Memoria colectiva

Rodrigo Farías

“No es rencor ni odio los que nos guía y me guía;
es justicia y lucha contra la impunidad”
Néstor Kirchner

El jueves 24 de marzo, Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia, se convocaron miles de mendocinos, un arco amplio, vívido y heterogéneo de colectivos políticos y sociales, en donde se destacó la presencia de miles de jóvenes, para marchar en recuerdo del trigésimo quinto aniversario del golpe de estado cívico militar más cruento y desgarrador que sufrió nuestro país.

Esta conmemoración ocurrió a menos de seis meses de la desaparición física de uno de los líderes políticos más excepcionales que ha dado el país. En el momento en que una mujer de imponderable valor, innegable capacidad, sagacidad y empuje continúa representando el interés de todos los argentinos a través del gobierno nacional con la herida honda y abierta aun de haber perdido al compañero de toda su vida, Néstor Kirchner. Ese hombre, quién fuera adoptado por nuestras Madres de la Plaza, como un hijo propio, uno más de todos los hermanos y hermanas que no están hoy con nosotros y por los cuales se marchó, se marcha y continuará marchando hasta que la justicia sea justa por cada uno/a de ellos/as.

Las marchas por la memoria, la verdad y la justicia se vienen desarrollando desde hace décadas, desde los primeros momentos en que hijos, hijas, madres, padres, hermanos y hermanas, ciudadanos argentinos, y extranjeros también, dejaron de estar donde debían, desde el momento que ya no regresaron a su casa y pasaron a ser “desaparecidos”. Categoría cruel, vernácula, generada en oficinas cerradas, en mesas chicas, por fríos administradores de la muerte. Fueron marchas de silencio durante décadas, evitadas y desvaloradas con dolo por el ojo panóptico de la mayoría de una prensa cómplice de la barbarie golpista y fratricida. Sin embargo, hoy podemos decir que la memoria se ha institucionalizado y es parte de la historia oficial gracias al compromiso cabal con los derechos humanos de este gobierno y el anterior.
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Con este gobierno el estado de derecho se reivindicó como tal. La gratitud de las madres con respecto a las figuras de Néstor Kirchner y Cristina Fernández no es infundada. Pues más allá que existan sectores que entiendan de una manera distorsionada, a veces por inocencia pero llegado un punto por demagogia, que las palabras de Néstor Kirchner fueron solo hechos discursivos que no se correspondían con actos políticos efectivos, más allá del relato fantástico de esos sectores cada vez más desentendidos del campo popular, hoy están siendo encarcelados criminales que hasta no hace mucho caminaban libres de culpas y cargos. El descuelgue de los cuadros de los represores Videla y Bignone ordenado por Néstor fue un hecho político que abrió un nuevo paso en la historia. Las cosas están cambiando efectivamente, el país anterior al 2003 no es el país presente. Eduardo Galeano quien marchó por las calles de Mendoza lo expresó claramente “me siento orgulloso de haber sido invitado a un país que representa la vanguardia de los derechos humanos”, dijo.

Al ver pobladas las calles por miles de almas reclamando por memoria y justicia se cae en la cuenta que actualmente existen relatos que no se condicen con la realidad; como bien lo ha explicado Guillermo Carmona la provincia de Mendoza ha sido objeto de una construcción ideológica, discursiva, que la presenta como una provincia conservadora. Carmona tiene razón, no es así, Mendoza no es conservadora. Miles y miles de mendocinos, cientos de miles dan cuenta de ello. En nuestra provincia hay un pueblo que rechaza el acto pasivo, la siesta, de un “no positivo”. Hay un pueblo que reclama cambios en pos de la justicia social y un bienestar común e inclusivo. Un pueblo inteligente y crítico que sabe diferenciar la paja del trigo y comprende la distancia que separa a lo declamatorio de lo auténtico, la especulación de la coherencia en aquellos que pretenden ser sus representantes.

Este 24 de marzo se ha expresado nuevamente una ciudadanía que solicita coherencia y autenticidad. Que apoya las políticas públicas y de derechos humanos llevadas adelante por el gobierno nacional y pretende un gobierno provincial y un gobernador que sea un representante activo de aquellas. Un gobierno provincial que pondere el valor de lo estatal y posea un plan de gobierno estratégico a largo plazo, activo en políticas educativas, sociales, económicas y civiles y no solo reactivo a las políticas nacionales.

Hay quienes hoy, y solo luego de la muerte de Néstor Kirchner, se desgarran las vestiduras, encuestas en mano, por el gobierno nacional. Siendo que hace no mucho se reducían solo a tolerarlo con desgano o lo resistían cabalmente. Pero hay quienes son parte del kirchnerismo aun antes de que Néstor fuera presidente y que apoyaron activamente las transformaciones que sacaron a este país del infierno de la desindustrialización, el desempleo y la injusticia. Que acompañaron y acompañan con honestidad a nuestra presidenta Cristina Fernández. Guillermo Carmona se paró junto al gobierno en los momentos más difíciles, defendiéndolo de los embates más perversos de una oposición acéfala sostenida por un entramado multimediático y de poder que operan impunemente en una provincia que se resiste a dormir en una siesta conservadora.

Recuperar la historia, hacer memoria colectiva, es un proceso esencial para poder forjar un futuro que sostenga la lucha por la dignidad y el derecho. El 24 de marzo es un día que nos muestra cuán importante resulta no olvidar. Que nos demuestra la presencia de sujetos que han perdurado históricamente en el poder, como el juez acusado de colaboracionista de la dictadura, Luis Miret, manteniendo una impunidad enhebrada durante décadas en los tejidos institucionales de relaciones cómplices. Establecer quién es quién, recordando, discutiendo, haciendo uso de la palabra y no dejando ser hablados, es una experiencia que puede abrir la puerta para una transformación que marque un precedente histórico en nuestra provincia al lograr que un gobierno sea el fiel reflejo de su pueblo.

La Quinta Pata, 03 – 04 – 11

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