Bernardo Kliksberg
*En los últimos 19 meses se destruyeron en USA 6.8 millones de puestos de trabajo. La desocupación saltó al 9.8%. En Europa al 9.5%. En América Latina, se prevé en el 2009, 3 millones más de desocupados y 8 millones más de pobres. Tras la mayor crisis económica de los últimos 80 años, se hallan las enormes fallas en regulación de los mercados, y los gravísimos vacíos de ética corporativa.
Obama denunció a los altos mandos corporativos “que usan el dinero de los contribuyentes para pagar sus remuneraciones, comprar cortinados de lujo, o desaparecer en aviones privados”. En una encuesta Gallup el 76% de los americanos dijeron que el gobierno tenía que bloquear o recuperar los elevados bonos cobrados por los ejecutivos de la AIG después de haber recibido más de 150.000 millones de dólares del Estado para no quebrar.
El New York Times, se plantea ¿qué tenían de común los Presidentes de Lehman Brothers, Merryl Lynch, AIG, y otros hoy muy cuestionados arquetipos de una cultura corporativa que llevaron sus empresas a altos riesgos sistemáticos, para maximizar sus bonos y remuneraciones en el corto plazo?
Se contesta, eran todos Máster en Gerencia (MBA), en escuelas de negocios prestigiosas. Cuestiona: “No es el tiempo de reentrenar las escuelas que forman los MBAs”. Un Decano de una de ellas dice “Algo grande ha fallado. No podemos mirar para otro lado y decir no es nuestra falta cuando hay una sistemática y tan extendida falta de liderazgo”.
No está en duda que esos postgrados forman al mejor nivel técnico. Entregan los instrumentos más sofisticados en campos como las finanzas, la informática, la comercialización y otros. Pero allí está el problema. La crisis de Wall Street, y previamente Enron, WorldCom, y muchos casos similares, mostraron que no se pueden dar esos instrumentos, y no discutir la responsabilidad ética en aplicarlos. Los que inflaron con sus decisiones la burbuja de las hipotecas, y armaron las cadenas de derivativos, que un gurú financiero, Warren Buffet, llamó “armas financieras de destrucción masiva” sabían mucho de finanzas, pero no tuvieron miramientos éticos sobre los efectos perversos de sus decisiones.
El reconocido Aspen Institute había advertido algunos años atrás, que al medir el perfil ético de egresados de MBAs había encontrado que era peor cuando se graduaban que al ingresar. Ante el caso Enron, Amitai Etzioni, el Profesor Emérito de Washington University exigió al Congreso en el Washington Post: “Llamen a declarar a los Decanos de los MBAs”.
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