domingo, 6 de marzo de 2011

Juicios: el rescate de la memoria

Ramón Ábalo

En jornadas por el juicio a los genocidas en Mendoza, testimonios de ex policías y el monseñor Rey, segundo en jerarquía en la diócesis católica provincial, después del monseñor Maresma, la amnesia se instaló en unos y otro, como un virus tedioso. Ex policías de bajo rango no pudieron o no quisieron exponerse a recordar si les cupo participación en algún momento de la represión genocida: no me acuerdo, no sé, repitieron, reiteraron como una letanía de la amnesia. Nada creíble, menos en el monseñor. Por su profesión de vice capellán tenía el rol de impartir perdones a pecadores militares a la vez de departir cordialmente con jefes y oficiales del Liceo Militar y de la Octava Brigada de Montaña momentos de hermandad mientras padecían a su alrededor decenas y decenas de detenidos políticos, muchos de ellos magullados gravemente en las mazmorras del lugar. Pero monseñor nunca se enteró de nada o no recuerda, ni siquiera el nombre de los uniformados con quienes solía compartir brindis y rondas de mates.

A la semana siguiente, las jornadas recuperaron la memoria con las neuronas de Elba Morales, del MEDH, que expuso su extraordinaria tarea de estructurar las causas que van a juicio, profundizando en investigación con gran saber jurídico y con alto vuelo solidario. Y también con la testimonial de quien esto escribe como autor del libro El Terrorismo de Estado en Mendoza y Mendoza Montonera, éste en sociedad con Hugo De Marinis. Estimé, y así lo expresé ante el Tribunal, que debía puntualizar aquello de que todo tiene que ver con todo, aquello del materialismo dialéctico, o sea que en la realidad nada es espontáneo. En el devenir de la naturaleza universal el mínimo fenómeno, el menor movimiento, es consecuencia de una larga cadena de porqués.

Y no podía ser omisión en la esencia del genocidio. No se debió a la irracionalidad de un grupo de "salvadores de la patria", o la soberbia de quienes pretenden ser los purificadores de un mundo pecaminoso.
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En el origen está la matriz. Y entonces puse negro sobre blanco. El genocidio de la dictadura no solamente es el sable y la cruz. Deviene de la cima de una pirámide que representa al poder real y universal: allá arriba el imperialismo yanqui, los socios europeos y el Japón, con sus corporaciones militares industriales, los monopolios, los organismos financieros. Y los cipayos nativos: la oligarquía de la pampa húmeda o sea la Sociedad Rural, la burguesía industrial y los políticos de los partidos tradicionales. El brazo armado en la tarea sucia y genocida.

Elba Morales contundente
La compañera del MEDH no tuvo pelos en la lengua para afirmar conceptos terminantes: " debió haber existido un lugar para la eliminación de personas, porque más de 200 personas no desaparecen en el aire ", reafirmando que "no hay fantasmas, hay asesinados", otro concepto nacido de su rico bagaje investigativo y el muy buen saber. Elba dijo que "las FFAA y las policías debían cumplir con un cupo de detenidos...y por eso, muchas de las víctimas no tenían ninguna militancia política"

Siendo el "no me acuerdo" sinónimo, a la vez, de cobardía, recula ante la verdad verdadera de la memoria. Sin vuelta de hoja, los acusados ya están condenados.

La Quinta Pata, 06 – 03 – 11

La Quinta Pata

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