Los líderes latinoamericanos que participan en la Cumbre de Seguridad Alimentaria de la Organización de Naciones Unidas, aseguraron que el hambre no se debe a la ausencia de alimentos sino a la presencia de sociedades excluyentes aunado a la indolencia con que la comunidad internacional aborda este flagelo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitó este lunes "voluntad y determinación política" para la lucha contra el hambre en el planeta, mientras la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, se refirió a la "inequidad social" como punto de partida para combatir el mal durante la celebración de la cumbre sobre Seguridad Alimentaria de la Organización de Naciones Unidas (FAO) que se lleva a cabo en Roma.
"La experiencia brasileña y la de otros países demuestra que la lucha contra ese problema exige ante todo voluntad y determinación política", precisó el mandatario latinoamericano ante más de 60 líderes del mundo que participan en la cita.
Recordó que en Brasil se lograron los objetivos de erradicar el hambre y la pobreza con la aplicación de estratégicos programas que rindieron exitosos frutos en los siete años de su Gobierno.
"Nuestras iniciativas políticas permitieron que Brasil retirara 20 millones 400 mil personas de la pobreza y reducir en un 62 por ciento la desnutrición infantil, quebrando el ciclo de miseria y desesperanza", dijo.
La asociación no gubernamental ActionAid, premió a Lula por haber conseguido disminuir el hambre en su país con la correcta aplicación de políticas adecuadas.
El Ejecutivo brasileño cuestionó a la comunidad internacional por no atender con responsabilidad este asunto. "Muchos parecen haber perdido la capacidad de indignarse con un tal sufrimiento", dijo.
Leer todo el artículo"Nadie ignora que producimos lo suficiente para alimentar de sobra a toda la humanidad", aseguró Lula y calificó el hambre como "la peor arma de destrucción de masas del planeta".
Lula acusó la "especulación irresponsable" y la ausencia de "una reglamentación" del sistema financiero por parte de los países ricos en torno a sus productos.
"Gastaron millones y millones de dólares para salvar a los bancos quebrados. Con menos de la mitad de esos recursos hubiera sido posible erradicar el hambre en el mundo", subrayó.
Por su parte, la presidenta chilena, Michelle Bachelet se refirió a la "inequidad social" en su intervención en la cumbre de Roma, como la causa probable del flagelo del hambre en el mundo.
Agregó la existencia de "sociedades excluyentes" como otra de las variables de este problema mundial. "Será imposible resolver el problema del hambre si no ponemos, de una vez por todas, el problema de la inequidad, al interior y entre los países, en el centro del debate mundial", afirmó.
La Ejecutiva apoyó los mecanismos que la comunidad internacional ha puesto en marcha para "evitar una nueva depresión" y ajustar un repunte de la economía mundial "para evitar un desplome social".
"Así como el mundo fue capaz de gastar trillones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social", aseveró.
La mandataria se refirió también a los resultados que arrojó la implementación de medidas apropiadas para la lucha contra el hambre.
"Resolvimos nuestros problemas de seguridad alimentaria porque disminuimos la pobreza del 38 al 13 por ciento y la extrema pobreza del 13 al 3 por ciento, y lo logramos porque construimos gradualmente un sistema de protección social", dijo.
La jefa de Estado concluyó asegurando que el hambre no descansa en la ausencia de alimentos sino en la existencia de sociedades excluyentes.
TeleSUR, 16 – 11 – 09
La Quinta Pata
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