Viviana Demaría y José Figueroa
Siempre fuimos compañeros
La frase que pronunció la Sra. Presidente no deja lugar a dudas. No hay dudas sobre el lugar que tienen todos aquellos que impugnan el modelo extractivo –columna vertebral del modelo económico-. Vox Populi Vox Dei dijo la Sra. Presidente. Refrendaba así y de forma categórica “la cátedra” -según la misma Sra. Presidente- que estaba dando aquel personaje de casco amarillo; esa es la “Lógica implacable del pueblo”, sentenció. Abal Medina y Amado Boudou festejaban sonrientes la incontinencia verbal del anónimo trabajador. Antonio…“Queremos trabajar en paz y no que 4 o 5 seudo ambientalistas nos corten la ruta”. Aplausos y sonrisas de aprobación de casi todo el gabinete ante tal proclamación infame. “Vos no sos dirigente político, sos un trabajador que defiende su lugar de trabajo” acotó la Sra. Presidente.
Sin embargo la mentira tiene las patas muy cortas.
Armando César Domínguez si es un dirigente político. Hace más de 30 años que milita públicamente en el partido de Olavaria (Buenos Aires). Tan es así, que se desempeña en el cargo de Vicepresidente del Partido Justicialista de Olavarría. También es dirigente sindical. Fue interventor de AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina) delegación San Juan. En calidad de tal, encabezó la demanda contra la “Ley de Presupuestos Mínimos” sobre los glaciares, acompañando así la misma pretensión de la empresa Barrica Gold y la del Gobierno de San Juan, a través del cazador de nazis Ing. Rioja.
La incontinencia verbal que Armando César Domínguez puso de manifiesto frente a la Sra. Presidente, fue de mudo silencio en los juicios por delitos de lesa humanidad en Tandil. En aquella ciudad se llevan adelante los juicios por el secuestro, torturas y asesinato de Carlos Alberto “El Negro” Moreno, militante de la Juventud Peronista de Olavarría y abogado laboralista de la Asociación de Obreros Mineros Argentinos (AOMA). Moreno era abogado laboralista y estaba trabajando sobre las malas condiciones de trabajo en la cementera “Loma Negra”. Como señaló Matías Moreno, hijo de Carlos, “las Fuerzas Armadas tenían entrada libre, armaron listas negras y los cuerpos de delegados fueron detenidos y despedidos. La empresa, además, se benefició económicamente con la dictadura, por ejemplo con la reconstrucción de los estadios para el Mundial de Fútbol de 1978. Mi padre había investigado que los trabajadores no llegaban a jubilarse, morían antes. Descubrió que la silicosis (una enfermedad por el depósito de polvo en los pulmones) les acortaba la vida y los comenzó a representar. A partir de este patrocinio, lo secuestraron y lo asesinaron”. Del “Negro” Moreno, Domínguez no habla. Será que la estatura moral de aquel abogado “ambientalista” de los años 70 no representa para este traidor a su clase ningún modelo digno a seguir.
La Quinta Pata, 12 – 02 – 12
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