domingo, 5 de agosto de 2012

Contagiosa enfermedad amenaza acabar con el beso en la boca

Alfredo Saavedra

Se cuenta que la actriz Vivien Leigh, tras filmar la clásica película “Lo que el viento se llevó”, con el famoso actor Clark Gable, ídolo de las mujeres de esa época, dijo que nunca más trabajaría como coprotagonista del mencionado, si los besos en la boca fueran obligatorios, porque era insoportable el apestoso aliento del galán, quien tenía una halitosis crónica que lo hacía insufrible como interlocutor, mucho menos aguantarle los besos hediondos, según queja de la bella artista.

Pero ahora el peligro de los besos boca a boca va más lejos, porque esa agradable expresión del amor se puede convertir en una amenaza mortal si llega a extenderse hasta occidente la alta contagiosa enfermedad del ebola, hasta el momento con un nuevo brote infeccioso en la remota Kampala, Uganda, donde solo en este mes se han registrado 14 muertes por esa rara enfermedad.

Ese mal ya causó muerte en esa región africana en el pasado, por lo que el aparecimiento del nuevo brote ha causado pánico en la población que ha hecho huir a muchos habitantes, temerosos de que el contagio se pueda extender y se convierta en otra calamidad como el SIDA, que ha hecho estragos en el continente, de donde se extendió a la mayor parte del globo, con sus ya conocidas consecuencias.

Aunque hasta la semana pasada el brote estaba reducido al distrito de Kibaale, según lo informó el secretario de salud ugandés, Stephen Murundanga, había temor de que el contagio se extendiera hacia las poblaciones vecinas y que de no tomarse las medidas adecuadas habría peligro de mayor extensión, como ocurrió con el primer brote del año 2000 cuando el ebola mató a 224 personas, entre hombres y mujeres y dejó traumatizadas a centenares más.
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Aunque la Organización Mundial de la Salud ha tomado las primeras acciones y ha puesto en alerta el riesgo de que la enfermedad se extienda, las autoridades locales han impuesto un rígido sistema de control del contagio mediante medidas extremas que incluyen advertencias como la de no tocar a los que han fallecido como resultado de la infección y que la tarea de enterrar a los muertos esté en manos de trabajadores de salud con entrenamiento para hacerlo de forma segura.

Incluso el presidente ugandés Yoweri Musevini, advirtió la semana pasada a sus gobernados que eviten darse la mano al saludar, evitar el sexo casual y no dar sepultura por su cuenta a sus muertos, como se ha indicado ya. En este último caso el presidente Musevini enfatizó que la gente que tocó a sus muertos contrajo el virus y lo mismo ocurre con la promiscuidad sexual ya que el contagio es directo a través de esa actividad.

Con conocimiento de que no hay tratamiento para el ebola, los pacientes por otras dolencias en los hospitales han escapado al saber de la llegada de enfermos por esa peste ante el temor de ser contagiados con los riesgos fatales ya conocidos.

Peor que el Sida, tal vez, el virus del ebola puede ser transmitido por medio de la saliva, con lo que se recomienda evitar los besos boca con boca, lo cual, como se dijo, sería catastrófico para la cultura occidental, donde esa manifestación del amor es prevaleciente, en particular entre los jóvenes enamorados que no pueden evitarla. Otras formas de contagio de la terrible ebola son por medio del sudor, la sangre, el semen y las heces fecales.

Los principales síntomas de la enfermedad se manifiestan mediante fiebre, intensa debilidad, dolores musculares y de cabeza e irritación de la garganta, seguidos de vómitos, diarrea, erupciones en la piel, deterioro en las funciones de hígado y riñones y hemorragia interna y externa.

Sin que todos esos síntomas no sean de menospreciar por sus consecuencias fatales, consterna el hecho de que el acto de besar llegue a convertirse en peligro mortal, dado que es la forma más común y gozosa de regocijarse en el amor, con todas sus modalidades que incluyen el beso a la francesa que todos conocen o practican aunque desconozcan su origen y ejercicio en las sensuales bocas de Jeanne Moreau o Brigitte Bardot. Y en todo caso, preferible que las bocas a besar emanen alientos desagradables – sin el extremo de ser repudiables como en el caso del finado actor estadounidense – a perderlas por causa de la terrible ebola.

La Quinta Pata, 05 – 08 – 12

La Quinta Pata

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