Educación y futuro (I)

Sergio Peralta

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Algún manual de estilo indica que no es bueno escribir en primera persona un artículo periodístico. También es cierto que una de las premisas del periodismo es informar objetivamente a la comunidad. Pero como justamente hoy en día en Argentina se ignora esta función, me voy a permitir ignorar al manual de estilo.

Es triste ver como un grupo ficcional de tipos que trabajan desde un teclado, un micrófono, una cámara de televisión o cualquiera de los elementos que se usan para informar, trabajan al servicio de una bajada de línea plagada de intereses económicos, y alejada de la realidad. Vaya una muestra clara de cómo se puede tergiversar la información. La columna editorial de diario Los Andes del día 5 de noviembre habla de la educación técnica y de cómo se incrementa año a año el número de chicos que optan por este tipo de educación y de cómo no hay inversión y el poco interés en este tipo de escuelas por parte del gobierno y de la necesidad de seguridad jurídica para que se pueda invertir desde la actividad privada de manera de activar el mercado laboral y generar nuevos puestos de trabajo.

Puedo opinar de este tema porque, justamente, hace 27 años que trabajo en escuelas de este tipo. Desde hacía más de treinta años, las escuelas técnicas no recibían fondos para poder equipar o renovar su plantel de máquinas y herramientas de manera de actualizar los contenidos y las prácticas que permitían a los alumnos capacitarse para llegar al mundo laboral con mejores condiciones. No se debe olvidar que si bien los egresados de estas escuelas pueden seguir perfectamente cualquier carrera universitaria, muchos ingresan al mundo del trabajo con capacidades que solo estos establecimientos pueden brindar.
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Con la llegada de Néstor Kirchner al gobierno, nuevos aires soplaron sobre las escuelas técnicas, las políticas destinadas fueron claramente orientadas a que comenzaran la actualización de docentes y de equipamientos. Con Cristina Fernández en el gobierno se profundizó el cambio. Con un programa llamado Plan de Mejoras Institucional con fondos del Gobierno Nacional regenteado desde el INET -Instituto Nacional de Educación Tecnológica – por sus siglas en castellano, y la coordinación de las Direcciones de Escuelas de cada provincia comenzaron a llegar anualmente a cada institución dinero destinado a la adquisición de material pedagógico y máquinas herramientas como jamás se vio en la historia de estas escuelas.

Hoy los estudiantes pueden usar equipos que solo se conocían por catálogos, conocen de primera mano el uso de tecnología de punta que solo se limita por el pedido que cada institución hace. Sumado a la llegada de las netbooks y la digitalización de las aulas puedo afirmar que estamos viviendo una verdadera revolución educativa. Lejos ha quedado la década infame del noventa, cuando de la mano del neoliberalismo nos pronosticaban, y muchos funcionarios trabajaron para lograrlo, la desaparición de estas escuelas.

Y a propósito de la seguridad jurídica que el centenario diario, o su editor reclama, vaya un dato que, intencionalmente, no levantaron para hacerlo llegar a sus lectores. En la presentación del nuevo modelo de la firma francesa Peugeot, el 5 de noviembre, la presidenta destacó el crecimiento en el plantel de empleados de la firma: en el 2003 tenía 700 empleados. Hoy suman 5.800. La seguridad jurídica que ellos reclaman es la inseguridad que los trabajadores vivieron en los noventa.

* Los Barriales

La Quinta Pata, 07 – 11 – 10

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