Viviana Demaría y José Figueroa
No se imagina lo que he rogado
para que saliera bien esto
y mataran al atorrante de Perón Luis Batlle Berres Presidente del Uruguay, 1955
La caída del tirano Perón en Argentina
es la mejor reparación al orgullo del Imperio
y tiene para mí tanta importancia
como la victoria de la Segunda Guerra Mundial,
las fuerzas del Imperio Inglés
no le darán tregua,
ni descanso en vida,
ni tampoco después de muerto Winston Churchill Discurso en la Cámara de los Comunes, 1955.
O juremos por Cristo morir “Yo os digo que nunca un pueblo es tan grande como cuando está de rodillas ante Dios, y nunca es tan pequeño como cuando se postra de rodillas ante un hombre”. Son las emocionadas palabras del sermón de la Hora Santa que resuenan en la Basílica del Santísimo Sacramento. Las pronuncia el confesor de Pedro Eugenio Aramburu, Rvdo. P. Iñaqui de Aspiazu.
Es el 15 de junio de 1955. Son las últimas horas de ese día. En varias iglesias de la capital, los “comandos civiles” entonan emocionados el grito de guerra con el que se hermanan. La Sagrada Congregación Consistorial excomulga “de jure” al Gral. Perón, por decreto firmado por el Cardenal Adeodato Piazza. Cuando mañana muera el dictador, su alma irá directo al infierno.
Hay delirio místico y exaltación combativa. Las armas son bendecidas. Todo está listo para ese gran día que tarda en amanecer.
Los comandos civiles de Cristo Leer todo el artículoMariano Grondona En la facultad de derecho, organizó los “Comandos civiles”. Formó parte del comando estudiantil que atacó la Casa Rosada. Egresado del Colegio Champagnat, ingresó en un seminario para convertirse en sacerdote pero desistió y se decidió por la abogacía. Fue profesor en la Escuela Superior de Guerra. Apoyó activamente todos y cada uno de los posteriores golpes de estado. Recibió el premio Konex de platino y el de brillante en el rubro comunicación-periodismo, también el diploma al mérito Konex en el campo de análisis político y varias veces el premio Martín Fierro.
Oscar Camilión Formó parte del comando estudiantil que atacó la Casa Rosada junto a Mariano Grondona. Se recibió de abogado con diploma de honor. Entre 1965 y 1972 se desempeñó como jefe de redacción del diario Clarín. Durante la presidencia de Arturo Frondizi fue jefe de gabinete del ministerio de relaciones exteriores y culto, ministro consejero de la embajada argentina en Brasil y viceministro de relaciones exteriores. Durante la última dictadura cívico-militar se desempeñó como embajador argentino en Brasil, ocupó también el ministerio de relaciones exteriores y culto y fue nombrado secretario general adjunto de la Organización de las Naciones Unidas. Carlos Menem lo nombró ministro de defensa de la nación. En ese cargo, fue procesado por su vinculación con el contrabando de armas a Croacia y a Ecuador.
Adolfo Vichi Co-autor (junto al radical Miguel Zavala Ortiz) de la proclama golpista de 1951 –asonada del general Benjamín Menéndez. Si triunfaba el golpe, sería parte de un triunvirato civil. Miembro del sector clerical del Partido Demócrata Nacional. Gobernador de Mendoza gracias al fraude electoral. Durante la Revolución Libertadora fue designado embajador en Estados Unidos. Posteriormente, Arturo Illia lo designaría embajador en Inglaterra.
Miguel Zavala Ortiz Co-autor (junto al Demócrata Adolfo Vichi) de la proclama golpista de 1951 –Asonada del Gral. Benjamín Menéndez. Tripuló uno de los aviones que bombardeó Buenos Aires. Ex diputado nacional entre 1948 y 1950 por la Unión Cívica Radical. Integró la junta consultiva de la Revolución Libertadora en representación de la Unión Cívica Radical. Arturo Illia lo nombró ministro de relaciones exteriores. Enrique José Olivera, (vicejefe de gobierno de Fernando de la Rúa en la ciudad de Buenos Aires) promovió la colocación de su nombre a una plaza de la ciudad que él mismo bombardeó.
Américo Ghioldi Firmante de la proclama golpista de 1951 –asonada del general Benjamín Menéndez. Integró la junta consultiva de la Revolución Libertadora en representación del Partido Socialista. Director del periódico “La Vanguardia”. Allí, escribió “los socialistas argentinos saludan emocionados el gran esfuerzo de liberación de la tiranía que acaba de realizar el pueblo argentino con la ayuda principal y decisiva de la aviación”. Durante la última dictadura cívico-militar fue designado como embajador argentino en Portugal. Con gran entusiasmo, otros “socialistas” formaron parte de la la junta consultiva de la Revolución Libertadora: Alicia Moreau de Justo, Nicolás Repetto y Ramón Muñiz. Luego de los fusilamientos donde –entre otros- murió el general José Valle, escribió en “La Vanguardia”: “En primer lugar, es dato fundamental de los hechos acaecidos, la absoluta y total determinación del gobierno de reprimir con energía todo intento de volver al pasado. Se acabó la leche de la clemencia. Ahora todos saben que nadie intentará sin riesgo de vida alterar el orden porque es impedir la vuelta a la democracia. Parece que en materia política los argentinos necesitan aprender que la letra con sangre entra”.
Luis María de Pablo Pardo Dirigente católico. Miembro del Movimiento Nacionalista Argentino. Participante activo en la sublevación de 1951. Fue el enlace civil entre los elementos subversivos de la armada y el ejército previos al bombardeo de Plaza de Mayo. La Revolución Libertadora lo nombró ministro del interior. Frondizi lo nombró embajador en Chile. Levingston y Lanusse lo nombraron ministro de relaciones exteriores. Fue nombrado embajador en Suiza durante la última dictadura cívico-militar. Formó parte del Centro de Estudios Estratégicos de la Armada y de la Fundación Navarro Viola.
Mario Amadeo Dirigente católico. Fundador del Movimiento Nacionalista Argentino. Fue ministro de relaciones exteriores de la Revolución Libertadora. Fundador del Opus Dei. Fundador de Tradición Familia y Propiedad y de los Cruzados de Cristo Rey. Desde allí, realizó proclamas a favor de Hitler y Mussolini. Frondizi lo nombra embajador de Argentina ante Naciones Unidas. Allí fue presidente del consejo de seguridad. Durante la última dictadura cívico-militar integró la comisión de derechos humanos de Naciones Unidas con el aval de Videla. Autor responsable del Decreto-Ley 22068. La ley 22068 (de fallecimiento presunto por desaparición), fue promulgada el 12 de septiembre de 1979. La misma establecía que se podía declarar el “fallecimiento presunto” de la persona cuya desaparición de su lugar de residencia hubiese sido denunciada entre el 6 de noviembre de 1974 (fecha de declaración del Estado de Sitio) y 1979.
Huellas en la carne, huellas en el alma Ivan e Iva eran los padres de Vijode Jarak y cinco hermanos. Hacía siete años que habían llegado al país desde un campo de refugiados croata luego de padecer la Segunda Guerra Mundial. Al mediodía del 16 de junio regresaba junto a su madre de hacer algunos trámites en Paseo Colón al 1200. Habían tomado el trolebús y por error descendieron una parada antes. Vijode vio un helicóptero y aviones.
“Soltaban algo, y se lo dije a mi madre. Ella, con la naturalidad de haber estado en la guerra, me dijo: ‘Son bombas’…Con mi madre cruzamos Paseo Colón hacia el ministerio de hacienda (hoy de Economía). Las bombas explotaron justo cuando pasamos detrás de un trolebús. Mamá cayó con la pierna destrozada por una esquirla. Gateando, la arrastré hasta las escalinatas del ministerio…” Alberto Rábanos tenía 25 años en 1955. Era un joven cabo defensor del régimen democrático perteneciente al Regimiento Motorizado Buenos Aires.
“Estábamos en Pichincha y Garay. Había una campana para alarmas, y a la una menos cuarto la tocaron. No sabíamos qué pasaba. Llegamos frente a la aduana y desembarcaron los soldados de mi columna de vehículos. Yo volví al regimiento a buscar municiones. A los soldados les ordenaron tirar contra el ministerio de marina y la casa de gobierno que, se suponía, estaba tomada. Cuando volvía por la calle Defensa me ametralló un Gloster Meteor. Eran aviones de la Aeronáutica, al principio leales, que se dieron vuelta en el aire; por eso les decían panqueques”. César García era médico recién recibido y ese día estaba realizando su guardia en el hospital Argerich.
“Acudí al hospital a las ocho de la mañana. Al mediodía, el médico a cargo de la guardia, el doctor Camilo Cicchero tuvo que subir al cuarto piso a operar a un chico. Entonces comenzaron a caer los heridos y el hospital se desbordó. Todos fuimos enfermeros, camilleros y médicos. Lo primero fue seleccionar a aquellos que tenían posibilidades de vivir. Uno de los pacientes era la hermana del ministro de economía de Perón, Ángel Borlenghi, que llegó con la pérdida total de su pierna y la amputación de media cadera. Falleció antes de entrar a la sala de operaciones. En la morgue hubo 99 muertos. Entre ellos recibimos tres trozos de cadáveres carbonizados que habían estado en el trolebús 305, que hacía el recorrido Lanús-Correo Central, que fue partido al medio por una bomba. Esos cadáveres fueron reconocidos por descarte”. La Quinta Pata, 12 – 06 – 11
La Quinta Pata
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