domingo, 25 de marzo de 2012

¿Todo es culpa del gobierno?

Clara Marcela Franco Cadavid

Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
Johan Wolfgang Goethe

La sociedad tradicionalmente se ha dedicado a culpar a sus gobiernos por todo lo malo que les ocurre. Es común escuchar frases como “cada día estamos peor”, “está todo mal y tiende a empeorar”, “todo es culpa del gobierno”. Todos culpamos siempre a los demás de lo que no queremos solucionar. Si bien es cierto que a los gobiernos les falta responsabilidad y diligencia en algunos aspectos; también lo es, que los ciudadanos no cumplen con sus obligaciones.

Hay un refrán que dice “cada altar tiene su cruz” y es cierto. Cuántos de nosotros acudimos a las urnas en todas y cada una de las elecciones populares a que somos llamados habiendo estudiado a conciencia los programas de gobierno; cuántos conocemos la constitución de nuestro país, cuántos siquiera sabemos cuáles son nuestros derechos. Con qué cara entonces criticamos el gobierno de turno; debemos ser responsables con nosotros mismos y nuestros países.

En la primera infancia dependemos de nuestros padres, en la adolescencia luchamos por ser aceptados socialmente lo que nos hace dependientes de nuestros amigos, en la juventud buscamos realizar sueños y proyectos para los que necesitamos compañeros, en la edad adulta buscamos conformar una familia o ser exitosos en nuestras carreras y es entonces cuando dependemos de la sociedad completa y cuando esas metas se ven truncadas o modificadas empezamos a buscar culpables. Y cuándo vamos a aceptar que también nosotros somos responsables de nuestros fracasos, que quizá un sueño no se cumplió no porque el país estuviera mal sino porque no luchamos lo suficiente por alcanzarlo.
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Hay quienes dicen que la falta de educación alimenta la desidia de los pueblos, que hay algunos que votan con el estómago y se dejan sobornar por los politiqueros, pero si miramos bien esto no es del todo cierto. Es cierto que en algunos países no todos tienen acceso a la educación y esto no debería ser así por otro lado es en esos mismos países que encontramos personas de campo que tienen más sentido de pertenencia por su tierra y su país que muchos de sus compatriotas letrados. Quienes votan con el estómago no siempre pertenecen a las clases menos favorecidas y generalmente quienes se dejan sobornar están en el mismo círculo que quienes los sobornan.

No estoy a favor de los gobiernos pero tampoco a favor de los pueblos. A los primeros les falta conciencia social, pensar y trabajar siempre por el bien común, cumplir con las promesas hechas, la palabra empeñada en campaña. Y a los segundos nos falta sentido de pertenencia, patriotismo y sinceridad. Es tiempo de pensar en comunidad, de trabajar por el desarrollo de todos los países y una vida digna para todos los individuos.

No es necesario hacer grandes esfuerzos, solo basta que cada uno deje de buscar culpables, se haga responsable de sí mismo y ayude en la medida de sus posibilidades a quienes lo rodean. El cambio tiene que empezar desde la individualidad. La ecuación es simple si quienes me rodean están mal, yo estoy mal. La solución está en nosotros en conocer y hacer valer nuestros derechos y trabajar para cumplir con nuestros deberes. No todo está mal, de ser así está en cada persona producir el cambio.

La Quinta Pata, 25 – 03 – 12

La Quinta Pata

1 comentario :

Gustavo Nogueira dijo...

Si existe un funcionario sobornable es que existe quien lo soborne, si se tiene un Gobierno que no cumple nuestras expectativas, existimos nosotros que los hemos votado.
Cuando el pueblo decida elegir sabiendo lo que busca y conociendo la propuesta de quienes vota, podremos conseguir un camino correcto para nuestro pais, haciendonos parte de ese proyecto, con lo que podamos, en nuestro lugar de trabajo o tomando parte de la idea.Alguien dijo alguna vez que cada pueblo tiene un gobierno que lo representa con sus virtudes y defectos, es el espejo de cada sociedad.

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