domingo, 28 de octubre de 2012

La necesidad del gobierno de profundizar políticas progresistas

Emilio Marín

La larga demora de la Fragata Libertad en Ghana, debido a "fondos buitres" y el fallo neoyorquino en contra de Argentina, por esos mismos fondos, deben replantear la política del gobierno. Ahora sí hay que ir por más.

La Fragata Libertad está cumpliendo 25 días de aprisionada en Ghana. Tal detención fue pedida por el "fondo buitre" del NML-Elliott, de matriz estadounidense, como forma de reclamar que Argentina pague a los bonistas que quedaron afuera del canje de la deuda en 2005. Esos inversores no aceptaron entrar a esa negociación por su propia avaricia, de pretender cobrar el valor nominal de títulos que habían adquirido por centavos. El 93 % de los acreedores acordaron una rebaja, negociada por Néstor Kirchner y su ministro de economía Roberto Lavagna, menos esa minoría, lacra financiera de la peor especie. Llamarlos "buitres" ofende a esas aves.

Nuestro país tiene razones legales y políticas para explicar al mundo que lo asiste el derecho de que el buque escuela siga su viaje de instrucción, sin ser capturado y demorado. Héctor Timerman llegó incluso hasta la ONU para plantearle el reclamo al secretario general Ban Ki Moon. Sin embargo la otra parte, el NML, sus abogados y el juez ghanés que dispuso la medida, no se movieron ni un centímetro. Había que pagar millones de dólares para recuperar el barco.

Y no se trataba de una cuestión de dinero sino de principios: si Argentina oblaba, cualquier suma, estaría aceptando que ese sector asqueroso del capital financiero internacional, de por sí poco decente, sería una contraparte con derecho a litigar en su contra.
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En ese sentido fue que la presidenta de la nación declaró que "se podrán quedar con la Fragata, pero con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país no se va a quedar ningún fondo buitre ni nadie".

Los medios monopólicos, la oposición y una parte de los marinos retenidos, deformaron esas declaraciones de Cristina Fernández como que estaba abandonando el navío. Falso. Ante la adversidad, se prefirió la honra nacional, en tanto se continúan con todas las gestiones diplomáticas y judiciales para levantar ese doloroso embargo. No es el primero. La serie lleva 28 embargos desde 2004, levantados de una u otra forma, según la cuenta de Timerman.

Es bueno que los argentinos recuerden que, como parte de esos fondos especulativos, está la familia de Mitt Rommey. Su esposa Ann había invertido al menos un millón de dólares en el AML; su titular, Paul Singer, es uno de los mayores donantes a la campaña del candidato republicano.

El regreso de 281 tripulantes vía aérea al país fue presentado como símil del ocultamiento en 1982, por la dictadura, de los ex combatientes de Malvinas. Otra falsedad: los marinos aterrizaron tristes pero rodeados del afecto de sus familiares, con los medios presentes y haciendo declaraciones, con el ministro de defensa visitándolos y dándoles sus opiniones. Solo quienes apoyaron a la dictadura pueden decir que el gobierno actual es un clon de aquella.

Flor de debate…
Arturo Puricelli estuvo con el contingente de retornados y reivindicó el frustrado viaje, que era importante - según dijo - para la formación de los marinos y como parte de una política hacia naciones del continente africano, ribereños del Atlántico sur. Esto último, obvio, sería fundamental para la reivindicación sobre Malvinas y esa parte del océano invadida por la base inglesa en las islas.

De todas maneras, los hechos prueban que defensa equivocó el itinerario de la fragata, luego que la antecesora en el ministerio, Nilda Garré, hubiera aconsejado años atrás que los periplos se hicieran en torno a Sudamérica, con puertos y destinos mucho más amigables.

El ministro admitió que él tuvo la responsabilidad: "la planificación del viaje fue del ministerio de defensa a partir de una propuesta de la armada. El responsable de la fragata es el ministerio de defensa".

Ese reconocimiento seguramente va a motivar un arduo debate en el gabinete y, de rebote, en las fuerzas armadas. Dentro del oficialismo, en las semanas previas Puricelli recibió el impacto de las notas firmadas por Horacio Verbitsky en Página 12 y es previsible que esta andanada se profundice.

Es que el ministro navega a dos aguas. Por un lado justifica el viaje de la fragata en términos tercermundistas y malvineros, pero por el otro se hace eco de presiones de sectores no precisamente progresistas de la armada. Y además participa del encuentro de ministros del área, como el último en Uruguay, con presencia norteamericana. La delegación de Estados Unidos insistió allí en sus recetas para implicar a los militares latinoamericanos en asuntos de represión interna y de seguridad, que violan las leyes argentinas en la materia.

El serio incidente de la fragata, un hecho negativo, debería servir para reabrir el debate sobre qué política es más conveniente en materia de defensa.

Si conviene seguir con las tropas argentinas en Haití como parte de la Minustah, como quiere Washington, o bien repatriarlas. El cronista se inclina por la segunda opción. Si hay que continuar en las cumbres de defensa con el Pentágono o es mejor participar del consejo de defensa de la Unasur, alejados del imperio, su IV flota y el comando sur. Nuevamente el cronista tilda la segunda alternativa. ¿Hay que participar de los operativos Unitas y Panamax, con los marines, o no? También aquí, opción 2.

Como se verá, la discusión detonada por la retención indebida del barco escuela debería ir muchísimo más allá de la figura de Puricelli.

Entre tanto, la oposición conservadora y dudosamente nacional, ha decidido impulsar una colecta para reunir 20 millones de dólares y depositar en Ghana para levantar el embargo. No le importa que ese gesto pueda reforzar los argumentos del NML contra el país. La tranquilidad es que difícilmente esos políticos junten ese dinero, al menos no de sus propios peculios.

Sin Néstor dos años
El otro frente abierto en contra del país fue con el fallo de un tribunal de Nueva York, condenando a Argentina a pagar 1.333 millones de dólares a un terceto de "fondos buitres", entre ellos el NML.

"El tribunal entiende que la Argentina violó esta decisión cuando realizó pagos bajo el actual régimen de cambio de bonos mientras mantenía su negativa a satisfacer las obligaciones de pago de los demandantes y cuando sancionó la ley cerrojo y su suspensión", sentenciaron Rosemary Pooler, B.D. Parker y Reena Raggi. Así fallaron estos jueces confirmando una resolución del juez Thomas Griesa, funcional a esos acreedores especulativos.

Argentina puede apelar la resolución ante la corte suprema de justicia de Estados Unidos, pero esta puede no tratarla o bien fallar en contra. Si el país no acata y no paga a los fondos, entonces sobrevendría una nueva declaración de default, que encarecerá más los eventuales créditos internacionales. Y, sobre todo, daría más posibilidades de embargos como los ya sufridos.

¿De dónde vienen tantas medidas adversas para la soberanía nacional? El capital financiero internacional está sólidamente instalado en el país del norte y similares plazas del capitalismo global, con tentáculos que llegan hasta destinos impensados como el puerto de Tema. Griesa, los camaristas citados y la corte suprema de Estados Unidos están alineados en lo esencial con la defensa de esos intereses poco populares. Y con el reciente fallo han dado una señal inequívoca de que recomienzan una campaña de persecución contra Argentina.

Ahora bien. ¿El gobierno nacional ha actuado bien o dejó flancos descubiertos por los que ahora cabalgan aquellos enemigos de lo ajeno? La verdad es que a lo largo de muchos años, los sucesivos gobiernos - no solamente el actual - fueron firmando acuerdos de protección de inversiones. Según la explicación de cancillería, han sido 58 acuerdos de ese tipo, en base a los cuales los acreedores reclaman su parte. Y no se trata solo de bonistas que se consideran defaulteados sino también empresas multinacionales que demandan ante el CIADI (Banco Mundial).

Como daño colateral al asunto, se recordará que en la Organización Mundial de Comercio hay denuncias contra Argentina porque el imperio y otros países se quejaron de su supuesto proteccionismo.

La otra concesión a esos intereses fue resignar la soberanía y los tribunales de justicia argentina, para el caso de diferendos. Alejando Olmos Gaona, en Miradas al Sur (21/10) recuerda que esa renuncia fue de Menem, De la Rúa, Duhalde y Néstor Kirchner. Pleitear en tribunales argentinos habría sido otra cosa, aunque también podría haber sido negativo si el expediente de NML caía en un juzgado colonizado por Clarín.

Siendo cierta esa referencia a Kirchner, debe ser puesta en perspectiva. El balance global de su presidencia y su legado, aún con esa mácula, sigue siendo positivo. Y así lo reconoce el 72 % de los consultados por Ibarómetro, al cumplirse dos años de su repentina muerte. Puntos más o menos, esa encuesta parece reflejar bien el sentimiento de las mayorías.

Necrológicas al margen, caben profundizar políticas nacionales y populares porque los "fondos buitres" y la justicia norteamericana están revoloteando y picoteando a la Argentina. A estos tipos no se los espanta con un matamoscas. Ni con la cadena nacional, necesaria pero insuficiente.

La Arena, 28 – 10 – 12

La Quinta Pata

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