domingo, 21 de noviembre de 2010

Los pies en el barro

Rodrigo Farías

Tiempo atrás (14-11-2010, Página 12) el periodista Mario Wainfeld realizó un certero diagnóstico respecto a las miserables condiciones en que se encuentra actualmente el arco opositor: fragmentado, carente de discurso, sin referencias y referentes que sean diferentes de las políticas de reducción del Estado, ajuste social y represión que primaron durante los dramáticos noventa.

Sin embargo, según el analista, la UCR, luego de no pocos tropezones, hoy por hoy es la segunda fuerza nacional. Si bien el radicalismo, de mantenerse las condiciones actuales, no podría disputarle el poder nacional al kirchnerismo, esto no quita que pueda apropiarse la gobernación de algunas provincias. Siendo Mendoza una de las más fuertes candidatas, incluso en manos del mismísimo Julio Cobos, quien no mediría lo suficiente para la presidencia y se podría repostular para la gobernación de la tierra que lo (mal) parió.

¿Qué pasa Mendoza? Otra vez a contrapelo de la historia y del país. ¿Por qué reabrir los brazos al gobernador que fue despedido por las llamas y la indignación? El valle de lo no positivo acuna a sus buitres, Manzano también está aquí, encubre a sus genocidas, una Corte de Justicia que ampara a represores y colaboracionistas. ¿Qué pasa Mendoza? Vuelve el spot tarado de la 503 a humillar y tirar por tierra años de lucha.

Tan patético ¿Por qué así? Pero no, basta. Perpetua para los represores, proceso para los colaboracionistas, se está haciendo. ¿El partido de River - Boca? El fútbol no vuelve a tapar nada, de última se lo escucha mientras se marcha y se reclama la histórica Justicia. La provincia está cambiando, abunda de jóvenes que tienen impresa en su piel la marca de fuego de las crisis y la humillación.

La provincia está cambiando, luego de la muerte de Néstor se ha producido una efervescencia militante que no se encontraba en los planes de la agenda mediática opositora que está maliciosamente ocultada pero no importa. Todo cambiará con la aplicación efectiva de la ley de medios de la democracia, mientras tanto nuestra comunidad debe proveerse canales alternativos de comunicación. El candidato esta vez no debe ser mediático, la discusión política debe producirse en las bases organizadas y no en las babas impresentables de los columnistas de opinión locales. El pronóstico de Wainfeld no es una sentencia sino una posibilidad que puede ser cambiada con militancia y organización.

Es imprescindible que los sectores populares no menoscaben la discusión política local. Poner los pies en el barro es eso, tomar conciencia de dónde uno está parado y actuar en consecuencia.

Río de Palabras 34, 18 – 11 – 10

La Quinta Pata

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