lunes, 14 de septiembre de 2009

Multimedios: la palabra es mía, mía, mía...

Sebastián González
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No existe mayor condena para los periodistas que no tener diversidad de medios para trabajar. Lamento que estas palabras estén en desacuerdo con esta radio (Continental) que también tiene varios medios para defender” "La metralla multimediática hablando y alardeando de la libertad de prensa, repetido por impresentables políticos de la oposición, es una gran mentira”.
Víctor Hugo Morales - 31/08/09

Asistimos hace algunas semanas a una de las más feroces y esclarecedoras discusiones de los últimos tiempos con motivo del envío al Congreso Nacional de la Ley de Servicios Audiovisuales para reemplazar la arcaica Ley de Radiodifusión de la dictadura. Proyecto basado en el aporte de numerosas organizaciones y personalidades que conformaron la Coalición por una Radiodifusión Democrática y que generaron los hoy famosos "21 puntos". Vale aclarar que este proyecto, si bien es enviado y defendido hoy por el Poder Ejecutivo, debió haber sido puesto en el Congreso hace mucho tiempo. Ni Alfonsín, ni Menem, ni De La Rua, ni Duhalde tuvieron la voluntad de hacerlo. Pero tampoco, hay que decirlo, Néstor Kirchner, ya que en lugar de instalar este debate hace años para efectivamente construir "un país en serio", prefirió extender las licencias y autorizar la fusión de Cablevisión y Multicanal ya que había oligopolios "amigos".

Pero hoy la situación es distinta. El gobierno nacional, finalmente, ha decidido dar un paso en la dirección correcta: debatir públicamente y sancionar una ley de la democracia. Que no solo venga a reemplazar la de la dictadura sino a todo el desastre que generó durante casi 30 años, concentrando la palabra y la imagen en cada vez menos manos.

La primera pregunta que nos hacemos es: ¿por qué a éste proyecto de ley lo apoyan los decanos de las facultades de ciencias de la comunicación, los trabajadores de medios, los artistas, los productores del cine nacional, las organizaciones sociales, los organismos de derechos humanos, la Comisión de Libertad de Expresión de la ONU, los pueblos originarios, las centrales obreras, las productoras independientes, etc?

El segundo interrogante sería: ¿por qué el proyecto es defenestrado por Clarín, el Grupo UNO/América, la iglesia católica, el vicepresidente "opositor gobernante", Macri, De Narváez, Sanz, Reutemann, el escondido Manzano, Biolcatti y la inmensa mayoría de los periodistas "top"?

La respuesta hay que buscarla en cuál es la relación de cada uno de esos espacios con los monopolios mediáticos, por eso algunos están enfrente y otros son parte o son financiados por ellos. Monopolios mediáticos que no se quedan en eso sino que lentamente avanzan no solo sobre los medios de difusión masiva sino sobre empresas de todo tipo. El efecto Berlusconi, magnate mediático italiano con apoyo norteamericano, se viene reproduciendo en muchos países de Latinoamérica. Aquí tenemos a De Narváez por ejemplo, en Chile la derecha pretende llegar al gobierno de la mano de Piñeira y Daniel Vila no está muy lejos de repetir a Macri en el salto del fútbol a la representación política.
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Han privatizado la palabra y la imagen, con fondos de dudosas procedencia, y hoy han entrado en pánico de que todo termine. Hablan de libertad de expresión y ni siquiera en sus pulpos oligopólicos permiten voces que opinen distinto, que haya pluralidad. En realidad la única pluralidad que reconocen es la de los auspiciantes que vienen con cada periodista. Y han recibido un duro golpe: el acceso masivo a la televisación del fútbol ha demostrado que hay vida fuera de los leoninos contratos monopólicos.

Mendoza, concentración recargada
En nuestra provincia la situación es, además, multiplicada y en tiempo real. Aquí el Grupo Uno (cuya cara visible es Daniel Vila pero atrás vienen Francisco De Narváez y José Luis Manzano entre otros) segundo multimedio del país detrás de Clarín, controla no solo numerosas radios AM y FM, un canal de aire, varios de cable, el cable mismo y sitios web sino que avanza con sus empresas sobre el negocio inmobiliario, las petroleras, la luz, el agua (empresa hoy intervenida por el gigantesco vaciamiento), la salud privada, las cooperativas de trabajo "truchas", múltiples firmas comerciales, etc. A eso se suma, gracias a todo lo anteriormente nombrado, la capacidad del grupo para "sugerir" candidatos a todos los partidos tradicionales mendocinos y jueces al Poder Judicial local.

Esto merece un párrafo aparte, ya que solo basta con ver los terrenos cedidos del paradisíaco Barrio Privado Dalvian a numerosos jueces de la provincia para entender por qué el grupo prácticamente no tenga fallos adversos, incluso robando terrenos pertenecientes a la UNCuyo en el pedemonte. Podríamos decir que el Dalvian es el nuevo barrio judicial.

Además esos candidatos/as que sugiere el grupo, luego son diputados, senadores, ministros y hasta gobernadores. No importa el partido, importan los negocios, y en eso Manzano ha hecho escuela. A ellos, el término que mejor les queda es el de Felpudos. Por eso en Mendoza la Legislatura provincial, impulsada por el presidente de la Cámara de Diputados Jorge Tanús (PJ), apoyada por los jefes de bancada del PJ, la UCR, el cobismo y el PD armó un foro televisivo en cadena privada nacional, disfrazado de audiencia, para "debatir" sobre la Ley. Pero hace 4 meses, cuando el Cine Universidad reventaba de gente proponiendo y opinando sobre la misma no hubo una sola cámara cubriendo el evento. Libertad de expresión pura. Los Felpudos necesitan del monopolio como el pez al agua. Y no es para menos, ya que financia sus campañas, los defiende de ataques o denuncias simplemente silenciando y tal vez les aporte algún dividendo haciéndolos empleados a ellos o alguno de sus familiares.

Hoy, Don Daniel, que además es presidente de Independiente Rivadavia y desde allí pretende ser el nuevo presidente de la AFA, es un actor político en la provincia como ninguno. Su poder supera ampliamente al del Gobernador y su capacidad de apriete se agiganta día a día. Y precisamente es esa capacidad la que está en juego con ésta Ley, y él sabe que sin el oligopolio mediático se debilita profundamente.

Es hora de votar
La Ley ha llegado al Congreso con varias modificaciones realizadas luego de innumerables debates. Varias nuevas propuestas se han planteado ya, referidas a regular específicamente a las telefónicas, democratizar la autoridad de aplicación, eliminar el artículo 40, etc. La oposición multimediática no ha acercado ni una sola. Ni siquiera han defendido el proyecto ya presentado de la diputada de Clarín Silvana Giudici.

Por eso, es hora de votar. Que cada uno se haga cargo de lo que dice y, sobre todo de lo que hace. Acá se está jugando mucho más que una ley. Nuestras diputadas nacionales Victoria Donda y Cecilia Merchán, junto a muchos otros que no pertenecemos a este gobierno, pondrán su voto contra los monopolios.

*Responsable de Comunicación y Prensa Movimiento Libres del Sur Mendoza

Movimiento Libres del Sur, 14 – 09 – 09

La Quinta Pata

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