La civilización maya (I)

Mary Ruiz de Zárate

Notables arquitectos y primeros matemáticos en el orbe, conocieron el valor del cero, mil años antes que los indostanos. Usaron el sistema vigesimal en aritmética. Poseían un calendario superior al gregoriano.

Hundiendo sus raíces en el viejo tronco olmeca, la más antigua civilización del nuevo mundo, cristaliza en el espacio geográfico de Mesoamérica, la más espléndida cultura del planeta en las edades del neolítico: la cultura de los mayas.

Fluyendo desde la península de Yucatán, en corriente étnica y civilizadora hasta expandirse por toda Guatemala, Honduras, Belice y Salvador Occidental, el pueblo maya levantó maravillosas ciudades que hoy se conservan intactas, cubiertas por el manto de la jungla.

Los mejores pintores muralistas de América
La cosmogonía, las artes, la guerra, la liturgia, el trabajo, las faenas agrícolas, quedaron apresadas por los maestros de los artistas mayas, en murales que mantienen su frescura original, pese a los siglos.

El templo de Bonampak, descubierto al azar por un joven fotógrafo – que exploraba la selva en los márgenes del Usumacinta, México – asombró al mundo por el movimiento y el realismo de las figuras y las escenas, que retrataban el tipo físico y las costumbres de los mayas clásicos.

La cerámica pintada y los manuscritos jeroglíficos, a colores de tintes vegetales y óxido de hierro, son otras de tantas pruebas de su exquisitez plástica.

En el arte lapidario, el grabado y el pulido de piedras duras como el cristal de roca, el jade, la obsidiana y el granito, los mayas aventajaban a todos los otros pueblos americanos.
Leer todo el artículo

Paradójicamente, estaban muy atrasados en los trabajos en metales, posiblemente debido a la escasez de cuencas mineras en su territorio.

Pero en arquitectura, es preciso remarcar que rivalizan con el coloso de Sudamérica, el imperio incaico, en cuanto a solidez de construcciones, pero no en belleza. En este aspecto, los edificios mayas están más armoniosamente decorados y presentan variedad de recursos técnicos, como por ejemplo el llamado Arco Saledizo.

La lengua y la escritura
“Elegante y concisa”, según frase del obispo Diego de Landa, cronista español, la lengua de los mayas tiene – porque todavía se habla – un sello de clasicismo, con sus difíciles consonantes, sus sencillas vocales y la gran abundancia de afijos y formas verbales.

El sistema de escritura de este pueblo impar fue el único que se inventó en América y correspondió a un grupo de científicos soviéticos el mérito de haberlo descifrado, valiéndose de máquinas calculadoras electrónicas.

En el año 1961, en el paraninfo del Instituto de la Minería de Leningrado [N. de R.: hoy San Petersburgo], el académico S. I. Sovolev dio lectura al informe confeccionado por el equipo de historiadores, arqueólogos, matemáticos y lingüistas.

Los eruditos soviéticos partieron de los jeroglíficos manuscritos de los Códices de Dresden y el Tro-Cortesianus – madrileño – en los que cada signo podía representar cualquiera de los elementos del lenguaje: un sonido, una sílaba o una palabra. Por otra parte, los libros del Chilam Bilam y los diccionarios de la lengua maya actual permitieron conocer esos elementos. Se confrontaron los signos lingüísticos con los jeroglíficos, mediante un proceso de sustituciones matemáticas, supliendo unos por otros.

En los manuscritos figuraban unos 400 jeroglíficos, de los cuales no habían podido ser identificados, hasta esa fecha, ni siquiera la mitad.

Los especialistas soviéticos pusieron en práctica un original método; en vez de enfrascarse en desentrañar el sentido de cada símbolo, atacaron el texto en su conjunto. Los resultados se iban registrando en tamboras magnéticas y en tarjetas perforadas para que la máquina cerebro-electrónica procediera a su análisis estadístico.

(Continuará)

Juventud Rebelde, 26 – 04 – 71

La Quinta Pata