Agustín Sur
Sin rubores molestos, el radicalismo mendocino, de la mano de Iglesias el candidato a gobernador, manda a sus seguidores a cortar boleta, pero en la que figura el presidenciable – no tanto – Ricardo Alfonsín. Con marchita pegadiza, desde hace una semana se lanzó de lleno la campaña electoral radicheta con un sesgo defenestratorio que sorprendió a unos y otros y que al defenestrado no le quedó más remedio que aceptarlo como una adecuada táctica en pos de resultados positivos. Las primarias fueron un duro golpe, con apenas una tercera posición en el ranking, detrás del puntano Rodríguez Saá y muy lejos del candidato pejotista.
Algunas encuestas, seguramente graciables como un premio consuelo, hacen aparecer ahora al radical con varios puntos recuperados que hacen vibrar de optimismo al cuartel de campaña de la calle Alem. Es posible que sea así, pero no tanto, porque el recúpero tiene perfume de ortigas, urticante para el propio campo militante. Sin embargo, un valor agregado para acrecentar el optimismo es el que deviene del terreno adversario por la torpeza supina del Jaque gobernador que se deschava a diario con expresiones como esa de haber tratado a Iglesias de "sinvergüenza". Claro, el contexto que acompañó al exabrupto no lo exaltaba mucho pero sirvió a los medios, aquí con matriz hija de puta en Clarín y La Nación, para darle duro, aprovechando el desliz verborrágico, en ningunear a la dupla Pérez-Ciurca.
Es muy posible, en medio de este intercambio floral, que la definición final en octubre esté en manos del puntano. La gran pregunta es a quién – radicales o jaquistas – sumará o restará la jugada electoral del Alberto, aunque lo que sacó en las primarias solamente tiene incidencia en el nivel presidencial, no se descarta que ese electorado en situación de definir localmente, tome partido por fuera de la boleta puntana. Paradojalmente, desde el PJ hacen cuenta hacia arriba por el voto ganso en la presidencial.
No obstante las jugadas del radicalismo, el oficialismo mantiene un pico de delantera, que se estima no se alterará en el conteo definitivo. Ello será así, se dice en el mismo interior del peronismo, si la dupla sale a sacar pecho con un ímpetu que hasta ahora, precisamente, se siente obstaculizado por el mismo Jaque por sus torpezas. Se tiene en claro que el "arrastre" no se repetirá como en las primarias, y entonces, los 30 días serán de redoblar esfuerzos y un discurso aclaratorio de futuras políticas en que aparezcan temas que están profundamente enraizados en el cuerpo social de los mendocinos: la minería, la vivienda, el agua, la administración fiscal, la promoción industrial, reforma fiscal y otras yerbas no menos críticas. La sociedad percibe que son temas que van a definir su futuro inmediato, para mejor, en cuanto tengan tratamiento específico y ya mismo. Y es lo que exige en cada voto que emita, con el color que sea.
La Quinta Pata, 11 – 09 – 11
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