domingo, 11 de noviembre de 2012

Nuestra trayectoria, objetivos y finalidades en un mundo (iglesia y sociedad) cambiante

Kairós-Nos Também Somos Igreja (Traducción Rolando Lazarte*)

Este documento fue presentado en Lisboa, en el encuentro de los grupos nacionales del Movimiento Internacional Somos Iglesia (IMWAC), en octubre.

Quiénes somos
Kairós-Nós Também Somos Igreja, sección brasileña de IMWAC, es un grupo bien diversificado de cristianos y cristianas, principalmente del noreste de Brasil, que se quiere de carácter formativo, informativo, celebrativo y activo. Con perspectiva ecuménica, hay reuniones semanales y actividades regulares desarrolladas por sus miembros en diferentes movimientos y pastorales sociales, comunidades eclesiales y otras organizaciones de base de nuestra sociedad.

El grupo comenzó en 1998, en reuniones semanales en la casa del teólogo padre José Comblin, a quien el grupo tiene como principal referencia en su proceso formativo socio-eclesial. Debido al interés allí suscitado, y teniendo en vista crecientes desafíos actuales, el grupo decidió, hace varios años, reunirse semanalmente, teniendo como propósitos:
- discernir, debatir y ayudar a enfrentar los viejos y nuevos desafíos, sea en el ámbito macro-social, sea al interior de los caminos y descaminos de la iglesia católica y de otras iglesias cristianas;
- fortalecer y hacer más afectivos y efectivos nuestros lazos organizativos, en una dimensión comunitaria;
▼ Leer todo
- estudiar y reflexionar sobre libros del teólogo padre José Comblin, en especial los dedicados a la comprensión de la misión del espíritu santo en el mundo, en la perspectiva de la teología de la liberación, de la cual es uno de los primeros referentes;
- debatir textos de otros teólogos y teólogas, tales como Hans Küng, Carlos Mesters, Ivone Gebara, Jon Sobrino, Leonardo Boff, Eduardo Hoornaert, Jean-Yves Leloup, Hugo Echegaray, etc.;
- intercambiar y reflexionar sobre relatos de nuestras experiencias de ciudadanos y ciudadanas junto a las personas y comunidades de distintos ámbitos en que participamos;
- hacer memoria de los acontecimientos, en una perspectiva de ayuda mutua;
- hacer intercambio con personas y grupos de otros lugares, regiones y países, especialmente con los grupos de cristianas y cristianos empeñados en la lucha por cambios libertarios en la sociedad y en las iglesias;
- organizar periódicamente seminarios, coloquios, foros de diálogo con otros sujetos históricos.

Sobre nuestras actividades en busca de una sociedad y de una iglesia cambiantes
I – ¿Qué entendemos por una iglesia cambiante?
Como hijos e hijas de Abraham, y sobre todo como discípulos y discípulas de Jesús, aprendimos que el pueblo de Dios siempre fue y sigue siendo un pueblo de caminantes, de migrantes, de gente siempre en marcha, peregrinos en busca de un continuo proceso de conversión: conversión de la muerte en la vida, de las tinieblas en la luz, de la esclavitud en la libertad. De ahí que nos suene familiar lo que aprendimos en la tradición: “Ecclesia semper reformanda”. No solamente la comunidad eclesial, sino cada una, cada uno de nosotros, somos llamados a una continua y profunda renovación, no a una reforma superficial.

Queda por saber: ¿Cambiar en qué sentido, en qué dirección? No se trata de mera adaptación a los valores hegemónicos de nuestra época, de modo de que nos tornemos agradables a los tiempos de hoy. ¡No sería esto, por cierto, ser hombres y mujeres de nuestro tempo! Se trata, en cambio, de un incesante esfuerzo de cambio, en la perspectiva del Evangelio, en el espíritu del seguimiento de Jesús, cuyo llamamiento implica efectiva solidaridad y compromiso con la causa de la liberación de los pobres, marginalizados y olvidados, de una clara opción por un estilo sobrio de vida, fuera de los altos patrones de consumo, y de modo a testimoniar amor en relación con la naturaleza, con los humanos, y con toda la comunidad de vivientes, en especial los más despreciados: los niños, las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas, los pueblos afrodescendientes, los campesinos…

La iglesia cambiante por la cual nos comprometemos, es la que se pone al servicio de la causa liberadora de los pobres y por la dignidad de la Madre-Naturaleza. Esto requiere profundos cambios en el actual paradigma eclesiológico, tanto desde el punto de vista de sus estructuras, como bajo la perspectiva de su organización y gestión, como también en lo que se refiere al estilo de vida de sus miembros.

No tiene sentido, por ejemplo, desde el punto de vista evangélico, mantener el actual modelo piramidal de iglesia, que más se parece a la estructura imperial condenada por Jesús, en Mc 10, 42-45: “Entre vosotros, no será así”. Necesitamos inspirarnos en la forma de organización de las primeras comunidades cristianas, horizontal, fraterna, solidaria, protagonizada por el pueblo de los pobres, actuando en la libertad y en la autonomía de las pequeñas comunidades, orgánica y fraternalmente conectadas, por medio de periódicas asambleas, en una dimensión de servicio y no de poder de uno sobre los demás.

En la tradición evangélica, en la cual buscamos inspirarnos, no tiene sentido igualmente una iglesia organizada como un estado totalitario, con sus eficientes aparatos de control y represión, hostiles al espíritu de colegialidad. Queremos una iglesia pueblo de Dios, de acuerdo con el espíritu del Concilio Vaticano II, una iglesia formada por hermanos y hermanas portadores de la libertad del espíritu y dotados de la misma condición de igualdad para todos, para todas, conferida por el bautismo y por el discipulado de Jesús, que habiendo venido “para servir, no para ser servido”, también nos propone a nosotros, miembros de su iglesia, a que hagamos lo mismo.

II – Qué vinimos haciendo
Hemos desarrollado una agenda bastante diversificada, de acuerdo, también, con el perfil no menos diversificado de nuestro grupo, del cual forman parte hombres y mujeres, católicos en su mayoría, pero también personas de otras iglesias cristianas.

Nuestro grupo es ecuménico y ecléctico. De él participan personas nacidas en Brasil y fuera de Brasil, está formado por personas de diferentes etnias, género y fajas de edad, de distintos niveles de escolaridad e integrantes de diferentes movimientos y pastorales sociales y de otras organizaciones de nuestra sociedad.

A partir de este perfil, podemos distribuir en tres ítems las actividades que hemos desarrollado: 1) Las actividades de rutina y de carácter intragrupal; iniciativas de diálogo con otros grupos eclesiales y de otras iglesias; 3) actividades junto a movimientos sociales, a pastorales sociales y a otras organizaciones de base de nuestra sociedad.

1) Actividades internas de nuestro grupo. Aquí señalamos las principales actividades que realizamos en nuestros encuentros semanales, hace ya varios años:
- informaciones compartidas de intervenciones de los miembros del grupo en diferentes actividades junto a movimientos sociales y organizaciones de base;
- reflexión sistemática y compartida de obras de teólogos y teólogas de la liberación;
- compartir situaciones de vida por parte de los componentes del grupo;
- frecuentes debates sobre elementos de la coyuntura socio-eclesial (internacional, nacional y local);
- confraternización y celebraciones especiales en fechas significativas.

2) Iniciativas de diálogo con otros grupos. Además de nuestras actividades habituales, también promovemos ocasiones de debate y de diálogo con otros grupos socio-eclesiales, tales como:
- seminarios de teología;
- sesiones en memoria de figuras emblemáticas (Dom Oscar Romero, Dom Helder Câmara, padre José Comblin) ;
- encuentros de intercambio con otros grupos eclesiales (grupos de Acción Católica, Pastoral de la Juventud del Medio Popular, Movimiento de Trabajadores Cristianos, entre otros).

3) Actividades en diferentes movimientos sociales, pastorales sociales y organizaciones de base. Parte significativa del grupo mantiene actividades regulares junto a diferentes sujetos sociales, tales como:
- Movimientos sociales (Movimiento de las Comunidades Populares-MCP, inclusive con participación en su diario de las comunidades populares; Asamblea Popular; Sindicato de los Trabajadores en Extensión Rural; Movimiento de Trabajadores Cristianos-MTC);
Pastorales sociales y movimientos eclesiales (Comisión Pastoral de la Tierra, Pastoral de la Juventud del Medio Popular, Juventud Obrera, entre otras)
- Organizaciones de base (Asociación Brasileña de Terapia Comunitaria-ABRATECOM, Grupo de Asistencia de Familiares de Alcoholistas-ALANON, Cooperativismo inspirado en la economía solidaria, grupo de investigación sobre América Latina contemporánea), educación popular.

III – ¿Qué proponemos a los demás participantes de este Encuentro?
Entre las principales inquietudes y propuestas a los demás miembros de IMWAC, enfatizamos:
- articular más expresamente, y de manera regular, nuestros análisis críticos relativos a la iglesia, de forma históricamente contextualizada, reflejando también las circunstancias históricas y macro-sociales;

- ejercitar, con incesante auto vigilancia, el espíritu de colegialidad, ampliando la participación de más personas de IMWAC en los procesos de decisión;
- priorizar nuestra mirada analítica (sea en relación a la iglesia o a la sociedad) a partir de los excluidos de nuestras sociedades (las mujeres, los pobres, los negros, los migrantes, los trabajadores rurales y urbanos, etc.);
- ampliar, de manera más efectiva, nuestra acción, volcándonos más al intercambio con hermanos y hermanas de otros continentes;
- priorizar las relaciones concretas y horizontales, frente a los contactos virtuales;
- actualizar las contribuciones de la teología de la liberación, y sus aplicaciones en el empoderamiento de personas y comunidades, eco-feminismo, ecología, relaciones inter-étnicas, etc.;
- prevenir toda forma de violencia pública o privada, de varias maneras, entre ellas: la creación de vínculos comunitarios y el fortalecimiento de la auto-estima;
- defensa irrestricta de los derechos humanos;
- valorizar el diálogo inter-religioso y la práctica de una espiritualidad integrativa e incluyente, sin fronteras ideológicas, institucionales o doctrinarias;
- valorizar la afectividad y la sexualidad, como dones de Dios, y como formas de comunidad y de comunión;
- hacer más efectivo el uso de las lenguas española y francesa en IMWAC, agregando el portugués;
- ampliar el derecho de voto más allá de los representantes oficiales, o sea, a todos los miembros de IMWAC participantes de las asambleas decisorias.

*Paraíba, Brasil
http://kairosnostambemsomosigreja.wordpress.com/ , 4 – 11 – 12

La Quinta Pata

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