domingo, 17 de julio de 2011

En Mendoza, el descarte en la política

Ramón Ábalo

El campeonato por la Copa América de fútbol que se está desarrollando en varios escenarios del país, como Mendoza, no logra atemperar los remezones políticos, institucionales, sociales y culturales, que mantienen una dinámica superlativa en el panorama preelectoral menduco, lo que demuestra que somos una sociedad por lo menos inquieta. Por supuesto que a muchos les espanta el movimiento, las contradicciones, los arrebatos colectivos de los "indignados", los despropósitos de los desesperados y los mensajes libertarios desparramados desde vertientes hereditarias del setentismo, que no son pocos.

Y el foco se centra, como en lo nacional, en lo estrictamente político con solamente dos puntas, ambas con cargas muy pesadas de inhabilidades para un juego en que la recompensa es la asunción de un poco del poder real, o sea el poder político incrustado en las estructuras del estado, como es el gobierno…La mayor exposición pública por parte del oficialismo coloca a sus representantes, desde Jaque para abajo, incluidos los ya titulares de las candidaturas, en un plano inclinado que les provoca algunos resfalones [Sic] peligrosos, como la cuestión de la minería, la cuestión de la promoción industrial y el ya descartado, al menos por 180 días, proyecto de tercerización de un atrayente pedazo de la torta, o sea la renta oficial en manos privadas. Por esto último el gobierno recibió peñascazos desde todos los ángulos, siendo el más duro y contundente el del Sindicato de Trabajadores del Estado Autoconvocados (SiTEA) y la poderosa voz de su secretario general, Víctor Hugo Dagfal.

Así, la acción política del jaquismo se convierte en una especie de juego a la pirinola: este sí, este no...este sí, este no...es decir decisión política por descarte. Lo peor es que no acierta ni una.

Figuritas de descarte
Las elecciones en la Capital Federal (la 1a. vuelta) han dado hilo para enhebrar y desenhebrar análisis, comentarios, opiniones y, claro, euforias y tristezas como ocurre a la terminación de cualquier partido de fútbol. Y vituperios, al estilo de Fito Páez, que le ha venido de perillas a la corporación mediática para tirarle ripio al gobierno, como si el Fito fuera un tipo representativo de ese gobierno, o del kirchnerismo o del cristinismo, (entre paréntesis, uno está a punto de aplaudir al Fito y putear como el Fito). Y ello le ha servido también para ocultar los guarismos de las otras fuerzas, como las de Alfonsín, la Lilita y demás, que en el ranking del domingo aparecen como descartes, en el fondo del pozo.

Y como descarte anduvo por aquí la Lilita para contar cuántas son las cabezas de su rebaño y alguien que la anduvo siguiendo afirmaba que apenas pudo, la Lilita, asistir a una mateada con un par de decenas de sus acólitos. No le fue mejor al Antonio Rodríguez Sáa, capo de su feudo puntano y lanzado a competir por la presidencia de la nación. Sabe que no va a figurar ni en las estadísticas, pero quien le "quita lo bailado", con el poder económico que le deparan sus latrocinios con las arcas fiscales su status de estadista puede que suba unos puntos. Llegar a ser candidato a la primera magistratura de un país que se destaca positivamente en el mundo no es nada desdeñable. Incluso se merece, por eso mismo, un cuadrito colgado, bien visible, en su casa de gobierno provincial donde conste tamaña hazaña de estadista.

La Quinta Pata, 17 – 07 – 11

La Quinta Pata

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