domingo, 23 de diciembre de 2012

El mundo no terminó el viernes 21 de diciembre pero llegará a su fin algún día, dicen científicos

Alfredo Saavedra

El pasado viernes a las 6.11 de la mañana estaba supuesta la desaparición del planeta Tierra, según apreciación de intérpretes legos del calendario Maya, aunque los entendidos aseveran que dicho calendario lo que determinó fue el final de un ciclo astronómico para el inicio de otro, lo cual habría establecido coordinadas fijadas para el 21 de diciembre del año 2012.

Por suerte que para la mayoría de crédulos, felices de vivir en el planeta, no ocurrió tan horrible siniestro, aunque algunos pocos, crédulos también, se sintieron desilusionados de que no ocurriera ese desastre que los sacaría de la pena de estar endeudados hasta las orejas y otros, no se sabe si muchos, sufridores de amores no correspondidos, desahuciados de una vida sin alegría, tal vez esperaban que tal contingencia les ahorrara el trabajo y, de seguro, el horror de privarse de la existencia por su propia cuenta.

Aunque el suicidio no habría sido un recurso multitudinario, en algunos infelices se dieron malas intenciones por cometerlo antes o el mero día 21, según lo dijo el científico de la NASA, David Morrison, quien en su página de Internet tuvo una inundación de correos electrónicos con casos de esas tendencias y de gente que indagaba sobre la veracidad del suceso y si era real la probabilidad de la consumación de lo que se interpretaba como día del juicio final. Definición esa de algunos importantes medios de comunicación, aunque no explicaron que ello comprendería la aparición de Jesucristo, como lo afirma la historia sagrada, pues según ese documento el mesías vendría a juzgar a los vivos (y tontos tal vez) y a los muertos, llevándose consigo hacia los cielos a los buenos y hundiendo en el infierno a los malos, que serían una aplastante mayoría envidiada como caudal electoral por los políticos.
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El mencionado científico no entró en esos pedestres detalles, pero dijo que muchos de sus consultantes eran ocurrentes que asociaban la fecha del 21 con el apocalipsis y las especulaciones de esos giraban en torno a concepciones más bien graciosas. Pero también afirmó que no estaban mal orientados los que creen que el planeta podría ser destruido algún día por el choque de algún esteroide, como el que terminó con el dominio de los dinosaurios hace millones de años. El profesor Michael Reid, astrónomo canadiense asegura que un asteroide puede impactar a la tierra cada 30 o 60 millones de años.

El astrónomo aficionado Bill Hudson, de California, creó un website especial para el análisis de los fenómenos que se vinculan con la destrucción de nuestro planeta y desde la fundación de ese sitio en el 2007 empezó a recibir unos 3 mil e-mails por día y solo en la víspera del 21 de este mes recibió más de 20 mil correos. Afirma el señor Hudson que la humanidad ha sido objeto de mucho daño por las especulaciones que se difunden por medios como el de YouTube que ha dado lugar a infinidad de conjeturas que teorizan de manera antojadiza sobre el final del mundo, con lo que al aproximarse el día 21, se había producido una explosión de histeria colectiva.

Pero el consenso científico cree que como el sol está a mitad de una vida de 10 billones de años se encuentra ya a unos cinco billones de años para su extinción y por consiguiente la extinción del sistema planetario que alberga a la tierra. El profesor Reid dice que eso es un inevitable suceso y que la comunidad científica está un cien por ciento segura que así ocurrirá. El sol en los inicios del fin del universo en su totalidad, crecerá unas cien veces su tamaño actual convirtiéndose en una inmensa bola roja que atrapará a los planetas que giran a su alrededor incluyendo, por supuesto a la tierra que, para entonces, según el mismo criterio, será un planeta muerto desde millones de años atrás.

El periódico Toronto Star, fuente de los datos consignados en este artículo, ha recomendado a sus lectores que se dediquen a la celebración de la navidad con el gozo acostumbrado, pues de ninguna manera debe perturbarlos la idea del final del mundo que, conforme la información dada, va a ocurrir dentro de cinco billones de nochebuenas futuras.

La Quinta Pata

1 comentario :

Anónimo dijo...

No le sigan dando, el mundo no se va a acabar nunca, acaba nuestra vida, la vida individual de cada uno. Pero la vida, como tal, es inextinguible.

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