domingo, 8 de julio de 2012

Cajamarca quiere agua, no oro

El líder campesino peruano Hugo Blanco denuncia los ataques de la agroindustria y de las hidroeléctricas.

"Antes en mi época luchábamos por la tierra, por eso nuestro grito era 'Tierra o muerte', pero ahora se lucha por el agua". Hugo Blanco no se cansa de explicar que los campesinos padecen los ataques de la agroindustria y de las hidroeléctricas, pero sobre todo de las empresas mineras, las que promueven y llevan a cabo explotaciones a cielo abierto.

Hugo Blanco es un líder campesino peruano, conocido en toda Latinoamérica por su compromiso en la defensa de los pueblos indígenas. Años atrás llegó a tener una cierta esperanza en lo que representaba el liderazgo de Ollanta Humala. Luego perdió la confianza en quien se iba a convertir en presidente de Perú.

Y ahora recuerda que quien envía tropas y policías a Cajamarca para reprimir de forma sangrienta el movimiento de protesta contra el proyecto minero Conga, hace poco más de un año, durante su campaña en esta misma región preguntaba: "¿Ustedes comen oro? ¿Ustedes quieren vender el agua?". "Nooo", coreaba con los asistentes al mitin. "Nosotros tomamos agua, nuestras criaturas toman agua, nuestro ganado toma agua.... De ahí sale la riqueza", les decía.

Ahora Ollanta Humala defiende la otra riqueza, la que no tiene nada que ver con las necesidades y medios de subsistencia de miles de pequeños agricultores y ganaderos, que se ven obligados a defender, en manifestaciones y con turnos de vigilancia, las lagunas bajo las cuales la megaminería espera encontrar el preciado oro, las que pretenden convertir en vertederos y las que dejarían de existir como consecuencia de la destrucción del resto.
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"Para conseguir un gramo de oro tienen que provocar la voladura de una tonelada de roca", explica Hugo Blanco, para hacer entender lo que significa esa agresión contra la naturaleza, especialmente destructiva en las cabeceras de cuenca. Así está previsto en el proyecto Conga, de tal manera que afectaría a cinco valles.

Cinco muertos en protestas contra proyectos mineros en Perú

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha expresado su preocupación por la "violencia" en las protestas contra el proyecto minero de Conga en Perú, en las que han muerto cinco personas, y ha pedido al gobierno peruano que garantice la seguridad de los manifestantes.

La CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), urge a todas las partes a detener la violencia y buscar por la vía del diálogo una solución pacífica a este conflicto, de acuerdo con los mecanismos institucionales existentes.

La CIDH enfatizó que es obligación del Gobierno peruano "esclarecer judicialmente las muertes y los hechos de violencia, sancionar a los responsables y reparar las consecuencias". Asimismo, reiteró que "es necesario adoptar mecanismos para evitar el uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes públicos en marchas y manifestaciones de protesta". En ese sentido, pidió al gobierno peruano que tome "de manera urgente" todas las medidas necesarias para proteger a los manifestantes e integrantes de sus propias fuerzas de seguridad dentro del marco de respeto de los estándares interamericanos de derechos humanos.

La CIDH destaca que en los operativos de seguridad, las autoridades deben tomar en especial consideración el interés superior del niño, y adoptar todas las medidas necesarias para asegurar su protección contra todo tipo de violencia. Entre los fallecidos hay un menor de 17 años, que según el informe médico preliminar sufrió un traumatismo encéfalocraneano por objeto contundente.

Las provincias de Cajamarca, Hualgayoc y Celendín se encuentran desde el jueves en estado de emergencia, que durará 30 días. Los opositores al proyecto minero de Conga en el departamento de Cajamarca, región de la sierra norte de Perú, consideran que este afectará de manera irremediable a las reservas de agua de su región.

El presidente del país, Ollanta Humala, ha recibido en los últimos días duras críticas por la gestión de las protestas que, además de las víctimas mortales, han dejado una treintena de heridos. "Lamentamos profundamente la pérdida de vidas humanas que nos duele como peruanos a todos, particularmente al gobierno. Queremos ser críticos con la actuación de determinados policías que tal vez han fallado en la parte de previsión", declaró el mandatario. Como posible solución, Humala propuso el viernes al sacerdote católico Miguel Cabrejos como mediador del conflicto en Cajamarca y aseguró que "no cesaremos en buscar el diálogo".

El desarrollo del proyecto Minas Conga de la empresa Newmont había estado parado desde noviembre. El presidente de la región de Cajamarca, Gregorio Santos, afirmó que solicitarán sin embargo el levantamiento del estado de emergencia que rige en tres provincias cajamarquinas donde se produjeron acciones violentas en los últimos días y el retiro de las fuerzas armadas y de la policía nacional. Asimismo "vamos a pedir la suspensión de las obras de Newmont", en referencia a la anunciada construcción de reservorios de agua, agregó la autoridad de Cajamarca.

Público, 08 – 07 – 12

La Quinta Pata

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