Marcos Meloni
¿Qué es lo que tiene esta calle que no deja de ser noticia? Pareciera, en primer término, ser una espina clavada en la yugular del actual intendente. Una deuda que tiene para con los vecinos de la “limpia” capital porque “las veredas son para los vecinos” y la exclusión para los que trabajan en ellas. En segundo lugar, las diferentes medidas que se han probado para poder sacarlos no han resultado y ahora su recurso desesperado y ambicioso es un nuevo conglomerado comercial destinado a los que resisten abandonar las calles.
Un emprendimiento “persa - municipal” que fue elaborado y consensuado entre la intendencia y supuestos representantes de los vendedores ambulantes. Representantes que aparentemente no representan. Acuerdos que benefician ¿a quiénes?. Por ahora se nos dice que los mayores beneficiarios van a ser los vendedores, pero $967.000 no se recuperan con buenas intenciones. El presupuesto afrontado por la comuna capitalina es de casi un millón de pesos y no parece estar comprendido en planes de reactivación laboral, ni tampoco de inclusión social, sino más bien en negocios chupasangre, de cónclaves sectoriales bastante cuestionados, como es el caso de los representantes de la Agrupación de Vendedores Ambulantes.
Por otro lado, se torna insoportable la cantidad de comentarios intolerantes que pululan por los grandes medios de Mendoza y cómo es tratado por estos la problemática. Por más moderados que se presenten, siempre nos terminan diciendo de manera barnizada que lo que hay es una mancha que no sale con nada porque nuestra ciudad debe dejar de parecerse a esas ciudades tercermundistas que tienen como parte de su cultura vender por las calles y en las calles. Nuestras calles, no son patrimonio exclusivo de los vecinos que “civilizados”, “respetuosos de las normas ciudadanas”, apuntan cada vez que pueden a dichos vendedores con un arsenal que oscila entre el fascismo y la xenofobia. La discusión ya no pasa por si merecen tener un lugar, sino por cómo eliminar esa “lacra social” que cada vez más pareciera amenazar la imagen y el armonioso funcionamiento de una ciudad con pésimo planeamiento urbano y con una ciudadanía pro-nazi cada vez más institucionalizada.
Entonces qué nos queda pensar. Frente a perspectivas tan poco felices para algunos que necesitan salvarse a diario con pequeñas monedas, lo poco que se puede esperar es que la violencia no gane las calles y que los vecinos y comerciantes ofendidos bajen su diatriba belicosa. No nos parece una utopía caminar por veredas-ferias. Se puede convivir fácilmente.
Río de Palabras, 11 – 02 – 10
1 comentario :
MERCADO NEGRO LEGAL ¡¡¡ Soy hermano de fabricante de indumentaria y han sido robados en numerosas oportunidades en sus locales. Luego la ropa la han encontrado en estas ferias donde todo vale. Todo es trucho, robado o traído de otro antro como LA SALADA. No nos olvidemos del contrabando a manos de funcionarios que usan a vendedores ambulantes para comercializar sus productos. Recuerdo las FAMOSAS LACOST TRAIDAS DE STO DOMINGO POR UN MUNICIPAL QUE TAPIZÓ VEREDAS CON SUS VENDEDORES DERANTE MESES
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