Josefina Adrover
Sr. Vargas Llosa:
Me presento, soy como Ud. una comunicadora. Expresamos, difundimos, enunciamos, informamos, transmitimos mensajes. Ud. lleva la ventaja de la pluma literaria. Yo me remito a la comunicación popular, oficio que aprendí en el diario La República, en el Perú a los 6 años. Soy argentina y me crié en el Perú. Por lo tanto tengo una sola patria: la Grande.Esa mayúscula identidad me invitó a leer las obras de nuestros escritores latinoamericanos. Entre ellos, uno que le recomiendo:
El laberinto de la soledad , de Octavio Paz. Yo, por mi parte quiero contarle que leí su libro
Pantaleón y las visitadoras . Me gustó mucho. Aprendí con Ud. lo patéticos que son nuestros militares moldeados por las potencias gringas, una verdadera metamorfosis a lo Kafka desde los gloriosos ejércitos de San Martín y Bolívar. A San Martín me lo presentaron a los 7 años en una escuela peruana cerca del Río Mantaro. Y cuando volvimos a la Argentina en el ‘84, me lo volvieron a enseñar, pero desde una escuela con programas escolares muy atrasados. Allá en Huancayo recuerdo que estudiábamos a Tupac Amaru, a los 14 incas y saludábamos al padre Sol.
Sin embargo, si algo me enseñó mi país es que hay mucho que desaprender. Para eso sacamos la nueva ley de medios en Argentina, una revolución cultural que llevó el bisturí hasta el hueso en eso de cuestionarnos quien cuenta “la realidad” ¿Desde dónde? ¿Qué intereses se defienden? ¿Cómo se moldea un pueblo? ¿Quién gana? ¿Quién pierde?
¡Qué buen libro
Pantaleón y las visitadoras ! ¡Y hoy, 22 de abril Ud. visita Salta!
Debo decirle que tanto geográfica como ancestralmente Salta es igual al Perú. Bueno,¡es una región propia del Tahuantinsuyo! Nada tienen que ver las fronteras políticas trazadas por Rivadavia, Mitre y un puñado de terratenientes con los espacios culturales de miles de años.
Por eso Salta tiene dos mundos, que digo mundos… ¡dos galaxias! Por una parte, un patriciado rancio, heredero hasta en la última vocal de su doble apellido de la vieja colonia española; conservador, acumulador, apropiador de tierras originarias; cuya única actualización histórica es la tecnocracia neoliberal, visible en la administración empresarial del estado provincial, en el más alto índice de desempleo del país, en las relaciones con los poderes transnacionales de intereses concentrados, en un falso federalismo que esconde la autonomía separatista provinciana, similar a la medialuna boliviana… o en el diámetro minúsculo del brazo de un niño de Tartagal cuando se muere por desnutrición.
Leer todo el artículoLa otra Salta con la que a lo mejor se encuentre cuando baje de un remís: es la del inmenso mosaico cultural. Una joya en la Argentina que cuenta con todos los climas, todas las geografías, todos los colores y la mayor concentración étnica de la nación: ¡Nueve culturas! con conocimientos invaluables a patrón oro o a cualquier moneda de cambio, quienes nos enseñaron que el estado es la suma de los habitantes, los recursos y territorio de un pueblo. Si tiene suerte podrá ver en vida los pómulos gastados de los niños en la puna tal como lo exhiben los niños momias del incanato, hace 500 años ofrendados a la Pachamama y hoy exhibidos en los museos profanadores de tumbas y cultos, en el centro de la ciudad frente a la plaza, a un costado de la Catedral.
No se asombre cuando descubra que la cultura está bajo el ejido del ministerio de turismo. Por lo que se reduce a la imagen de un aborigen tejiendo en la vidriera de la Casa de Salta, en Buenos Aires, a las gigantografías con la foto de una llama o al palabrerío de la oligarquía criolla en un libro ponderando al gaucho… o a un poncho que seguramente le regalarán.
Los medios locales informaron que se quedará varios días para hacer turismo, pero que primero iba a almorzar con el gobernador.
De acuerdo a sus declaraciones mediáticas de los últimos tiempos, seguramente, más que de literatura, le habrá contado a Urtubey cuáles son los principios de la Sociedad de Mont Pelerín.
Seguramente también, desde su imaginario Nobel, le habrá hablado de la unidad en esa sociedad de timbre francés, de personajes como Aznar, cómplice de Bush en la guerra contra Irak, la cual Ud. mismo promovió transmitiendo desde el lugar; de cómo se reacomodan los nuevos generales, herederos de Milton Friedman en la escuela de Chicago; de la eficaz represión de Macri a las hordas totalitarias de villeros, del vaciamiento táctico de recursos en escuelas y hospitales; de la tenacidad política de Duhalde que, desde aquella masacre de Pasco en Lomas de Zamora hasta las muertes de Kosteki y Santillán, continúa queriendo dar batalla por una nueva presidencia. Con su verba frondosa se habrá tentado de convencer al gobernador reelecto y actual adalid del peronismo de derecha en la Argentina, que reúne todas las condiciones para referenciar otro modelo de país, distinto al del matrimonio de los Kirchner; que se avecinan los tiempos en que las potencias desarrolladas del norte aleccionarán de una vez por todas a las subdesarrolladas del sur, y que para eso está la cuarta flota.
Habrá elogiado en la mesa no solo el buen vino, sino también la actitud díscola y prudente del joven gobernador cuando no apoyó las leyes de matrimonio igualitario, la de medios o las retenciones a los exitosos de la soja. En ese almuerzo le habrá aplaudido el gabinete de expertos de la anterior administración, la mansa relación con los amigos del Opus Dei, la enseñanza del culto católico obligatorio en las escuelas, la prohibición de la educación sexual y la mesura en cada declaración para no quedar evidenciado en una sola línea ideológica.
Como creador de la Fiesta del Chivo tiene Ud. un gran imaginario, ¡podría decirse que una libertad de amplio espectro!
Desde el respeto que me inspiran sus obras y desde el rechazo que me pueden sus declaraciones políticas, me despido con una aclaración y un par de pedidos:
Aclaración: Más allá de si le importa o no, quiero decirle que elegí ser comunicadora popular porque a diferencia de sociedades como la de Mont Pelerin, la comunicación popular defiende intereses populares.
A diferencia de sociedades como la de Mont Pelerín creo en la distribución de la riqueza y no en la libertad de mercado que garrapiñea los recursos naturales de nuestras naciones y los justifica con la retórica del capital financiero. A diferencia de sociedades como la de Mont Pelerín y sus reuniones de elite a puertas cerradas, creo en el debate popular de los miles que, como en las ollas populares elaboran el saber público. Un ejemplo: los congresos de “el populista” Evo Morales en Bolivia, con más de 6.000 congresales dialogando en 4 idiomas, al cual pude entrar más que por identificación ideológica porque las puertas estaban abiertas.
1er. pedido: Cuando elija ser más que un escritor y husmear en el a veces lodo y otras prado mundo de la política, hay que hacerse cargo. Y cuando saque el estilete del hombre político no saque el escudo o el preservativo del escritor.
2º pedido: Reflexione sobre el concepto libertad . Vea la película Revolución de nuestro compartido libertador José de San Martín quien dice sabiamente: “¡No luchamos por cualquier libertad!”
* DNI: 23287677 - Presidenta de la Cooperativa de Comunicadores Populares LA MINKA - Movimiento Nacional OCTUBRES - Agrupación COPLA – Comunicación y Política para el Proyecto Nacional
Cortesía de Miguel Longarini, 26 – 04 – 11
La Quinta Pata
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