domingo, 19 de diciembre de 2010

El baldío

Sergio Peralta
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"Los pueblos son grandes, no por el tamaño de su territorio, ni por el número de sus habitantes. Ellos son grandes, cuando sus hombres tienen conciencia cívica y fuerza moral suficiente, que los haga dignos de civilización y cultura."
Víctor Hugo

La década del noventa le dejó a la sociedad argentina un baldío, un terreno arrasado, pero este del que escribo existe en la memoria, en el inconsciente. Terreno baldío que persiste en la memoria de la sociedad argentina. No se puede explicar que el corte hecho por los gauchipolíticos del campo haya sido visto por la sociedad como un justo reclamo, aún a costa del desabastecimiento, el entorpecimiento de la circulación que garantiza la Constitución, las muestras de patoterismo y extorsión. Los mierdos (no es un error de tipeo) de comunicación mostraban a glamorosas señoras envueltas en la bandera nacional a modo de poncho patriotero, los dueños del campo aparecían disfrazados de gauchos, eso sí, con “pilchas” que solo se consiguen en lugares elegantes.

Esa ocupación producida por la partidocracia pampeana fue bien vista por la clase cholula (grupo de referencia diría Don Jauretche), “of course” estaban en su derecho, si hasta las rutas que cortaban atravesaban las miles de hectáreas que poseen.

La otra cara es la ocupación, por “negros de mierda”, que encima son emigrados en casi su totalidad, de los predios que la municipalidad de la Capital Federal des-ocupa. Es impensable que reclamen por un pedazo de tierra, víctimas de la explotación del que más tiene y de los que aspiran a tener más a costa de cualquier cosa, son la feta finita del sánguche de pan duro. Y como no puede ser de otro modo los mierdos de comunicación fogueando todo.

Estos baldíos son como dameros en un juego de ajedrez imaginario en donde un rey cabezón que pretendía darle jaque mate a la reina, ayudado por un alfil medio tontón con rasgos de xenofobia y un grupo de peones pagados mostraron la miseria humana. Tiene razón lector/a, si piensa que en el ajedrez, muerto el rey se acabó la partida. Afortunadamente los que piensan en esto como un juego reinventado en la Argentina, se encontraron con una estadista en el lugar de una reina. Estas son elegidas por la gracia de Dios y la herencia de sangre. A nuestra presidenta la eligió el voto popular y ha honrado esa decisión llevando adelante un gobierno que sigue capeando el temporal económico mundial más fuerte del que se tiene noticia, haciendo crecer la economía con viento en contra y con un proceso de redistribución como algunos imaginaron y no se animaron a poner en marcha. Falta mucho por hacer, seguramente, pero la marcha recién comienza, paciencia.

Decía que la década del noventa le dejó a la sociedad un terreno baldío en la memoria, algunos estúpidos se hartan de que se les recuerden las cosas, inventaron diarios y los llenaron de noticias, cuando era progresista hacerlo, apoyaron golpes de estado y robos de bebés, festejaron las privatizaciones y festejan cada 4 de julio el día de la independencia, mostraron y muestran el llanto de los sin techo con un primer plano de mocos y cara sucia. Son los que se sienten irreverentes, alguien dijo que no es irreverente el que se tira un pedo en un velorio y estos tipos tienen aliento con olor a excrementos.

*Los Barriales

La Quinta Pata, 19 – 12 – 10

La Quinta Pata

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