Ponencia preparada por La Quinta Pata para la audiencia pública sobre la ley de medios desarrollada hoy lunes por la mañana.
Resulta muy sugestiva la organización de este foro. Parece todo armado para generar un hecho informativo acorde a los intereses de las corporaciones mediáticas. Sería muy útil para estas últimas lograr que en Buenos Aires se filtre a través de los medios un acto de “civismo” en la tierra del vicepresidente.
No vimos a los legisladores tan interesados en el proyecto el 21 de abril de este año cuando el Foro de Consulta por una Nueva Ley de Servicios de Comunicación que se hizo en todas las provincias de la Argentina pasó por Mendoza.
Es evidente que cuando los poderosos levantan el teléfono, ahí nomás aparecen sus representantes en el poder político. Ahí nomás aparecen los Serralta, los Tanús, los Cassia, los Puga, las Montero, los chicos del PD que salen a panfletear a la peatonal. Sólo esclarecen con sus actos en nombre de quiénes trabajan. Para el pueblo seguro que no. Por suerte sirve para que saquen a la luz sus caretas.
“UNA LEY PARA EL PUEBLO”
La ley que hoy regula la radiodifusión en el país fue instrumentada en el marco de la peor de las dictaduras bajo el paraguas de la Seguridad Nacional. Tanto la ilegitimitad de su origen como lo espurio de sus fines contrastan con la iniciativa llevada al Congreso por el PEN, elaborada en base a los 21 puntos propuestos por la Coalición por una Radiodifusión Democrática allá por el año 2004.
El proyecto de ley que se discute, nace bajo la premisa de que la información y la libertad de expresión son derechos humanos fundamentales, permitiéndole al Estado argentino dar cumplimiento a las obligaciones contraídas con la comunidad mundial a partir de tratados internacionales homologados.
Esta concepción de la información como derecho humano, conduce a que la radiodifusión no sea más proclamada como un simple negocio comercial (la información como mercancía), sino que pasa a ser considerada un servicio esencial para el desarrollo social, cultural y educativo de la población. Y este servicio debe ser regulado y controlado por el Estado a fines de resguardar los derechos de la población.
Leer todo el artículoPero asegurar estos derechos es imposible bajo la actual composición del arco mediático argentino. La concentración ha llegado a niveles vergonzantes, lo que ha provocado que sólo unos pocos privilegiados puedan verter su opinión, controlar la información y raptar la palabra con la intención de que su interés particular devenga en interés público. Sólo son noticia los escándalos, los policiales, el sensacionalismo. Las luchas sociales, la solidaridad, la búsqueda de dignidad de los pueblos son permanentemente omitidas por el sistema mediático argentino. No nos permiten a los pobres soñar, no nos consienten tener expectativas, no nos permiten demostrar que las cosas se pueden cambiar. En definitiva le temen a la voz del pueblo, pues temen perder sus privilegios.
Si la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es aprobada, esta desigualdad será saneada, ya que redistribuirá el espectro radiodifusor en tres partes iguales destinadas al Sistema Público Estatal, al de gestión privada sin fines de lucro y al de gestión privada con fines comerciales. En todo caso los grandes grupos podrán monopolizar sólo un 33% del espectro. Muy lejos del 96% que actualmente ostentan.
La desconcentración que propugna la nueva ley, sumada a diversas medidas de protección de la producción nacional y local que también incluye la norma, nos permitirá afianzar nuestra identidad, así como permitirá un fuerte desarrollo de las expresiones regionales.
También promoverá la creación de trabajo directo e indirecto de variados oficios concernientes a los medios de comunicación, por lo que periodistas, investigadores, productores, cineastas, publicistas, músicos, directores, actores, técnicos, tendrán más posibilidades de llevar a cabo su profesión.
Sólo están mencionadas en este texto algunas de las bondades de esta iniciativa verdaderamente democrática. Por supuesto que es una ley que se podrá mejorar y que a la par de los avances tecnológicos se deberá mejorar, pero es necesario que no pasemos un minuto más con una ley obsoleta e inconstitucional como la que actualmente nos rige.
Las maniobras dilatorias, ahora lideradas por el vicepresidente de la Argentina, no hacen más que reflejar el poder de estas corporaciones y lo que verdaderamente está en juego. Cobos, otrora adalid del respeto por las instituciones, le dice impunemente a los argentinos (él lo puede hacer, pues es el elegido por el establishment mediático para ser vocero de sus intereses) que la ley debería ser tratada por el Congreso conformado a partir del 10 de diciembre.
Hace más de 20 años que organizaciones sociales, cooperativas, radios comunitarias, gremios, investigadores, estudiantes debaten una normativa democrática sobre el tema de la radiodifusión. Luego de infinidad de foros, debates, seminarios y charlas, estamos convencidos de ser muchos más los interesados en que esta ley sea aprobada que un puñado de corporaciones que siempre están de espaldas al pueblo.
Este Congreso fue elegido por el pueblo argentino y es tan legítimo como el próximo, por lo tanto, desde el MOVIMIENTO POR EL DERECHO A LA INFORMACION Y LA LIBERTAD DE EXPRESION, exigimos la inmediata aprobación de este proyecto de ley.
Solidaridad
En una solicitada aparecida en la página 3 de la edición de UNO de ayer domingo, Daniel Vila, proclamándose un mendocino más (que sólo va a Centroamérica de turismo, aclara, como si todos los mendocinos tuviéramos ese privilegio), exhorta a los legisladores nacionales por Mendoza del FPV a resistir las presiones. No dice de dónde provienen las presiones, pero al rato nos anoticiamos que la diputada nacional Patricia Fadel recibió una amenaza en la que le advierten acerca del mensaje del socio de José Luis Manzano. Desde el Movimiento por el Derecho a la Información y la Libertad de Expresión nos solidarizamos con la diputada, instándola a resistir los embates de personajes que se sienten a gusto con una ley de la dictadura, pues en definitiva no hacen más que añorarla.
14 - 09 - 09
La Quinta Pata
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