1. La información analizada del IIA (recursos hídricos superficiales y subterráneos) incluyendo la bibliografía aportada, manifiestan lo contrario respecto de los artículos científicos sobre recursos hídricos subterráneos en el área del proyecto minero elaborado por el Centro Regional de Aguas Subterráneas que es la institución referente en este tema;
2. La bibliografía aportada por la empresa que sustenta la hipótesis de que la zona de Yalguaraz (sitio donde se pretende realizar el proyecto) es una cuenca de agua subterránea cerrada y desconectada del resto de las aguas subterráneas de la región, es falsa. Los autores mismos de los artículos científicos que menciona el IIA manifiestan no haber realizado estudios en la zona precisa del emprendimiento minero, o en el caso de un autor (J. Zambrano) no haber realizado estudios en el año que la empresa lo menciona como autor de una publicación donde se manifiesta haber descubierto que la cuenca es cerrada;
3. Que un análisis más profundo dio como resultado que existen otros artículos científicos, que la empresa no puede desconocer, que afirman que la cuenca no está cerrada, y que la misma fue adquirida de bibliotecas de instituciones de investigación que la misma empresa menciona en su informe;
4. Que estos hechos nos llevan a la conclusión de que a) se trata de una enorme incompetencia de la empresa proponente del proyecto al desconocer aspectos esenciales que hacen a la situación de los recursos hídricos locales, o b) que se han manipulado intencionalmente los datos, reorientando la tesis del informe para inducir a los dictaminadores y al resto de la sociedad a pensar que el agua subterránea de la región, las aguas del dique Potrerillos y el río Mendoza no están en riesgo en el caso de aparecer contaminación en las aguas subterráneas debajo de la pretendida instalación minera;
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