Gabriel Conte
La cuestión es que finalmente me soltaron el asunto de lo que se trataba. La expropiación de la Bandera del Ejército de los Andes, que se exponía desde siempre en la Casa de Gobierno. Yo, ahí nomás les planteé: ustedes, compañeros, a mí me parece un error porque eso está ahí, es patrimonio de toda la gente que entra y sale sin ningún problema y no es explotada políticamente por ningún sector, no la tiene ningún grupo político de forma exclusiva, etc., etc. Pero, ya que estamos, metámosle, qué vamos a hacer.
Así, con esa anécdota que marca la existencia de un grupo de acción política en Mendoza en 1968 que buscaba convertirse en revolucionario, Ramón Ábalo responde a una de los cientos de preguntas que Hugo de Marinis, el autor de “Entre viñas, guitarreadas y revoluciones”, le formula en un libro que revela una versión no contada hasta ahora de la historia de esta provincia.
Se trata de la que aflora de la memoria vívida de un militante, Ábalo, que –no sin protestas – se prestó a un diálogo que condicionó a no ser objeto de homenaje o tributo alguno por parte del entrevistador.
De Marinis ya ha caminado otros caminos con Ábalo: juntos, escribieron “Mendoza montonera”, editado por Corregidor y juntos también, aunque con muchos más, emprendieron la edición de la revista digital y también impresa denominada La Quinta Pata.
Solo, De Marinis escribió “La historia empuja”, sobre la obra ficcional de Haroldo Conti y, aunque mendocino, reside en Canadá, en donde es docente de la Universidad Wilfrid Laurie. También lo conocen los claustros de la Universidad de Manitoba y la Laurentian. Es licenciado en York, con un doctorado en la Universidad de Toronto y pasó hace unos días por Mendoza para presentar sus conversaciones con su entrañable amigo y testigo de la historia, Ramón Ábalo.
“Queríamos trabajar sobre la idea de desmitificar que Mendoza sea conservadora”, comienza la charla Ábalo, seguro de sí mismo y de que quien lo acompaña, su compinche en esa patriada. Pero de inmediato lo frena su entrevistador: “Lo que pasa –agrega, cortante De Marinis – es que yo no pienso igual que él”.
Será suficiente.
A partir de allí, el diálogo entre ambos da letra para otro libro. Que sí, que no. No hay ejercicio más digno y útil, vivificante en todo caso, que asistir a un debate fundado de ideas entre dos personas que se conocen, pero que discrepan; que buscan la verdad, pero que disienten. Y que, en definitiva, se someten –ya con dos libros puestos a disposición de todo el mundo – a ser interpelados en todo lo que creen, sueñan, viven y vivieron en su pequeña/larga historia sobre este lugar de la tierra.
- No hay mucha literatura disponible sobre el tema propuesto por Ábalo, ¿no? Me refiero a debates o documentos que desentrañen la ideología dominante de Mendoza…
(HD) -En general, hay poco y lo que hay es más fácil de conseguir en Buenos Aires que en Mendoza. Yo cada vez que vengo, busco ansiosamente, para llevarme libros que hablen de Mendoza…Pero es muy difícil de que estén en las librerías.
- Tal vez hay trabajos universitarios o ediciones que no llegan a las vidrieras…
(HD) - Es lo más probable…Pero en definitiva, si no está disponible es lo mismo que no hubiera.
- ¿Y por qué no avanzaron con la idea original de discutir si esta provincia es conservadora o no?
(HD) -Y ya lo ves: el Ramón está convencido de que no lo es y yo tengo mis dudas…Más que dudas, casi pienso lo contrario.
(RA) - Yo les voy a explicar mi teoría. Me baso en la historia de luchas populares que tiene Mendoza; aquí hay un pueblo que cuando tuvo que levantarse para reclamar por sus derechos, lo hizo…
- ¿Y vos? ¿No creés que sea así?
- (HD) -No es que no esté de acuerdo con ese planteo. Lo que pasa es que no me convence que con eso ya se pueda decir que Mendoza no es conservadora. ¡Es conservadora, Ramón!
(RA) -Jajajá. No nos vamos a poner de acuerdo, pero yo voy a insistir y algún día lo voy a escribir…Con tu ayuda, Hugo.
- Es increíble imaginarlos tranquilos, charlando sobre todos los temas de los que hablan en este libro que es, precisamente, de conversaciones…
(RA) -No te creas…Lo que pasa es que él va tirando temas y la historia fluye. ¡Fluye sola!
(HD) -Ramón ha sido protagonista de gran parte de la historia de Mendoza y aunque él no quiera ser reconocido por ello, a mi me parece fundamental su testimonio. No porque diga “la verdad”, tampoco porque su versión sea la definitiva de las cosas tal cual sucedieron. Sino porque él es capaz de dar los detalles, los “chismes” que rodean a cada hecho de una Mendoza en la que Ramón Ábalo ha recorrido junto a personalidades como Armando Tejada Gómez, Américo Calí y tantos otros.
- ¿En qué punto los dos se encontraron y en cuál, chocaron, como con este tema del conservadorismo local?
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