domingo, 24 de junio de 2012

La bestia herida es más peligrosa

Ramón Ábalo

Los cazadores de bichos grandes y peligrosos, al estilo de lo que solemos ver en las películas de Tarzán, saben muy bien lo peligrosa que son las bestias - las grandes presas como leones, jaguares, y tantas más – que son heridas y por eso la apuesta es siempre eliminarlas de un solo disparo y en el lugar exacto. Esta sapiencia depredatoria, la tienen también nuestros campesinos cuando deben enfrentar a un puma o un chancho jabalí, bestias muy de nuestras tierras semidesérticas; incluso lo es cuando la bestia, por hambre, arrasa con los productos de corral, la sangre de las víctimas es como un brebaje maligno propicio para el sacrificio de más víctimas. Mejor es matarla a la bestia. Aclaramos, en esta lucha entre especies: el cazador y la bestia, esta es la víctima.

En el escenario de las luchas por su dignidad de los pueblos latinoamericanos - de todos los pueblos del mundo - se suceden acciones depredatorias - de los cazadores - contra las instituciones republicanas, los estados de derecho, los gobiernos democráticos, la soberanía popular y nacional, con una concepción regresiva, cavernícola . Destituyente. Y claro, el símil con la bestia herida, en las embestidas contra los pueblos, deviene de los que detentan el verdadero poder universal: el imperialismo yanqui en su versión corporativa, la de los monopolios, la banca y las finanzas, y como socios menores las oligarquías nativas: la Sociedad Rural, Bergoglio, el Macri, el Cleto, el Sanz; los amarillos, marrones y anaranjados. Y los "proletarios" - empresarios, dirigentes sindicales - no todos - con voluminosas chequeras, muy heridos, con diagnósticos de irrecuperables, y muy peligrosos, atentatorios a la salud física y mental de la ciudadanía universal.

Las venas abiertas (y sangrantes) de la América Latina no es una mera metáfora del genial Galeano. Es la realidad, ahora mismo del Paraguay, Honduras, Bolivia, Ecuador y la "luz roja" para Venezuela, Brasil y Argentina. Para nuestros pueblos, en avances por caminos libertarios la siembra de las bestias heridas es la incertidumbre, el caos. Creadas algunas condiciones iniciales de un sistema caótico le sigue un proceso de amplificación, El bloqueo a las refinerías de petróleo, la convocatoria a ganar las calles, no es una legítima reivindicación social del Hugo Moyano "proletario". Es parte de un proceso de amplificación del caos por un Moyano empresario herido que busca - ya lo encontró - el refugio de la Sociedad Rural, Clarín, La Nación y, con seguridad, la embajada yanqui.

Para el gobierno, para el kirchnerismo, para la Cristina y el Paco, para los sectores populares y nacionales, para las mayorías de los argentinos y latinoamericanos, en estos momentos la única certeza es la incertidumbre. Debemos aceptar esta premisa para la búsqueda y el encuentro con las herramientas para el objetivo fundamental: el cambio a fondo del sistema, capitalismo por socialismo. Enfrentar con decisión, fortaleza y fuerza esta amplificación del caos y tener presente aquello de que "por un clavo se perdió la herradura, por una herradura se perdió el caballo, y por un caballo se perdió el jinete". Nosotros agregamos que si se pierde la cabalgadura y el jinete, se perderá el vehículo y desde los escombros la resurrección sea tal vez aquello "¡¡¡O juremos con gloria morir!!!".

La Quinta Pata, 24 – 06 – 12

La Quinta Pata

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