Juicios: el heroísmo cotidiano

Ramón Abalo

Las fortaleza que vienen demostrando las compañeras y compañeros que testifican ante el tribunal que juzga a los genocidas por hechos ocurridos en Mendoza, afirman contundentemente de una calidad humana que ya hemos calificado, muy sencillamente como la expresión de un coraje civil del más alto nivel. Y claro, nada de lo bastardeado y bestializado de lo que pretenden los genocidas, que cuando hablan de una guerra se suponen triunfadores, y por lo tanto, llamados a recibir honores y medallas.

Militantes por la vida y la dignidad de los argentinos, en esa oscura época de la dictadura, muchas argentinas y argentinos, se sensibilizaron ante tanta tragedia, al punto que al miedo y al terror lo superaron con un modesto pero decidido grado de solidaridad. Ese viscoso sentimiento de temor cotidiano, no les impidió el razonamiento, ni el entendimiento ni la acción.

Fueron los que, juntamente con las víctimas del oscurantismo y la irracionalidad protagonizaron el heroísmo cotidiano de la lucha. Fue, por ejemplo, el de Marta Rosa Agüero, secretaria general de nuestra Liga quien, en plena represión, la actividad solidaria la desarrolló a plena y públicas puertas abiertas de un local donde se recibían los datos de los hechos criminales, se tramitaban los habeas corpus y se organizaba a los familiares. La del padre Jorge Contreras, hombre de Iglesia, pero de la iglesia de los pobres y perseguidos. La de Ángel Bustelo, que en el intento primero de asistir con su profesionalismo jurídico a las víctimas, también fue víctima. La del Negro Julio Castillo, que estuvo a punto de caer en las mazmorras al percibir, que eso le iba a ocurrir, si concretaba la quinta denuncia por "la pérdida de su pasaporte". Y claro, muchos más para que, como decía nuestro poeta Armando Tejada Gómez:
Nunca más de rodillas/ nunca más a pedazos
Nunca más a la muerte/ sin haber respirado
Nunca más como topos/ nunca más acosados.
El hombre por sí mismo/ hasta él mismo lanzado,
Hasta su envergadura/ hasta el hombre soñado.
Nunca más a las armas/ nunca más al soldado
Proyectarse hasta el otro/ hasta el mejor logrado
Búscate por tu rostro/ lávate con mi canto.
Estoy en la esperanza/ Despertarás conmigo
Con un pan y una estrella/ alumbrando los siglos.

Violaciones como delitos de lesa humanidad
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"En junio del 2010, Gregorio Rafael Molina, ex subjefe de la Base Aérea de Mar del Plata, fue condenado a prisión perpetua por homicidio agravado, violaciones agravadas, tormentos agravados y privación ilegítima de la libertad. Esta es la primera sentencia en la que aparece nombrada la violación como un delito específico. Este fallo tiene anclaje en la ley 26.200, que incorpora el estatuto de Roma a nuestra normativa. En él se estipula que "es un crimen de lesa humanidad la violación, la esclavitud sexual....cuando son parte de un ataque sistemático o generalizado contra una población civil".

Este texto es el primer párrafo elaborado por la compañera Sofía D'Andrea, periodista y que se publica en un boletín que los organismos de derechos humanos de Mendoza elaboran para informar y analizar lo que ocurre en los juicios que se llevan a cabo aquí con testimonios, hasta ahora, especialmente de las víctimas – ex presas y ex presos; en otros párrafos expresa: "Esta práctica (la violación) fue habitual, sin embargo estuvo silenciada durante años por la vergüenza y el estigma que nuestra cultura deposita precisamente sobre la víctima. En este reciente 2010, en varias causas ventiladas en tribunales federales del país, comenzó a presentarse como otro delito, y gravísimo, cometido durante la dictadura. Hoy, en el juicio que transitamos en Mendoza, los y las testigos vejados se han animado a nombrarlo con todas las letras. La primera fue Silvia Ontiveros, quien hizo un relato crudo de lo sufrido; luego lo verbalizaron otras compañeras; en el caso de los hombres, el puntapié inicial lo dio David Blanco y otros lo siguieron.

"Desde los estrados (Ministerio Público o Tribunal) aún no se incluye entre las preguntas a quienes testimonian si fueron objeto de violencia sexual. Este es un tema difícil de abordar, socialmente silenciado, pero es de esperar que poco a poco se avance hasta tratarlo como un delito con entidad propia".

Dada la composición del tribunal, con respecto a lo ideológico, como asimismo la de los abogados querellantes y el fiscal público, seguramente que el tema se va incorporar en la temática de los juicios orales aquí en Mendoza. Lo testimoniado al respecto por las víctimas, mujeres y hombres, ha sido muy fuerte y escalofriante, por lo que no va a seguir siendo obviado.

La Quinta Pata, 03 – 04 – 11

La Quinta Pata