Caminantes

Viviana Demaría y José Figueroa

…mi tierra será tuya,
yo voy a conquistarla,
no sólo para dártela,
sino que para todos…
Pablo Neruda

Estuvimos allí

Caminar tiene la fuerza de visibilizar. En dictadura fue caminando alrededor de la plaza el modo que eligieron las madres para pedir por sus hijos invisibilizados por la represión. En Catamarca, ya en democracia, eligieron caminar en silencio pidiendo justicia por la muerte de María Soledad Morales.

Caminar junto a otros, tiene la potencia de la legitimidad. Al principio es uno más uno más…y de pronto algo comienza a ligar. El sonido de los tambores llega, las miradas se encuentran, las sonrisas se corresponden, las consignas insuflan fuerzas para no desfallecer.

En el cielo, el sol da cuenta que inevitablemente es marzo. Los carteles avanzan y se elevan altos como los ideales. Y es un paso tras otro. Un paso después de otro y de otros miles más que nos antecedieron.

Cierto es que no siempre se camina avanzando. Nuestra historia nos ha enseñado que hay momentos en los cuales se camina retrocediendo. Belgrano y el éxodo jujeño son una muestra cabal de esta premisa, esa que nos recuerda que para ganar la libertad muchas veces hay que replegarse y resistir.

El hombre sin miedo
A los costados del bochinchero río colorinche, miles de ojazos multicolores decían lo suyo. Algunos decían ¡Gracias! o ¡Fuerza! Miradas que alentaron cada paso, cada danza, cada cántico pronunciado durante la marcha, y que también fueron protagonistas del acontecimiento. Porque con su presencia rubricaron la representatividad que el mensaje tiene para el conjunto de la sociedad.
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El carrusel de vendimia no es un lugar cualquiera, ni es un tiempo cualquiera. Por el contrario, son coordenadas poderosamente significadas por la fuerza ritual que posee la fiesta Nacional de la Vendimia. Un espacio que por décadas obliga a abrochar en un espectáculo y a cualquier precio argumental las representaciones de la tierra, el agua, los pueblos originarios, San Martín, La Virgen de la Carrodilla, los inmigrantes y más. Pero esa es la tradición, aquello que se repite incesantemente. Es por eso mismo que el hecho de marchar en ese encuadre, se vuelve algo novedoso. Más aun marchar con un mensaje legitimado por la comunidad. Y mucho más, marchar sin miedo.

Otro sí digo
Encabezaban la marcha las "asambleas por el agua" de la AMPAP (Asambleas Mendocinas por el Agua Pura) y la "Coordinadora por el Agua y los Bienes Comunes", que realizaron la convocatoria seguidos de los asambleístas invitados de otras provincias. Grupos que supieron de gaseadas y represión en sus tierras. Personas que en sus propios lugares están condenadas al silencio. En Mendoza ellos no tuvieron miedo ni fueron tratados como foráneos o extranjeros. Porque hay una cuestión que debería ser considerada: Mendoza no es Tinogasta.

A pesar que, como sociedad, Mendoza guarda profundos y penosos rasgos conservadores, más de siete mil personas pudieron marchar sin ser reprimidas, las asambleas pudieron sesionar sin dificultad y hasta la joven reina de San Carlos sostuvo – desde el momento de su discurso de asunción pronunciado frente al gobernador Paco Pérez – su claro posicionamiento ambientalista y dentro de los actos protocolares y frente a la presencia de las autoridades gubernamentales, su carro vendimial llevó durante el recorrido por el carrusel, un cartel que decía No a la Ley Antiterrorista Somos Pueblo que Lucha.

Has recorrido muchacha, un largo camino ya
El mensaje se ha esparcido con la perseverancia del aroma a jazmín. El agua no se negocia y la megaminería contaminante no tiene licencia social. Quienes compartimos este ideario fuimos tristemente calificados como terroristas. Por eso la marcha estuvo llena de remeras que decían Hoy Tods Somos Terroristas. Sumado a esto, una reina en su carro replicó el mensaje, lo expuso ante la inevitable presencia de las autoridades (ausentes al momento de la marcha) y subió la apuesta: somos pueblo que lucha.

Hemos caminado por lo que creemos, por la memoria de los que ya no están y sobre todo, por los que vendrán. Caminando, comenzamos a andar.

Ahora sólo nos queda, hacer realidad los sueños.


Agradecimiento: A Hernán Paz… Por la mirada.


La Quinta Pata, 04 – 03 – 12

La Quinta Pata