Agustín Sur
La contra oficialista en Mendoza, al igual que en el orden nacional, se debate en la desesperación de los sueños incumplidos. Allá en la cúpula mayor, Alfonsín les ha dado un mandoble en el hígado al cerrar el pacto electoral con la derecha del peronismo federal del Colorado De Narváez El sueño era Binner, el actual gobernador de Santa Fe y socialista, con quien la militancia - y seguramente la totalidad de las bases radicales - soñaban como la alianza que medianamente los aproximara a un triunfo.
Pero el puñetazo del grogui se los ha dado el referente mayor, pero de la sociedad rural, el Cleto Cobos, ahora sí, como nunca, el momentáneo y nadie de la política nativa. Aunque sea como candidato a diputado nacional - ya bajado de la presidencial - el Cleto era para los radicales mendocinos "viento de cola", nomenclatura eólica que se utiliza como tecnicismo en la fórmula 1, que es lo que contribuye a una mayor potencia de la velocidad mediante los alerones de cola que suman un desplazamiento del aire, que a esa velocidad, aumenta la posibilidad de triunfo.
Hacía apenas una semana que el ínclito había lanzado eso de que iba a aceptar postularse a diputado nacional, lo que casi como un ruego colectivo, le hacían desde arriba, desde abajo y de todos los costados del radicalismo menduco. Mantenía el suspenso con medianía en el decir y en el hacer, incluso se lo colocaba a la par de Reutemann, un maestro del suspenso político.
Y, lógicamente, podría pensarse que el jaquismo está chocho y restregándose las manos de gusto. Pero no es para tanto y en las huestes del justicialismo se mira de reojo a las huestes del kirchnerismo no PJ, algo así como un 30% del electorado oficialista. Esta divisoria es lo único que les alivia las frustraciones varias que padecen los seguidores del Mula Iglesias, el candidato radicheta a gobernador. Al igual que Alfonsín, no tuvo que pasar por la prueba de las internas, dejando por ello una ristra larga de heridos y enojados, al estilo de Cornejo, el otrora máximo cobista. La prueba de las internas la pasó el Paco Pérez enfrentado por un Sancho vitivinícola. Perdió por muerte pero se dio el gusto de mojarle la oreja a Jaque, el que, con Mazzón el chueco, lo encumbraron al Pérez contra las ganas de una decena, por lo menos, de postulantes. Algunos de ellos, como el Pampa Alvaro, el gremialista Pereyra, ambos diputados nacionales, juntamente con Carmona, ex ministro jaquista, tiran para un costado, casi en el cristinismo puro, sin nada de justicialismo.
Al momento, mientras Jaque disfruta de una China con economía de mercado en un estado socialista, según lo afirma el dragón oriental, las aguas están algo tranquilas aquí en Mendoza. Las borrascas están en las calles con diarias movilizaciones de los laburantes estatales y algunos privados, como los periodistas, que despiertan de una larga modorra.
La Quinta Pata, 05 – 06 – 11
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