domingo, 7 de agosto de 2011

Estados Unidos en bancarrota: señal de capitalismo en crisis

Alfredo Saavedra

La semana pasada Italia y España se unieron al concierto de naciones en quiebra económica, en síntoma muy sospechoso de que el sistema capitalista está arruinado, lo que predice que el mundo tiene que orientarse hacia otras vías que podrían eventualmente en un futuro no lejano, como lo han vaticinado científicos de las ciencias sociales, determinar un retorno hacia el socialismo.

Eso a pesar de que los Estados Unidos buscaron en el pasado, con éxito, derrotar ese esquema con la aniquilación de la Unión Soviética y la agresión sin parar contra los estados sobrevivientes de esa fórmula de organización política en el orbe.

Están los Estados Unidos por supuesto, atrincherados con una acumulación de riqueza en un monopolio privilegiado dentro de la llamada reserva federal y el círculo de poder financiero que sobrevive a expensas de la flagelación económica de la mayoría de la población de esa otrora poderosa nación, que ahora arroja un déficit del cual parece que no saldrá a menos que en una acción retrógrada se lance a la rapiña para el despojo de naciones débiles como lo hizo en el pasado.

Son acreedores de una masiva deuda externa de los Estados Unidos, China en primer lugar y otros pocos países con capacidad prestataria, y que al parecer lograrán resarcirse de los adeudos por medio de los réditos, que como ha ocurrido siempre dentro del sistema, son una forma de depredación.

Increíble que los Estados Unidos tengan un déficit, en crecimiento, de 14 trillones de dólares que, según estimación de expertos podría esa nación solventar hasta en un período de cincuenta o más años si no ocurre antes una catástrofe mayor en el mundo, o se compone la situación a través de soluciones que pueden hacer cambiar radicalmente los sistemas de gobierno. Una ilustración reciente expuso que un trillón de dólares equivale a una línea de billetes de cien dólares unidos uno con otro, dándole cinco vueltas al planeta.
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Porque resulta que no es solo la crisis económica la que puede determinar un cambio, sino otros factores como el deterioro del ecosistema y la excesiva concentración demográfica en las grandes ciudades del mundo. Eso ha determinado un enorme aumento del desempleo, lo que ha derivado en peligrosos estados de descontento, en un fenómeno que de agudizarse puede llevar a situaciones explosivas de impredecibles consecuencias.

Un ejemplo de esa probabilidad se ha tenido con Grecia, donde hay prácticamente una revuelta permanente con un gobierno que ha sido subsidiado de forma financiera, sin que eso haya aliviado su situación y por el contrario pronto perderá todo apoyo económico a partir de la crisis en Europa, que ahora tiene a Italia y España al borde de convertirse en estados pedigüeños, sin saberse quién o quiénes los podrán auxiliar si de seguir así todo el mundo va a colapsar.

El movimiento poblacional concentrándose en las grandes ciudades ha creado un desequilibrio demográfico, pero independiente de esa situación también, como se dijo y lo ha señalado con acierto el conservacionista David Suzuki, el deterioro del planeta, con el agostamiento de las tierras de cultivo, la excesiva y creciente contaminación del ambiente, el cambio climático y el alto grado de delincuencia que padecen la mayor parte de sociedades en el mundo, pueden determinar un cataclismo social que ojalá no sea para el hundimiento de la humanidad. Tal vez, como lo han predicho bien intencionados estudiosos de los fenómenos sociales, se revertirán los problemas para bien de los pueblos y a lo mejor se establezca en el mundo un sistema justo y humano. El socialismo sin duda. Así sea.

La Quinta Pata, 07 – 08 – 11

La Quinta Pata

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