Antonio Romeo y Elina Giffoni
Sr. Director y por su intermedio, estimados lectores: el debate del matrimonio gay pasó y se aprobó, y una de las enseñanzas que nos dejó es que, todos los legisladores que opinaban a favor o en contra, hablaban de adopción y la sociedad participó opinando sobre este tema.
Esperamos que pasara el tiempo para ver que si se seguía hablando de la temática, pero no, solo escasas opiniones a la mesa de una reconocida conductora televisiva se sentaron para hablar del tema y pasó sin pena ni gloria. Pareciera que son más importantes otros temas frívolos.
Nos enteramos de que no hay estadísticas nacionales ni provinciales de parejas o personas solas que quieran adoptar ni tampoco se precisó sobre cuántos niños están en familias cuidadoras o institutos (información que necesitan los legisladores), de que muchas provincias no han adherido al Registro Nacional de Adopción, que se encuentra un proyecto en la Cámara de Diputados de la Nación cuya autora es la diputada Cynthia Hotton que ha trabajado y consultado a pretensos adoptantes y ONGs que trabajan por la adopción. En varias provincias se están movilizando para que sea parte de la agenda política del Estado argentino y de estados provinciales también.
En las 14 horas que duró la sesión del Senado quedó al descubierto a través de la Senadora María Eugenia Estenssoro, la deficiencia de las leyes que son frías y tienen al niño como rehén del sistema y a los ciudadanos que quieren adoptar en un espera insoportable porque el Estado no crea los espacios de contención, desde los municipios hasta el gobierno nacional. En algunas cosas se ha avanzado- nobleza obliga - algunos escuchan, solicitamos a los senadores nacionales que hagan las audiencias y que convoquen a todos a debatir y escuchar en cada provincia, que la sociedad se movilice para que se agilicen los trámites de adopción y que no quede ningún niño sin familia, que se implementen campañas de concientización sobre la temática para que se acabe la trata de niños, para que nadie se apropie de su historia e identidad. Sí a la adopción no a la apropiación. Se debiera trabajar con las parejas y personas solas para que se animen a adoptar chicos de mediana edad que están creciendo solos, en “hogares”, con “familias cuidadoras” e invisibles para todos.
Los tiempos pasan y las oportunidades también, los chicos crecen y las personas que sueñan con formar una familia con el concepto de que el niño tiene derecho a tener una familia, se van envejeciendo, para cuando los llaman porque les llega su lugar en la lista, les dicen que no son aptos para adoptar o no hay chicos de la edad pertinente.
Es por eso que llamamos a nuestros representantes a que se animen a tratar el tema, que escuchen todas las voces y que no nos dejen solos en esta cruzada que a veces se vuelve quijotesca en el intento de romper el silencio.
La Quinta Pata, 09 – 08 – 10
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