo. Gracias a este movimiento, que se integró de los más variados sectores políticos y sociales, y que desplegó movilizaciones, declaraciones, denuncias penales contra el embajador de Israel en Argentina y contra otros funcionarios sionistas, una sólida defensa jurídica, notas periodísticas, etc., es que finalmente los "jueces" se vieron obligados a terminar con nuestra prisión.
Esta solidaridad y la intensa discusión pública sobre la naturaleza del imperialismo sionista, son la contracara de la cárcel, son la firme respuesta contra un poder que pretende estar en las sombras y que tiene grandes intereses en Argentina.
Salimos de prisión, pero continúa la persecuciónCelebramos el fin del cautiverio de los compañeros, pero la injusticia continúa, porque algunos de los injustos cargos con que nos acusaron siguen en pie – el más burdo de ellos es el de "antisemitismo" – y sobre Roberto Martino sigue pesando una orden de detención, todo lo cual constituye un atropello absoluto, una muestra más de la criminalización de la lucha popular. Contra todo ello debemos seguir luchando, porque sólo la lucha es la que hace Justicia.
El volante que Bonadío y el fiscal entienden "antisemita" (reproducimos a continuación el texto del volante que intentáramos repartir en el acto en la vía pública el 17 de mayo pasado, volante secuestrado en el adefesio denominado "instrucción de la causa"):
¡Hay que parar a Frankenstein! El mundo está en peligro.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires celebra el racismo, la limpieza étnica, el terrorismo de Estado, el militarismo, o sea, resumiendo: "Buenos Aires celebra a Israel". Esa es la consigna del gobierno de Macri para este domingo 17 de mayo donde, conjuntamente con la embajada del Estado racista de Israel y el departamento de Hagshama de la Organización Sionista Mundial, ha organizado un evento con el fin de "crear un espacio de interacción para que la gente se familiarice y disfrute de la cultura y costumbres de este país de Medio Oriente", según explican los organizadores.
¿Y cuáles son la "cultura y costumbres" de Israel?
Objetivamente, son:
-Confinar a 1,5 millones de palestinos en un gueto casi 20 veces más grande que el gueto de Varsovia .
-Bloquear y sitiar Gaza como lo hicieron los romanos con los judíos en Masada (72-73 de nuestra era).
-Experimentar nuevas armas letales con la población palestina.
-Cobardemente, profundizar los bombardeos a la población e infraestructura de Gaza para evitar que los "gloriosos" combatientes (léase genocidas torturadores) de Tsahal (Fuerza Armadas de Israel) no tengan que combatir mano a mano con los fedayines de la Resistencia (no vaya a ser que sean derrotados, como sucedió en la Guerra del Líbano con Hizbulá).
-Realizar la limpieza étnica, ocupar los territorios del pueblo aborigen, los palestinos.
-Provocar millones de refugiados palestinos.
-Traer millones de extranjeros a ocupar Palestina.
-Practicar el expansionismo militar y el terrorismo de Estado, prácticas constitutivas del ser nacional israelí.
-Manipular la cultura judía para sustentar moralmente lo que es insustentable e injustificable.
-Utilizar la épica de resistencia del judaísmo, que enfrentó las persecuciones romanas, nazis y cristianas (nótese que los musulmanes nunca los persiguieron), para atacar a otro pueblo y proscribirlo en su propia tierra.
-Vivir de lo que le pagan como Estado mercenario de los intereses "occidentales y cristianos" (miles de millones de dólares envía por año Estados Unidos a Israel).
-Instruir militarmente a cuanto mercenario hay en el mundo, en las muy "humanas" técnicas de: tortura, masacre de poblaciones, limpieza étnica, acción sicológica, terrorismo de Estado.
Israel es un Estado teocrático donde la tortura es legal, un Estado de fanáticos desvariados que se creen el "pueblo elegido", que se creen con un "destino manifiesto" y que, enloquecidos, están dispuestos a arrastrar al mundo a la Tercera Guerra Mundial, que muy probablemente será nuclear.
¿Si el sionismo se siente "pueblo elegido", qué le importa el resto de la Humanidad, o sea, los "goi", tontos gentiles, inferiores en su entidad "sub-humana"?
Aun alguna gente sensata del establishment imperialista yanqui está preocupada porque Frankenstein se les está yendo de las manos. Esto es lo que dice de los sionistas Charles Freeman: "Las tácticas del lobby israelí llegan hasta las más profundas simas del deshonor y la indecencia e incluyen las difamación, la intencionada manipulación de los archivos, la fabricación de falsedades y un absoluto desprecio por la verdad" (En Al-Yasira, 10 de marzo de 2009). Charles Freeman no es ningún "agitador" ni "revoltoso", sino el veterano funcionario de la inteligencia de los Estados Unidos cuya candidatura el Consejo Nacional de Seguridad de ese país fue vetada por los sionistas, que controlan una parte decisiva de la administración Obama.
Obama, que está íntimamente relacionado al sionismo (si no es que forma parte de él), tuvo que salir a advertir a Israel que no ataque Irán antes del 18 de mayo, que es cuando tendrán una reunión el premier Netayahu y Obama, lo que prueba que el ataque a Irán es inminente, el que puede ser después de que se produzca la entrevista.
El mundo está en peligro. Frankenstein está suelto.
Esta vez la indiferencia es un crimen de lesa humanidad.
Sionismo no es judaísmo, es racismo
Por el triunfo de la resistencia palestina
Fuera Israel de Palestina
Sitios web de judíos antisionistas"No es nuestro nombre":
http://ennuestronombreno.blogspot.com/ "Judíos contra el sionismo":
http://www.jewsagainszionism.com/ "Neturei Karta":
http://www.nkusa.org/ En momentos en los cuales el imperialismo, con Obama a la cabeza, trabaja sin pausa para construir las condiciones políticas para doblegar la independencia nacional de Irán o agredirlo militarmente, en momentos en que el golpe de Estado en Honduras es reconocido inmediatamente por el Estado racista de Israel, en momentos en los cuales en Argentina un conjunto de compañeros es vergonzosamente criminalizado por el Estado Argentino por repudiar el sionismo, es cuando debemos ser firmes y mantenernos unidos, sin escuchar los cantos de sirena de los enemigos del país ni ceder frente al sectarismo de los pusilánimes.
Repudio a Lieberman
Cese de la persecución a Roberto Martino
Desprocesamiento de los luchadores populares
Unidad contra el imperialismo
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